Liderazgo
¿Qué les preocupa a las empresas familiares?
Las pymes son en su mayoría empresas familiares que no solo enfrentan la compleja coyuntura de la pandemia, sino también la sucesión y las reglas del juego al interior de las familias.
En Colombia, el tejido empresarial está conformado en más del 90 % por micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Ellas responden por alrededor del 80 % del empleo. Pero, además, tienen una poderosa característica: gran parte de su estructura está cimentada en las estructuras de familia que las crearon: cerca de dos de cada tres de estas empresas, son familiares.
Aunque no hay cifras consolidadas de la supervivencia de las empresas familiares mipymes, cálculos de la consultora Vilip señalan que la tasa de supervivencia de las microempresas a 5 años es de 34,4 %, mientras que la de las empresas pequeñas es de 67,2 % y de las medianas 69,1 %. Otros datos establecen que el 70 % de las empresas familiares no logran sobrevivir a la primera generación y muchas de ellas terminan en manos de nuevos inversionistas o desaparecen producto de las crisis y las decisiones desafortunadas.
Una encuesta realizada por Views Corporation & Generación +, en los primeros días de octubre de 2020, encontró los principales retos de las empresas de familia en Colombia, en una muestra de más de 200 compañías familiares. El objetivo del estudio fue entender cuáles son los principales desafíos y los retos que tienen las empresas familiares pymes en Colombia, especialmente de cara a la transición generacional que ha sido el punto de inflexión en los momentos más críticos de las empresas de este tipo para lograr efectivamente sostenerse en el tiempo y perdurar más allá de una generación.
De acuerdo con el estudio, más del 86 % de las compañías en Colombia son familiares, pero tan solo 30 % de ellas llega a la segunda generación y 14 % a la tercera. En gran medida, esto se debe a las dificultades que implican los procesos de transición generacional.
En ese sentido, el estudio arroja varias conclusiones para las pymes familiares: el “relevo generacional” es un factor determinante en su futuro, después, incluso, de lo relacionado con el crecimiento del negocio. Reconocen no estar preparadas como organización para enfrentar el reto del relevo generacional o de la “transición”; mientras que las “reglas claras” entre los socios y las partes son temas relevantes para estas empresas a la hora de pensar en la transición generacional. Dotar a las nuevas generaciones del “liderazgo” necesario para asumir el mando es una de las competencias que se identifican como críticas.
Del total de encuestados, un 48 por ciento indicó que se siente “para nada preparado” para el proceso de transición generacional, mientras que un 39 % está “algo preparado” y solo 13 % “preparado” o “muy preparado”. Catalina Gaviria, Socia de Virtus Partners y G+, señaló que a pesar de que este proceso puede parecer sumamente complejo, a través de la experiencia e investigación se ha comprobado que existen algunos factores que permiten hacerlo con mayor probabilidad de éxito, por ejemplo, “el lograr que el crecimiento del negocio acompañe el crecimiento de la familia, que exista institucionalidad en la toma de decisiones y en la forma que se relacionan los diferentes actores alrededor del sistema empresarial familiar, tener reglas claras con los miembros de la familia y del negocio, y preservar los valores y el dinamismo de los fundadores a lo largo del tiempo”.
Por su parte, Daniel Pérez, CEO de Views Corporation, considera que “después de lo relacionado al crecimiento del negocio, algo especialmente clave dado el contexto actual, el relevo generacional es identificado como el factor más determinante en el futuro de las organizaciones familiares. Esto requiere una mayor preparación, considerando además que solo una de cada cuatro organizaciones participantes en el estudio cuenta con un protocolo de familia definido y que más de 80 % señaló que desarrollar talentos para la toma decisiones estratégicas y la gestión del día a día es clave para el relevo generacional y supervivencia de la firma”, analizó.
Precisamente, las estrategias de crecimiento, diversificación y rentabilidad son el principal desafío de las empresas de familia, con 52 % de todas las menciones, al preguntarles a los encuestados cuáles son los principales tres retos.
Sin embargo, los que ocupan los siguientes lugares –los encuestados identificaban más de una opción- están relacionados con el futuro de la organización familiar, en temas de sucesión del liderazgo (31 %), compensación a los miembros de la familia (29 %) y la definición de reglas claras en la participación de la familia en el negocio (28 %) y en la toma de decisiones de propiedad (24 %).
Para el 68 % de los encuestados, el mayor reto en términos financieros para la empresa es la transferencia patrimonial por encima de la preservación de capital (18 %) y la política de compensación y dividendos (8 %).
De acuerdo con el estudio, 64 % de las pymes familiares, de cara al crecimiento del negocio, cree que el principal reto está relacionado con tener una mejor estrategia de negocios -o en tener una, porque no la tiene-, mientras en segundo lugar, pero no tan lejos, con 61 %, es contar con mejores capacidades digitales -o crearlas porque no cuenta con ellas-, una de las principales lecciones de la pandemia. Apenas el 33 % considera el acceso a la financiación como uno de sus principales retos. En esta pregunta, los encuestados identificaron más de un desafío.
La alineación del propósito común y las reglas claras son los dos factores que se destacan como los mayores retos cuando se habla de la ‘unidad familiar’ de cara a una transición generacional en las pymes. La aspiración y el propósito común representan el 74 % y en segundo lugar, muy cerca -con 71 %- está la definición de reglas claras para el involucramiento de la familia en el negocio. Luego destacan los encuestados, mejores mecanismos para resolución de conflictos familiares (56 %) y lograr mayor interés de la siguiente generación en continuar el legado familiar (53 %).
De cara a la transición generacional, las pymes familiares ven los mayores retos en cuanto a desarrollar talentos para la “toma de decisiones estratégicas” (83 %) y para la “gestión del día a día del negocio”, 81 %. En cuanto al talento que sepa tomar decisiones patrimoniales -niveles de dividendos, entradas y salidas de negocios, máximos riesgos, etcétera- lo perciben el 63 %.
Aunque el estudio no contempla preguntas específicas en torno a la pandemia, como explica Gaviria, sí se expresa en temas como el desarrollo de canales digitales. “El comercio electrónico ha sido un espacio de encuentro de las generaciones, así como el trabajo remoto. Los más jóvenes han tenido un rol clave en impulsar el desarrollo de estos nuevos medios y en ayudar a las generaciones mayores a implementar estas estrategias y ha sido una buena oportunidad para que las generaciones mayores vean el valor que tienen los más jóvenes en apoyar el desarrollo de las empresas”, dice.
A su vez, Pérez considera que “las pymes se vieron abocadas al tema digital que cae en el centro de la discusión. Es un resultado del tema de pandemia y de confinamientos que se ve en resultados. Y lo veremos muy marcado porque en términos digitales nos pegaron un empujón de cinco años”, agrega.
Frente a los esquemas de financiación, una de las mayores dificultades de las mipymes, aunque algunos analistas económicos y legales han considerado que se pueden dar procesos de compras y fusiones más activos, todavía en Colombia no han llegado, y como menciona Catalina Gaviria, de darse estarán enfocados especialmente en compañías de tamaño mediano.
Las empresas familiares viven hoy retos complejos producto de la pandemia y la coyuntura con una recuperación económica que apenas se está dando, pero no a la velocidad que muchos esperan, y ahora en medio de nuevas cuarentenas y restricciones. Pero también desafíos internos de las familias para que estas compañías perduren en el tiempo. Un proceso vivo y complejo que ahora se desarrolla en medio de las dificultades.