CONSUMO
¿Por qué los colombianos gastaron mas en 2019?
El mayor flujo de crédito y remesas así como la migración fueron claves en el crecimiento del gasto en 2019. Todo indica que la racha continuará.
El gasto de los hogares colombianos se convirtió en la gran locomotora que impulsó la economía del país en 2019. El año pasado sumó unos 727 billones de pesos, según datos de la consultora Raddar.
En términos reales, después de descontar el alza de los precios, el gasto creció 6 por ciento, cifra con la que celebran el Gobierno, los empresarios y el país. En efecto, confirmaría que la economía se comportó mejor de lo previsto a finales del año pasado, cuando las protestas sociales encendieron las alarmas. De hecho, según Raddar, solo en diciembre los colombianos gastaron 24,11 billones de pesos, 19 por ciento más que el año anterior.
En plata blanca, compraron más carros, motocicletas, electrodomésticos, computadores, alimentos y ropa, y desembolsaron más en entretenimiento, viajes y turismo.
Las cifras confirman las buenas noticias. Las ventas de vehículos crecieron 2,7 por ciento y alcanzaron 263.684 unidades. Las de motocicletas aumentaron 10,6 por ciento y sumaron 612.086, según Andemos, el gremio automotor.
Los compatriotas también compraron más productos de telecomunicaciones, electrodomésticos y computación, que crecieron a muy buen ritmo entre enero y noviembre del año pasado, de acuerdo con GfK, la compañía alemana de investigación de mercados. En equipos de telecomunicaciones adquirieron un 10,8 por ciento más en unidades y 23,5 por ciento en valor; los electrodomésticos pequeños, como ventiladores, planchas, aspiradoras o secadoras, aumentaron 12,9 por ciento en unidades y 16,3 por ciento en valor.
Productos de línea blanca, como neveras, lavadoras, estufas o aires acondicionados, registraron mayores ventas del 10,8 por ciento en unidades y 17,7 por ciento en valor, mientras que los computadores aumentaron 6,7 por ciento en unidades y 15,3 por ciento en valor. Todo indica que los resultados de diciembre mantuvieron esta tendencia al alza.
Además, las empresas de entretenimiento y de viajes exhiben buenos resultados. Aunque las cifras de cierre de año aún no se conocen, por lo visto, se incrementó la compra en cines y conciertos por encima del 10 por ciento.
Tendencias
Juan Diego Becerra, presidente de Raddar, explica que desde 2015 muchos colombianos venían conteniendo el gasto por la incertidumbre que les generaba el comportamiento de la economía. Pero el año pasado, por fin, comenzaron a cambiar la tendencia.
En la compañía de investigación de mercados Nielsen explican que esta estrategia de moderación del gasto llevó a que florecieran en los últimos años modelos de negocios de descuento duro o productos de marcas propias. Pero poco a poco la tendencia ha comenzado a cambiar y cada vez es más evidente el aumento de compra en los hogares.
Por eso en categorías de bienes durables fue más notorio el crecimiento. “La gente está comprando lo que había dejado de comprar en los años anteriores”, asegura Becerra.
¿Qué está impulsando ese despegue en el consumo y qué tan probable es que se mantenga? Varios factores explican esta tendencia positiva. Por un lado está el buen comportamiento del crédito, en momentos en que las tasas de interés resultaron bajas para los consumidores. También ayudó el incremento en el giro de remesas desde el exterior, en un año en el que la devaluación contribuyó.
Un tercer factor es la migración venezolana, que alcanzó a representar el 5 por ciento de la población y creó más consumo. Asimismo, movieron la registradora de muchas empresas la mejora en los ingresos de los colombianos ante el aumento en términos reales del salario, el comportamiento de la inflación, que estableció mejores precios, y la aparición de nuevas categorías de productos –como el streaming– sumados a la creciente competencia.
¿Gasto al debe?
