MERCADO INMOBILIARIO

¿Qué hacer con tanto local y casa vacía?

El negocio inmobiliario no se escapa de la actual recesión. Al alto número de locales, negocios y oficinas desocupadas se suman los problemas con la caída del consumo y el alto desempleo. Las vacunas, el ajuste de los cánones y el comercio electrónico, entre las salidas.

29 de noviembre de 2020
Entrega de vivienda /iStock | Foto: iStock

Basta con recorrer algunas de las calles más conocidas en cada ciudad de Colombia o en un centro comercial para darse cuenta de la magnitud de la crisis económica derivada de la pandemia.

Pululan los avisos de ‘Se Arrienda’, ‘Se vende’ o ‘Se permuta’.

¿Qué hacer con tanto local, oficina y vivienda vacía? El mercado inmobiliario se ha encargado de ‘digerir’ algunos de estos espacios con nuevas oportunidades de negocio o inversionistas que visualizan rentabilidades a mediano o a largo plazo. Además, para mantener la operación, muchos centros comerciales renegociaron a la baja los contratos con las principales cadenas.

Arriendo de vivienda

Otras voces como los representantes de los bares y negocios de entretenimiento proponen cánones directamente relacionados con los ingresos de cada local.

Por el lado de las bodegas, se han presentado movidas interesantes. Dafiti, Ktronix, Falabella, entre otras firmas, están ampliando sus instalaciones logísticas para atender las crecientes necesidades que se generan con el comercio electrónico.

Algunos restaurantes también han logrado ajustar sus modelos de negocio basados en los manteles para migrar al servicio a domicilio.

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Asimismo, aupados por una mejor estructura de costos de arrendamiento, varias firmas están abriendo o tienen planes para nuevos locales, como el caso de Mario Hernández, H&M y Offcorss.

Sin embargo, el stock de inmuebles sin usar sigue muy alto y preocupa, tanto a los fondos de capital que concentran el dinero en este negocio, como a los propietarios y administradores.

¿Se repetirá entonces la historia de la década de los noventa, cuando los precios de la vivienda y otros inmuebles cayeron drásticamente producto de la recesión?

Según expertos, el origen de la actual crisis es muy diferente a la de hace 20 años, pues la de esa época fue financiera y había altos niveles de apalancamiento.

Ahora no hay tanta deuda, por lo que los precios de las residencias han permanecido inicialmente estables, a diferencia de otros activos financieros.

No obstante, es claro que el sector de edificaciones pasaba ya por uno de sus peores momentos desde 2006, con una contracción de su PIB del 16,5 por ciento anual en el primer trimestre de 2020.

Por ello, el inventario de proyectos de estratos medio y alto, de inmuebles comerciales y oficinas, había venido creciendo considerablemente.

Se arrienda

Uno de los costos más grandes para muchos comerciantes y empresarios, luego de la nómina de los trabajadores, es el pago del arriendo. Sin embargo, al ser un tema entre privados ha sido uno de los más difíciles de regular por parte del Gobierno.

En el comienzo de la pandemia, el Ejecutivo expidió un decreto que permite la terminación anticipada y unilateral de los contratos de arrendamiento, con el pago de unas penalidades moderadas para algunas actividades comerciales. El objetivo era balancear las negociaciones entre propietarios y arrendatarios comerciales para facilitarlas.

La norma fue celebrada por bares, gimnasios, restaurantes, cines y otras actividades que, ante el cierre o las restricciones de sus establecimientos, han visto el desplome de sus ingresos y no han podido cumplir con sus obligaciones.

Sin embargo, no dejó tan satisfechos a los arrendatarios, quienes consideran que esto representa un antecedente nefasto de intromisión del Estado en los contratos entre privados y que podría fomentar una cultura del no pago.

No es un tema menor. Los cánones anuales de vivienda valen $25 billones, mientras que los de comercio pueden costar otros $27 billones. Sin embargo, hay una alta informalidad y una gran falta de información sobre este mercado, lo que hace que el tamaño del lío pueda ser mucho mayor.

En la actualidad, la tasa de vacancia en centros comerciales grandes se ubica alrededor del 18 por ciento, pero en los medianos alcanza el 24 por ciento, lo cual significa que uno de cada cuatro o cinco locales se encuentra desocupado.

En materia de vivienda, el mercado manda varias señales. Mientras que los indicadores de unidades desocupadas siguen siendo altos, las ventas nuevas presentan cifras alentadoras.

“Las perspectivas de inversión en vivienda nueva en 2021 tendrán máximos históricos en ventas, llegando a las 195.545 unidades, con una inversión de 34,8 billones de pesos”, dijo hace unos días Sandra Forero, presidenta de Camacol.

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Otro aspecto a tener en cuenta es la eventual aprobación por parte de las autoridades sanitarias de una o varias vacunas.

Aunque se da por descontado que la recuperación de la economía y el consumo será mucho más lenta que el proceso de vacunación, aparece en el escenario de mediano y largo plazo la posibilidad de recuperar lo perdido hasta la fecha. Es por eso que, para acelerar el repunte, será clave la política pública.  

A pesar de que buena parte de los planes de recuperación se concentra en infraestructura de transporte, será necesario ampliar los programas de subsidios y las facilidades de crédito para jalonar aún más la economía.

La construcción de vivienda hoy representa el 3 por ciento del PIB. La liquidez de los propietarios y responsables de inmuebles será determinante en este negocio golpeado por la recesión.

Otra opción –no siempre la más aconsejable– es cambiar el uso de ciertas áreas. Por ejemplo, oficinas o bodegas por comercio, o viceversa. Todas las alternativas deben estar sobre la mesa.

Construcción de vivienda