NEGOCIOS
Pico y cédula no podrá aplicarse en restaurantes, hoteles y parques
Un decreto del Ministerio del Interior restringe que alcaldes y gobernadores impongan la medida en dichos negocios. ¿Qué pasará cuando haya toques de queda o cuarentenas por localidades?
Una buena noticia llegó esta semana al sector de los hoteles, la gastronomía y los parques en Colombia, por cuenta de una norma firmada por el Gobierno Nacional.
Se trata del Decreto 039 del Ministerio del Interior, que dicta la reglas para la nueva etapa de aislamiento selectivo y emergencia sanitaria, que vivirán los colombianos hasta finales de febrero de este año.
Allí se detallan todas las restricciones a la movilidad que se podrán imponer, de acuerdo con la capacidad hospitalaria de las ciudades y departamentos. Entre otras, los mandatarios locales le deberán pedir autorización al Gobierno para decretar cuarentenas.
“El Ministerio del Interior solicitará al respectivo alcalde la implementación de las medidas especiales, según corresponda u ordenará el cierre de las actividades o casos respectivos”, señala la norma
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Sumado a lo anterior, el Ejecutivo le pone límites a la medida de pico y cédula, usada últimamente por gran parte de los alcaldes.
Así las cosas, en ningún caso los jefes de gobierno territoriales podrán imponer esta restricción para ingresas a hoteles, establecimientos de la industria gastronómica (incluidos gastrobares) y parques.
De esta forma vienen operando ciudades como Bogotá y Medellín, donde las familias pueden acceder a restaurantes o zonas de comidas, sin necesidad de presentar su documento de identidad y siempre que no haya toques de queda o cuarentenas localizadas.
Lo que hizo el Gobierno al incluirlo en el decreto fue nacionalizar esta medida, para que mandatarios de otras regiones no las impongan y así les den un alivio a los empresarios.
Lo anterior llevó a Asobares a agradecerle al Ejecutivo por demostrarle su respaldo decidido a un sector que ha hecho sacrificios inmensos por la salud de los colombianos. Además, reiteró que el “uso irresponsable” de algunas medida “fomenta la informalidad, fortalece las cadenas ilegales y en poco o nada ayudan al momento sanitario que vivimos”.
En la norma también se incluyó una disposición que menciona que aquellos municipios con 50 % o menos ocupación de UCI no podrán implementar ninguna medida diferente a las prohibiciones generales, que incluye servicios de discotecas, lugares de baile y eventos.
Para Guillermo Gómez, presidente de Acodres, gremio de los restaurantes, “esto aliviana un poco nuestra situación, porque nosotros para poder tener una estabilidad en el proceso de recuperación de los negocios, necesitamos que el servicio a mesa quede habilitada”.
¿Qué pasa cuando hay toque de queda?
No obstante, señaló que, como agremiación, mantendrán su lucha para que el servicio a la mesa y el autoservicio (que funciona, entre otros, en las plazoletas de centros comerciales) sean considerados como indispensables y puedan funcionar en todo momento.
Lo anterior, teniendo en cuenta que cuando se imponen cuarentenas estrictas por localidades o toques de queda, la operación de los restaurantes queda limitada a los domicilios y a las compras para llevar. Y estas modalidades a duras penas cubren el 15 % de sus ventas, si es que los dueños tienen la capacidad para operarlas.
En plata blanca, actualmente en Bogotá los restaurantes y gastrobares no pueden servir a la mesa o prestar autoservicio en localidades como Fontibón, Suba, Teusaquillo y Kennedy, entre otras, al tener activas cuarentenas localizadas.
En contraste, sí pueden hacerlo en el Centro, Antonio Nariño y Chapinero, pues estas no cuentan con las restricciones mencionadas. De esta forma, a medida que se vayan levantando las medidas por zonas, se irá restableciendo el servicio presencial de la industria gastronómica.
Eso sí, cuando haya toques de queda, como el que comienza este viernes y se extenderá durante el fin de semana, los negocios de comida no podrán funcionar presencialmente en ninguna zona de la capital. Solo podrán hacerlo vía domicilios.
“Hay una ambigüedad de medidas y nos meten en el peor mundo que puede estar un empresario. No nos cabe en la cabeza cómo una administración pública, que tiene contemplado en su funcionamiento un principio de planeación, no sea capaz de observar o proyectar este tipo de situaciones (...). Entendemos la situación, pero los restaurantes no somos focos de contagio de covid”, añadió.