En un año en que la economía registró muchos sobresaltos por las tensiones internas y externas, el crédito tuvo un comportamiento excepcional y aportó al crecimiento del gasto de los hogares. El impacto fue tan fuerte que algunos aseguran que buena parte se hizo ‘al debe’, lo que podría resultar peligroso para la economía.
Santiago Castro, presidente de Asobancaria, el gremio que representa a las entidades financieras, responde con un tajante no. Explica que, en términos reales, la cartera total creció un 4 por ciento, mientras que la de consumo subió 12 por ciento y la de vivienda un 5,5 por ciento. Y aunque la tendencia es cada vez más positiva, la cartera comercial, es decir, los créditos para empresas, y la de microcrédito, para pequeños negocios, bajaron -0,3 por ciento y -0,9, respectivamente.
Castro rechaza la teoría de un endeudamiento excesivo. Señala que el indicador de carga financiera, que mide el porcentaje destinado por los hogares para pagar sus deudas, confirma que en ninguno de los grupos de población el endeudamiento llega siquiera al 20 por ciento.
El crédito impulsó el gasto, pero no se puede hablar de un crecimiento ‘al debe‘, pues los hogares tienen bajo nivel de deuda.
El más alto lo registra el quintil 5, de mayores ingresos, que asigna el 16 por ciento a pagar sus deudas. “Esto implica que el crédito tiene un comportamiento muy sano y los colombianos no se están sobreendeudando”, dice Castro.
Lo cierto es que el crédito a los hogares alcanzó el año pasado una cifra cercana a los 211 billones de pesos y respondió por 23 por ciento del crecimiento del consumo, según Raddar.
Pero no solo ese factor provocó esta dinámica. También el aumento en las remesas, por encima del 20 por ciento en pesos, contribuyó a que los colombianos pudieran gastar más el año pasado.
Cifras de la balanza cambiaria del Banco de la República indican que por remesas ingresaron al país unos 8.248 millones de dólares. Por efectos de la devaluación, al monetizar estas divisas giradas por colombianos en el exterior a sus familias, se recibieron más de 26 billones de pesos.
Adicionalmente, la migración venezolana tuvo un impacto importante. Los cerca de 1,5 millones de venezolanos que entraron al país y se quedaron el año pasado impulsaron el consumo y aportaron a la dinámica de la economía. Esto implica que, a pesar de que muchos se quejan por su creciente presencia en territorio nacional, esta participación ha sido clave para el gasto.
La inversión también merece su justo reconocimiento en el buen desempeño de la economía en 2019.
Bruce Mac Master, el presidente de la Andi, sostiene que, en ese sentido, las cifras dan buena cuenta del impacto positivo de las medidas adoptadas por el Gobierno a fin de mejorar las condiciones para la llegada de capitales y generar nuevas unidades productivas.
Destaca que medidas como el descuento del IVA para comprar bienes de capital y otras normas incorporadas en la Ley de Financiamiento, que se mantuvieron en la actual Ley de Crecimiento, han sido determinantes para este aumento en la inversión privada en Colombia, tanto nacional como extranjera.
El más reciente informe del Banco de la República muestra que solo en el caso de la inversión extranjera directa el país recibió el año pasado 10.366 millones de dólares. Esta cifra muestra un crecimiento del 19,2 por ciento frente a 2018, cuando llegaron 8.693 millones de dólares.
Para el presidente de la Andi, “Cuando la demanda y la inversión impulsan la economía, realmente crecemos”.
¿Estos buenos resultados en gasto e inversión podrían repetirse en 2020? Becerra, de Raddar, anticipa que este podría ser un año muy parecido al anterior en materia de gasto. Castro, de Asobancaria, sostiene que hay razones para el optimismo, pues las condiciones de tasas y liquidez le permiten al sector financiero mantener su dinámica.
Mientras tanto, el presidente de la Andi advierte que, en momentos en que el país recupera su dinámica de crecimiento, hay que evitar tentaciones como apelar a la restricción monetaria para controlar la inflación porque podría afectar la recuperación del país. Todos están advertidos.