Más de la mitad del Presupuesto General de Colombia es inflexible

Cada año, el Congreso se adentra en la discusión del Presupuesto General de la Nación (PGN) del año siguiente. Son semanas de “negociación” entre legisladores y el Gobierno para recortar recursos de ciertos sectores y aumentar otras partidas. 

Pese a que los rubros del presupuesto se ven modificados año a año, los expertos consideran que las bases del presupuesto son inflexibles y no tienen la capacidad de responder a las necesidades del país.

Un equipo de investigadores del Banco de la República publicó un documento en el que asegura que, con el tiempo, la elaboración del presupuesto de Colombia se ha vuelto cada vez más inflexible.

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“La formulación del PGN en Colombia parece obedecer más a un ejercicio mecánico que se caracteriza por el incremento anual de algunas partidas y por la obligación de incorporar otras con base en las normas vigentes y en el respaldo político de algunos programas que se mantienen en el tiempo”, dice el documento de los investigadores del Banco de la República.

Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, la inflexibilidad del PGN hace que el país no pueda implementar una política fiscal contracíclica en la que se ahorre en tiempos de bonanza y se gaste más en momentos de necesidad.

“La política fiscal debe ser una política contracíclica. Si yo tengo un presupuesto absolutamente inflexible, lo que va a suceder es que yo no puedo volverme contracíclico de ninguna manera, sino que voy actuando por inercia. Si miramos la historia, no se ve un gasto contracíclico en Colombia”, dijo Olarte. 

El mismo Ministerio de Hacienda ha reconocido la rigidez y la inflexibilidad del PGN de Colombia. En una presentación realizada días atrás, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, indicó que de los $152,9 billones que se tiene previsto recaudar en 2021, ya hay comprometidos $123,5 billones en obligaciones como los intereses de la deuda ($33,3 billones), las mesadas pensionales ($42,5 billones) y el Sistema General de Participaciones ($47,7 billones).

“Más o menos, el 85% del PGN es un presupuesto por ley. Eso quiere decir que se debe indexar al salario mínimo o a la inflación. Hay una flexibilidad en los ingresos, mientras que los gastos son supremamente inflexibles. Cada año, lo que se mueve es inversión porque es lo único que se puede tocar”, dijo Sergio Olarte.

Por su parte, el representante a la Cámara Fabio Arroyave, ponente del proyecto del Presupuesto de 2021, dijo que cada vez los gastos incrementan más, mientras que los ingresos de la Nación se mantienen.

“Los gastos se van incrementando y, de alguna manera, los ingresos se mantienen. Esa inflexibilidad cada año aumenta, lo que en una pandemia como la que vivimos se profundiza. Para tener más ingresos hay que hacer más reformas y esa es la discusión que se debe dar”, dijo el congresista.

Al respecto, los investigadores del Banco de la República consideran que el presupuesto de inversión en Colombia impide desarrollar las políticas de estabilización económica, lo que podría incluso afectar el crecimiento de largo plazo del país.

“En los últimos años, los recursos asignados se han venido inflexibilizando por la utilización del mecanismo de las vigencias futuras y por los programas sociales que se han venido trasladando entre diferentes gobiernos. La inversión, por su menor rigidez, generalmente se ajusta en los periodos con dificultades económicas y fiscales, lo que puede limitar el desarrollo de las políticas de estabilización económica y puede afectar el crecimiento de largo plazo”, dice el documento de los investigadores del Banco de la República. 

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Olarte coincide con los investigadores del Emisor colombiano y afirma que, con la imposibilidad de manejar el gasto de Colombia, no se puede incrementar el PIB potencial a largo plazo.

“El gasto de largo plazo, que es el que en verdad genera PIB potencial, no se puede mover con libertad y no se puede hacer lo necesario para que impacte el crecimiento potencial del país”, dijo Olarte.

Los expertos consideran que el país debe modernizar su estructura tributaria y fiscal, en materia de ingresos y gastos, para que el PGN pueda ser más maleable y así se puedan formular políticas públicas que tomen en cuenta el contexto internacional y las necesidades del país.