Economía
¿Recibe remesas de sus familiares desde EE.UU.? Esta es la preocupación con la llegada de Donald Trump a la presidencia
Hay expectativa por lo que ocurra en los próximos meses con las políticas migratorias en ese país. El presidente electo ha anunciado deportaciones masivas. Será fundamental para la estabilidad financiera de miles de familias en el país.
Tras el triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones y quien será el presidente de Estados Unidos a partir de enero, se ha incrementado la preocupación sobre la situación migratoria en ese país y los efectos que pueda tener en distintas regiones del planeta.
Recientemente, Trump anunció deportaciones masivas de migrantes. Como lo señaló, en una entrevista a The New York Times, Sthepen Miller, quien liderará las políticas migratorias del nuevo gobierno, se tratará de redadas masivas en sitios de trabajo y lugares públicos.
En su momento, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, explicó a SEMANA que Donald Trump propone implementar un plan para llevar a cabo “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, dando lugar a la expulsión de migrantes en situación irregular y aquellos con antecedentes delictivos.
“Esta iniciativa estaría orientada a restaurar la seguridad en comunidades y reforzar el respeto por las leyes de inmigración, donde quienes cumplen con las normativas legales puedan permanecer en el país. En seguridad fronteriza plantea completar el muro fronterizo y reforzar la seguridad en la frontera sur para lograr detención de la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. Se desplegaría personal militar adicional y se implementarían políticas más estrictas para asegurar que la frontera de Estados Unidos sea robusta y proteja la soberanía nacional en torno a la seguridad de todos los ciudadanos”, señaló Lacouture.
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El nerviosismo radica en que una política de este alcance pueda afectar uno de los mayores “combustibles” para la economía de los países emergentes: las remesas que envían los trabajadores que están en Estados Unidos para la manutención de sus familias en sus lugares de origen.
“La reelección de Donald Trump plantea retos significativos para Colombia y los demás países de América Latina y el Caribe receptores de remesas. Entre los riesgos principales se encuentran: i) la deportación masiva, la cual podría reducir el número de migrantes trabajadores en Estados Unidos, limitando la capacidad de enviar dinero; y ii) los impuestos a las remesas como parte de las políticas antimigratorias, lo que encarecería los envíos de estas”, advierte en un análisis Anif.
Los flujos de remesas hacia Colombia han mostrado un fuerte crecimiento desde 2021. En lo corrido de 2024 hasta octubre crecieron 17,2 % anual, hasta 9.700 millones de dólares, superando los mil millones de dólares al mes desde junio.
Corficolombiana estima que en 2024 las remesas ascenderán a 11.800 millones de dólares, 1,8 veces el nivel observado en 2019. La depreciación de la tasa de cambio las llevará a superar los 48 billones de pesos, equivalente al 2,8 % del PIB. Esto es un incremento de 2,4 veces frente a 2019. Para 2025, proyecta que los ingresos por remesas alcanzarán un máximo histórico de 13.000 millones de dólares (unos 56,6 billones de pesos, que representa 3,1 % del PIB), “lo que las convertirá en la principal fuente de divisas de la economía colombiana, superando a las exportaciones petroleras si estas siguen su tendencia decreciente”, afirma el análisis de la entidad.
“El dinamismo de la migración de colombianos al exterior y el buen desempeño de las economías de Estados Unidos y España han sido esenciales para el auge de las remesas en Colombia. Algunas de estas transferencias incluyen un componente informal, que podría estar vinculado a actividades ilícitas”, señala el análisis de Corficolombiana y agrega que las remesas se han consolidado como la segunda fuente de divisas del país, aliviando las presiones cambiarias. Además, han mitigado el impacto en el consumo de los hogares en un contexto de altas tasas de interés, elevado endeudamiento e inflación. Son especialmente esenciales para los hogares más vulnerables, constituyendo su tercera mayor fuente de ingresos.
El desafío de las remesas no es exclusivo de Colombia. Según Anif, Ecuador lidera como el principal receptor de la región suramericana, donde representaron el 4,6 % del PIB en 2023, seguido de México con 3,7 % del PIB. Estos países, al igual que Colombia, enfrentan riesgos ante políticas más restrictivas en Estados Unidos, dado que dependen enormemente de estos flujos.
La región de América Latina y el Caribe, agrega Anif, enfrenta un panorama incierto. De materializarse las políticas propuestas por Trump, se estima que el crecimiento de las remesas podría desacelerarse, afectando negativamente el consumo en estas regiones. “Así mismo, la calidad de vida de las familias que dependen de estos ingresos podría verse afectada, en particular la de las mujeres y trabajadores informales, quienes son los principales beneficiarios de estos ingresos”, señala el informe.
Por su parte, desde Corficolombiana consideran que el principal reto a corto plazo es la incertidumbre sobre el impacto de la segunda presidencia de Donald Trump y sus propuestas antimigratorias, “aunque prevemos –dice su análisis– que el efecto será gradual y no afectará significativamente los flujos de remesas. A largo plazo, es esencial aprovechar esta bonanza de recursos, orientándolos hacia la inversión productiva y el desarrollo del país”.
Las remesas son una fuente crucial de ingresos para Colombia y otros países de América Latina y el Caribe. En Colombia, de acuerdo con cálculos de Anif, las remesas provienen principalmente de Estados Unidos y España (42 % del total) y, en 2024, han representado cerca del 3 % del PIB, reflejando su rápido crecimiento reciente, pues hace una década representaban tan solo 1,1 % del PIB. En lo corrido del año a septiembre los datos indican que las remesas en Colombia presentaron una tasa de crecimiento del 17,2 % anual, el dato más alto en Suramérica.
“Luego de la contracción del 3 % que experimentaron las remesas en el año 2020 por efectos de la crisis económica mundial derivada de la pandemia, en 2021 estas tuvieron un notable repunte al alcanzar un crecimiento del 24 %, debido en buena medida a las ayudas que los gobiernos donde residen los emigrantes ofrecieron a los hogares para sortear la crisis. Posteriormente, continuaron creciendo a una tasa promedio anual cercana al 10 %, y en 2023 las remesas que recibió el país superaron por primera vez los 10.000 millones de dólares”, agrega un análisis del Banco de la República.
El incremento en las remesas coincide con el crecimiento en el proceso migratorio desde Colombia. Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), el año 2023 reflejó la segunda cifra más alta de la historia reciente de colombianos que salieron del país para no volver. Fueron 446.000 personas, dato solo superado por el registrado en 2022, cuando llegó a 547.000.
Además, se ha dado un incremento del número de personas que están recibiendo estas ayudas en Colombia: de algo menos de un millón de personas en 2016, esta cifra ascendió a 2,1 millones de colombianos en junio de 2024, señala el informe del Banco de la República.
En definitiva, las remesas son un factor clave para complementar los ingresos de muchos hogares en Colombia y el resto de América Latina y el Caribe, como advierte Anif, así como una importante fuente de ingreso de divisas. Sin embargo, el contexto político en Estados Unidos añade incertidumbre a su crecimiento futuro. Y concluye este centro de pensamiento con esta advertencia: lo que ocurra en los próximos meses con las políticas migratorias en Estados Unidos será fundamental para estos recursos y, por ende, para la estabilidad financiera de múltiples familias en el país.