SALUD
Fondo covid: la estrategia del Gobierno para ganar la guerra viral
El Gobierno creó el Fondo Covid, con 1,4 billones de pesos, para comprar los insumos médicos, servicios y medicinas que le permitirán atender el pico de la pandemia. ¿Cómo funcionará?
No le faltó razón al general Dwight Eisenhower cuando, a mediados del siglo XX, pronunció una frase memorable según la cual las batallas, las campañas e incluso las guerras se han ganado o perdido por la logística. Ese factor determinó el triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, cuando el mundo libra una guerra contra el coronavirus, que ya cobra la vida de casi 320.000 personas y ha contagiado a cerca de cinco millones, la logística ha sido clave. Los países con mejores ‘pertrechos’ médicos han logrado, hasta ahora, las mayores victorias.
Colombia entró en esta carrera. En marzo el Gobierno trazó la estrategia para atender integralmente la pandemia y nombró gerente covid al exministro Luis Guillermo Plata. En abril se aprobó que la logística estará a cargo del Fondo Covid, con un presupuesto de 1,4 billones de pesos. Su metodología, manual de contratación y junta directiva comenzaron a operar la primera semana de mayo y ya arrancaron a comprar insumos médicos.
“El Fondo y la Gerencia Covid, dos figuras independientes, cumplen tareas complementarias”, recalca Plata. Como gerente, identifica las necesidades y articula la respuesta desde el Gobierno y las regiones. El Fondo Covid, por su parte, ejecuta la estrategia y realiza las compras.
Al frente del fondo el Gobierno designó a la abogada Adriana Jiménez, experta en temas de contratación, a quien asesorará una junta de alto nivel que velará por la adecuada ejecución y manejo de los recursos. De esta forman parte el expresidente de Bancolombia Carlos Raúl Yepes; la exviceministra de Salud Beatriz Londoño y funcionarios del Gobierno como la presidenta de ProColombia, Flavia Santoro; la viceministra de Protección Social, María Andrea Godoy, y el viceministro de Comercio, Saúl Pineda.
El fondo desempeña un papel clave para ganar esta guerra, dice Plata. Se encargará de convocar las licitaciones nacionales e internacionales para comprar desde equipos médicos de alta calidad para dotar las unidades de cuidados intensivos (respiradores, monitores, camas y bombas de infusión) hasta pruebas diagnósticas, implementos de protección para los equipos hospitalarios y medicamentos.
Esos recursos logísticos permitirán respaldar la labor del personal sanitario, pues garantizarán las reservas para evitar un desabastecimiento. Aunque el sistema de salud provee estos elementos, el Gobierno busca asegurarse de que no falten ‘pertrechos’ cuando llegue el pico de la pandemia.
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La tarea es desafiante en momentos en los que todos los países compran esos mismos productos y su fabricación no crece al mismo ritmo de la demanda. La consultora A. T. Kearney dice que la compra de tapabocas N95 aumentó 17 veces, la de guantes de látex 15 veces y la de respiradores 10 veces. Esto genera fuertes presiones.
En respuesta, el país diseñó un mecanismo de compras centralizadas y asesores expertos que atienden los lineamientos del Ministerio de Salud en temas técnicos y de calidad. Para no crear una nueva entidad, organizó el fondo como una subcuenta dentro de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Así le da la institucionalidad, estructura y velocidad requerida, dice Plata.
Por medio de esta cuenta ordenarán el gasto y contratarán expertos en compras logísticas de elementos hospitalarios, quienes saben cómo funciona el mercado y tienen mayor capacidad para negociar.
En este momento el fondo está contratando a una de las grandes firmas de auditoría para que vigile la ejecución de los recursos y a una universidad que lo asesore en compras técnicas.
Todavía el país está en una etapa inicial, pero la idea es anticiparse en las compras fundamentales. “Cada día que podamos ganarnos antes de que la curva se nos dispare es fundamental”, afirma Plata. Estas compras deben estar listas antes de que se disparen las de países como Brasil y Rusia, donde empiezan a desbordarse los contagios, o de India, Nigeria, Indonesia y Pakistán, que hoy tienen menos contagios que Colombia, pero con una población más grande.