La energía solar es una de las apuestas para la transición energética del país. Según la IEA, se trata ya de la forma más económica de generar energía. Foto: archivo/Semana. | Foto: Pixabay.

ENERGÍA

¿Petro tiene la razón?: La energía solar ya es la más barata del mundo

Un informe muestra que este tipo de generación ya resulta más económica que la tradicional, basada en carbón o gas.

19 de octubre de 2020

La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) reveló el informe World Energy Outlook 2020, en el cual establece las perspectivas del sector energético mundial para la próxima década y el impacto que tuvo la pandemia.

Uno de los datos más relevantes del estudio es que “con las evidentes reducciones de costo durante la década pasada, la energía solar fotovoltaica es consistentemente más barata que la que ofrecen las nuevas plantas de carbón o gas en muchos países y los proyectos solares ahora ofrecen algunos de los más bajos costos de electricidad nunca antes vistos”.

El Foro Económico Mundial ya reaccionó ante el anuncio e hizo eco de la noticia en sus redes sociales.

El estudio relata que las energías renovables vienen creciendo a un ritmo importante y van a mantener esa tendencia en los próximos años. “Las energías renovables representa 80 por ciento del crecimiento de la demanda global de energía para 2030. Las hidroeléctricas se mantienen como la más grande fuente de electricidad, pero la solar es el principal dominador del crecimiento, ya que fija nuevos récords de uso cada año hasta 2022, seguido por las energías eólicas onshore y offshore”, asegura el estudio.

La pandemia ha puesto de presente la necesidad de que el mundo cambie su canasta energética, porque las tradicionales de carbón y gas generan impactos enormes por sus emisiones de CO2. De hecho, el informe asegura que a pesar de la caída en las emisiones provocada por la pandemia, aún estamos lejos de llegar siquiera a lograr un cambio en la tendencia.

La menor cantidad de emisiones de efecto invernadero se explica por el cierre de muchos sectores como el aéreo y el de transporte, lo que hace que sea menos el combustible que se quema diariamente para que la economía y las personas se muevan. Por eso queda la pregunta sobre si esta caída en las emisiones es estructural o simplemente coyuntural y si el planeta va a volver a sus tradicionales niveles lo que representa una amenaza para toda la humanidad.

Algunos expertos consideran que en materia de cambio climático el planeta puede llegar a un punto de no retorno en la próxima década, lo que tendría gravísimas consecuencias.

El tema es sensible para el ambiente político colombiano. Una de las personalidades que ha venido insistiendo en la necesidad de transformar la matriz energética de Colombia es Gustavo Petro.

De hecho en un reciente debate sobre las medidas económicas necesarias para enfrentar la pospandemia Petro criticó la propuesta de Sergio Fajardo que propuso que el Banco de la República emitiera para que el Gobierno financie un programa de obras para reactivar el empleo.

Petro señaló que era mejor dedicar los recursos de emisión para financiar la implementación de paneles solares en buena parte del territorio colombiano.

Esta ha sido una idea que el senador de la Colombia Humana ha venido planteando desde la campaña política pasada.

En Colombia, muchas empresas ya han empezado a hacer una apuesta importante por este tipo de energía. Bien sea para autogeneración, como en el caso de Ecopetrol, o bien sea para interconexión como en el caso de Celsia, ya es habitual que haya anuncios sobre esta clase de proyectos. Se espera que el país llegue pronto a un total de 50 proyectos de energías renovables y que estas formas de generación lleguen a representar el 17 por ciento de la oferta total del país. En eso, la energía solar jugará un rol clave.

Ahora que un organismo independiente internacional ha señalado con claridad que la energía solar será una de las fuentes principales en el futuro próximo, es probable que el debate se atice. Colombia cuenta con uno de los sistemas energéticos más sostenibles del mundo, por basarse en hidroeléctricas, que se clasifican como generadoras de energía renovable. Aún así, frente a los fenómenos del cambio climático, hay coyunturas en las que el sistema se vuelve vulnerable por la reducción en las precipitaciones, lo que hace necesarias otras formas de generación.