VENTAS
Las millonarias ventas de plátanos, aguacate, mango y gulupa que Colombia está haciendo en el exterior, en plena pandemia
A septiembre pasado, el país había exportado 364 millones de dólares en frutas, registrando un crecimiento de 14,6 %. ¿Qué explica la tendencia?
Uno de los resultados de la pandemia es la caída generalizada de la economía. La crisis ha sido estrepitosa. No obstante, hay sectores que se destacan y que incluso han venido creciendo a pesar de la cuarentena y el cierre del aparato productivo.
Ese es el caso de las frutas colombianas cuya presencia en los mercados internacionales sigue ganando relevancia.
La explicación es clara: los productos agrícolas han sido siempre de interés estratégico pues con él las autoridades garantizan seguridad alimentaria a sus poblaciones y por eso todos los segmentos han mantenido la operación inclusive en lo más duro de la pandemia.
Sin embargo, el de frutas en particular es un sector con muchas restricciones fitosanitarias y por eso conquistar mercados internacionales tiene un doble mérito: convencer a los consumidores con productos de calidad, pero igualmente convencer a las autoridades encargadas de la bioseguridad en todos los segmentos de la cadena.
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Por ejemplo, el proceso para exportar plátanos es bastante exigente. Primero hay que cumplir con unos requisitos estrictos en materia de tiempo de cultivo, tamaño del fruto, cantidad por racimo, etc. Y luego hay que garantizar inocuidad: es decir que no tenga plagas o enfermedades. Lo que cabe destacar, por ejemplo, es que un grupo de pequeños agricultores ya está exportando a la Unión Europea cumpliendo obviamente con todas las reglas fitosanitarias y las exigencias de este competido mercado. Ese fenómeno parece estar ocurriendo en muchos otros segmentos.
De acuerdo con la información de la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), a septiembre se habían exportado un total de 364 millones de dólares en frutas diversas. Se destacan los plátanos frescos, los aguacates, la lima tahití, naranjas, mango y gulupa, entre otros.
Álvaro Ernesto Palacio Peláez, gerente general de este gremio, aseguró que “a pesar de la pandemia, las exportaciones de frutas y hortalizas han tenido un crecimiento promedio del 15 % comparado con el mismo periodo del año anterior. Al revisar el comportamiento de esta actividad entre enero y septiembre, se evidencia hay productos que aumentaron significativamente sus ventas con respecto al mismo periodo en 2019, como mangos procesados y conservados (27 %), aguacate (26 %) y lima ácida Tahití (25 %), naranjas frescas o secas (18 %) y plátanos frescos (18 %)”.
De lo que más exportó Colombia en estos primeros meses fue plátano (no se deben confundir con las exportaciones de bananos que se contabilizan aparte). Se trata de todas las variedades de plátano que se emplean para cocción y que se exporta sin procesar. De esta fruta fueron exportados 107 millones de dólares, registrando un incremento de 19,3 por ciento frente a las ventas externas de los primeros nueve meses de 2019.
Sorprende también lo ocurrido con el aguacate. Esta fruta aumentó sus exportaciones en 36 por ciento al pasar de 35,7 millones de dólares a 48,6 millones de dólares.
Algo similar pasó con la lima Tahití que exportó a septiembre 24,8 millones de dólares, con un incremento de 32,5 por ciento.
Los empresarios y cultivadores de estos productos no han dejado de vender al exterior en ningún momento de este año. De hecho, en marzo, cuando se empezaron las cuarentenas en casi todo el mundo, aunque hubo una caída de 26 %, se vendieron frutas por 39,9 millones de dólares. En mayo hay otra caída de 65 % con ventas de 34,5 millones. No obstante la agremiación informó que estas cifras del quinto mes son provisionales.
Entre los destinos que más demandan en volumen las exportaciones de frutas colombianas están Estados Unidos con el 30 % del volumen total exportado en los primeros meses, seguido de Holanda con el 18%. En la lista también figuran destinos como Reino Unido, España, Bélgica, Francia e Italia.
Es claro que hay una tendencia interesante en el segmento de frutas y hortalizas. El país está urgido por recomponer su canasta exportadora. Si bien las ventas de petróleo van a seguir siendo importantes, la transición energética nos pone un desafío: encontrar con qué reemplazar esos millonarios recursos. Las frutas pueden seguir aportando y de seguir esa tendencia de crecimiento, no es descabellado aspirar a los 1.000 millones de dólares en ventas externas durante los próximos años. ¡Ese sería un gran fruto!