Empresas
¿Qué dice la renovación del Registro Mercantil sobre la resistencia empresarial a la pandemia?
El presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, asegura que aunque se confirmó la resiliencia, se deben mantener subsidios a las empresas y no autorizar cuarentenas estrictas.
Este año muchos esperaban el dato de renovación del Registro Mercantil empresarial en las Cámaras de Comercio para medirle el pulso a la fortaleza de las empresas o para confirmar el impacto de la pandemia en la destrucción de compañías. Y la cifra que acaba de publicar Confecámaras, el gremio que representa a las 57 cámaras de comercio del país, resultó alentadora.
De acuerdo con el informe, este año 968.495 empresarios, ya sean personas naturales y personas jurídicas, renovaron su matrícula mercantil antes del 31 de marzo, fecha límite para realizar este procedimiento. Esta cifra fue 0,11 % superior a la registrada en 2020, a la fecha de cierre de renovación de la matrícula mercantil.
El hecho de que esta cifra sea muy parecida a la del mismo periodo del año pasado es considerado un buen indicador. El presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, es uno de los primeros en reconocer que este es un dato positivo porque se trató de casi 1 millón, es decir las mismas que renovaron el año pasado “y eso habla de la resiliencia empresarial. Las empresas están activas y eso implica que no ha habido una destrucción transversal de la actividad empresarial”, aseguró.
La actualización anual de la información del Registro Mercantil es clave porque, según Confecámaras, permite al país “conocer con certeza tanto el número y estado de sus empresas formales como la evolución de las actividades productivas y comerciales y de quienes las desarrollan. Esto es clave para la seguridad en los negocios en el territorio nacional, la formulación de programas de fomento y para fortalecer las relaciones comerciales y crediticias, lo que es una plataforma para generar inversión y empleo”, advierten.
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El informe detalla que del total de renovaciones, 664.470 correspondieron a personas naturales y 304.025 a personas jurídicas. Además, se realizó la renovación de 821.173 establecimientos de comercio en todo el país. Pero, ¿cómo fue el comportamiento por actividad económica? Según el informe, el 67,5 % de las empresas renovadas se concentra en los sectores de comercio (40,4 %), industria manufacturera (10,1 %) alojamiento y servicios de comida (9,4 %) y servicios (7,6 %).
Para Domínguez, quien también preside el Consejo Gremial Nacional, estos resultados muestran dos cosas fundamentales para fortalecer la confianza en el país: “De un lado, son reflejo de la dinámica y resiliencia empresarial, la cual es necesario preservar en la coyuntura actual evitando frenar la actividad productiva de cara a un nuevo pico de la pandemia. Del otro, que los empresarios están comprometidos con seguir adelante, permanecer en la formalidad y proteger el empleo que generan, con el apoyo de los programas del Gobierno nacional y las Cámaras de Comercio que han sido fundamentales y cuya gran apuesta es la permanencia empresarial”.
Eso sí, que haya dinámica y resiliencia empresarial pasa por garantizar las medidas del Gobierno de apoyar las nóminas a quienes siguen generando empleo formal, continuar con el otorgamiento de garantías a los créditos y generar las condiciones para mantener viva la actividad empresarial, dice el dirigente gremial.
El que la actividad empresarial dé testimonio de la reactivación que se viene produciendo en el país es una buena noticia. Sin embargo, Domínguez cree que es necesario que la economía se mantenga abierta, pues de otro modo se pondría en peligro el avance alcanzado hasta el momento por el sector productivo.
Imponer nuevas medidas que impliquen a los establecimientos de comercio o duras cuarentenas puede afectar la actividad empresarial y ese es el mayor temor. Todavía el sector productivo recuerda con cierto horror lo que ocurrió en enero pasado en algunas ciudades capitales, que terminaron destruyendo empleo y provocando el cierre de pequeños negocios.
Por eso, la recomendación de Domínguez es clara: la actividad empresarial y el comercio deben mantenerse abiertos mientras los gobiernos regionales deben ser cuidadosos de vigilar que no haya aglomeraciones y los ciudadanos cumplan con las medidas de bioseguridad.
Cálculos de este gremio indican que el año pasado las empresas destinaron 20 % de sus gastos a financiar los protocolos de bioseguridad y en ese sentido es clave mantener abierta la economía y prendidos los motores de las empresas para garantizar la reactivación.