INDUSTRIA

¿Qué oportunidades perdió el país por hundir la legalización del cannabis?

Con el hundimiento en la Cámara de Representantes del proyecto para regular el uso adulto de la marihuana, se le cerró la puerta a un sinnúmero de oportunidades en materia económica.

5 de noviembre de 2020
La rentabilidad del narcotráfico equivale a 3,8 puntos del PIB, lo que representa más de dos reformas tributarias.

Hace varias semanas, el país se sorprendió cuando luego de una votación apretada, pasó en primer debate una iniciativa impulsada por el congresista Juan Carlos Lozada, que buscaba modificar el artículo 49 de la Constitución y reglamentar el uso adulto del cannabis.

Con este proyecto se buscaba matar dos pájaros de un solo tiro. Por un lado, se le quitaba el negocio a las mafias y se garantizaba la seguridad de los consumidores, pero por otro, las eventuales rentas del negocio legal podrían constituir una fuente importante de ingresos para el Gobierno, muy útiles en medio del grave momento de estrechez fiscal por el que atraviesa el país.

La ilusión que se creó en varios sectores liberales del país se cayó ayer cuando en la plenaria de la Cámara de Representantes los sectores más conservadores del Legislativo hundieron el proyecto.

Desde hace varias décadas, los gobiernos de turno vienen enfrentando el problema del consumo de drogas desde una óptica prohibicionista y han invertido millones de dólares en la lucha contra el narcotráfico.

Lo cierto es que después de varios años es claro que la lucha ha sido infructuosa. Los cultivos ilícitos siguen en expansión y los grupos armados continúan lucrándose del negocio. La eventual legalización del cannabis para uso adulto podría haber sido el primer paso para cambiar dicho enfoque.

Si el proyecto de ley hubiera llegado a feliz término, habría sido la oportunidad para abrir todo un nuevo mercado legal en el país. Si bien no existen estimaciones certeras sobre cuánto representa la marihuana dentro del negocio del narcotráfico, un estudio de hace varios años realizado por el Departamento Nacional de Planeación en el que se analizó el narcomenudeo en el país, evidenció que este negocio ilegal mueve al año cerca de 6 billones de pesos, lo que significa 0,75 puntos del PIB.

De este monto, los cultivadores y productores se quedan con cerca de 300.000 millones de pesos, las bandas delincuenciales que lo controlan se quedan con 2,5 billones de pesos y los 3,2 billones restantes quedan en mano de los expendedores en las calles de las ciudades del país.

El estudio también determinó que la rentabilidad del narcotráfico equivale a 3,8 puntos del PIB, lo que representa más de dos reformas tributarias.

Por otro lado, desde hace varios años el país, además de ser productor, se convirtió en un país consumidor. En 2010, Colombia se ubicaba en el puesto número 6 de consumo de cocaína y de marihuana, hoy está en el puesto 4.

| Foto: Cortesía

Hoy en el país hay cerca de 1,5 millones de consumidores de drogas ilícitas, de los cuales más de un millón consumen marihuana, cerca de 250.000 cocaína, 80.000 éxtasis y la porción restante bazuco. Bajo esta perspectiva, la fallida regulación del cannabis habría abierto un mercado para más de un millón de consumidores.

El representante Juan Fernando Reyes, quien también impulsó el proyecto, explicó que con la dinámica que ha mostrado la industria del cannabis para uso medicinal, se prevé que su regulación podría triplicar los ingresos del sector medicinal, que representan 99 millones de dólares.

Reyes citó una declaración del exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, en la que aseguró que los impuestos derivados del eventual mercado legal de la marihuana para uso recreativo podrían representar entre 1,2 y 3,5 billones de pesos.

La experiencia internacional ha dejado en evidencia la oportunidad que representa la legalización de la marihuana. En Canadá, por ejemplo, la venta legal de cannabis ha generado ganancias por 139 millones de dólares entre octubre de 2018 y marzo de 2019.

Según la organización Drug Policy Alliance, en Estados Unidos se han creado entre 165.000 y 230.000 empleos en los estados donde la marihuana es legal, y solo en Washington –entre 2016 y 2017– se generaron ingresos por 315 millones de dólares.

Uno de los argumentos que utilizaron los opositores a la legalización para hundir el proyecto es que la cantidad de consumidores podría aumentar y que además los menores de edad tendrían más facilidad para adquirir la droga; sin embargo, en los países que se la han jugado por la legalización se ha visto que el uso no aumentó de manera desbordada.

Además, está científicamente demostrado que en términos de toxicidad la marihuana representa mucho menor riesgo para la salud que el alcohol y el cigarrillo.

Al margen del debate político e ideológico, es claro que con el hundimiento del proyecto el país le cerró la puerta a un flujo importante de recursos que podrían haber significado mayor inversión en temas como educación, salud y prevención.