LABORAL
¿Qué tan viable es la jornada laboral de 4 días a la semana?
Una de las tendencias globales que ha tomado fuerza en los últimos años es la de la reducción de la jornada laboral con el fin de incrementar la productividad de los trabajadores. Hay compañías que afirman haber incrementado su productividad por la medida.
Uno de los pioneros en establecer el sábado y el domingo como días libres para los trabajadores fue el fabricante de autos estadounidense Henry Ford, en 1926, con la idea de que el descanso durante el fin de semana los haría más productivos, reduciendo el ausentismo y mejorando la eficiencia.
Por esa misma época, el economista John Keynes indicó que, eventualmente, la sociedad evolucionaría hacia una semana laboral de solo 15 horas, considerando la velocidad de los avances tecnológicos.
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Casi un siglo después, esa predicción aún está lejos de cumplirse, aunque varias empresas han realizado experimentos para reducirla a 32 horas y hasta existe una organización en Nueva Zelanda llamada "4 day week" que promueve la semana laboral de cuatro días.
"Todos los negocios con los que hablamos reportan un aumento de la productividad", le dice a BBC Mundo Charlotte Lockhart, directora ejecutiva de la organización.
Lockhart y Andrew Barnes implementaron la semana laboral de cuatro días en 2018 en la firma Perpetual Guardian, dedicada a la asesoría para la planificación del patrimonio familiar e inversiones financieras.
"Nuestra experiencia ha sido muy exitosa", comenta Lockhart, argumentando que disminuyó el ausentismo laboral y aumentó el bienestar de los trabajadores.
La idea detrás del horario reducido es, como lo plantea Andrew Barnes en su libro The four day week, una apuesta por el trabajo flexible que permita aumentar la productividad, la rentabilidad, el bienestar y un futuro más sustentable.
Teniendo en cuenta esos factores, el gigante consorcio Unilever comenzará en diciembre un experimento que se extenderá por un año con los 81 empleados de la firma en Nueva Zelanda: reducirá la semana laboral a cuatro días, sin rebajar el salario de los empleados.
"La viejas formas de trabajar están obsoletas", le dice a BBC Mundo Nick Bangs, director gerente de Unilever Nueva Zelanda.
Bangs cuenta que los motivó el ejemplo de empresas como Perpetual Guardian y Microsoft en Japón, y por las ideas de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Ardern, sobre la necesidad de buscar maneras más flexibles de trabajo en medio de la pandemia de la covid-19.
La multinacional medirá el desempeño de los trabajadores en relación con sus resultados y, según las conclusiones que arroje el experimento, decidirá si aplica el nuevo sistema de trabajo en otros países.
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Entre las firmas que han reducido la semana laboral están la británica Nicholson Search, la danesa IIh Nordic y la estadounidense Monograph, que comenzaron con el nuevo modelo de trabajo hace más de cuatro años.
Otros ejemplos son MRL Consulting, Morrisons, ICE recruitment, Buffer y el gobierno local de la ciudad española de Valencia, que incluso anunció en octubre subsidios para las empresas que adopten este régimen laboral.
Según el secretario autonómico de Empleo de esa ciudad ibérica, Enric Nomdedéu, el objetivo es mejorar el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada, reducir la huella de carbono, y aumentar la productividad.
El misterio de Microsoft
BBC Mundo contactó a Microsoft Japón para conversar sobre la experiencia de la firma tras realizar un experimento de cuatro días laborales que se extendió por un mes en agosto de 2019, pero la empresa declinó referirse al tema.
Jan-Emmanuel De Neve, director del Centro de Investigación del Bienestar de la Escuela de Negocios de la Universidad de Oxford, señala que todos los estudios que han evaluado el impacto de una semana de cuatro días han mostrado resultados positivos en términos de productividad, entendida como la cantidad de trabajo que se hace en un tiempo definido.
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"No he visto ningún estudio que apunte a un resultado contrario", le dice De Neve a BBC Mundo.
Por ejemplo, agrega, la empresa Pursuit Marketing en Escocia experimentó un aumento del 22% en su productividad al implementar este sistema.
Sin embargo, De Neve plantea que es importante considerar los efectos en el bienestar de los empleados y el equilibrio entre la vida laboral y la personal.
"El ángulo del bienestar es la clave para comprender por qué hay un repunte de la productividad", apunta, explicando que existe evidencia causal sobre el impacto del bienestar de los empleados en la productividad.
"En nuestro estudio con British Telecom, encontramos que en las semanas en las que los trabajadores están más felices hay un aumento del 13% en las ventas".
"No es realista"
Hasta ahora, los experimentos que reducen la semana laboral han sido impulsados por empresas que, voluntariamente, han escogido probar ese camino.
Sin embargo, en países como Reino Unido, se ha generado un duro debate político luego que organizaciones sindicales y miembros del Partido Laborista propusieran una adopción generalizada de la semana laboral reducida.
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En medio de la discusión, un informe elaborado por el historiador económico Robert Skidelsky y publicado en septiembre del año pasado arrojó que la imposición de una semana laboral de cuatro días "no es realista ni deseable".
Skidelsky planteó que ese tipo de políticas no tendría éxito, citando el ejemplo de la introducción en Francia de un límite semanal de 35 horas de trabajo en 1998.
"La evidencia es que, después de un breve efecto de impacto, la legislación de Francia se volvió ampliamente ineficaz por una acumulación de excepciones y vacíos legales".
Jonathan Boys, economista especializado en mercado laboral del Instituto Colegiado de Personal y Desarrollo (CIPD, por sus siglas en inglés), argumenta que no es la mejor alternativa.
"Se ha sugerido que puede aumentar la productividad y proporcionar un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal, pero la evidencia de esto es escasa y autoseleccionada", le dice Boys a BBC Mundo.
El economista explica que, durante la última década, el crecimiento de la productividad ha sido plano y que la caída de la inversión empresarial durante la pandemia sugiere que esta tendencia continuará.
Desde esa perspectiva, el actual contexto económico muestra que "las fuerzas económicas no están trabajando a favor de la semana laboral de cuatro días", apunta el experto.
Con todo, Boys plantea que puede haber cambios en los sistemas de trabajo a raíz de la pandemia, dado que la evidencia preliminar sugiere que el teletrabajo podría impulsar la productividad.
Además, muchas personas planean continuar trabajando desde la casa después de la pandemia, algo que está transformando el sistema de trabajo tradicional.
"Si no podemos reducir nuestras horas de trabajo, al menos deberíamos reducir los viajes diarios", apunta Boys.