ECONOMÍA

Aprobada la reforma tributaria en el Congreso

El gobierno logró lo que parecía un imposible: subir el IVA al 19 por ciento y gravar los dividendos. También habrá impuesto verde y mayor control a las entidades sin ánimo de lucro. La reforma dejará 6 billones de pesos el próximo año.

23 de diciembre de 2016
| Foto: Guillermo Torres

Seguramente nadie quedó contento con la reforma tributaria, pues directa o indirectamente tocará a todo el mundo a partir del próximo año. Pero, sin duda, a quien sí dejó tranquilo es al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, porque logró sacar adelante una reforma que, por varias razones, se veía demasiado enredada en el legislativo. Primero por la tardanza misma del gobierno para presentar el proyecto, luego porque la Casa de Nariño no quería mezclar impuestos con plebiscito y después porque llegó el Fast Track.

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El camino no solo se veía difícil en el Congreso, por la estrechez del tiempo para su trámite, sino por la férrea oposición que hicieron muchos sectores, entre ellos los empresarios. Por eso, lograr la aprobación de la reforma le salvó el año al ministro Cárdenas, pues calmará a las agencias calificadoras que amenazaban con bajar la nota de la deuda soberana, si la tributaria no era aprobada antes del cierre de 2016.

Hay que decir, que el gobierno esperaba una reforma más robusta en cuanto al recaudo, pero lo aprobado garantiza recursos por 6,1 billones de pesos el próximo año; 6,8 billones en el 2018; 12 billones en el 2019; 15,7 billones en el 2020; 19,6 billones de pesos en el 2021 y 24 billones de pesos en el 2022. El ministro Cárdenas, dice que se salvó la política social. La batalla no fue fácil, entre la primera propuesta del gobierno y la que fue aprobada hay una diferencia de 16 billones de pesos, cuando se calcula el recaudo en un horizonte de seis años.

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Con la nueva normatividad tributaria, se corrigen muchos defectos de la reforma de 2014, que les complicó la vida a muchos contribuyentes personas naturales y jurídicas.

Ahora desaparecen temas como el IMAN y el IMAS para los asalariados, y para las empresas se unifica en un solo tributo el impuesto de renta, el CREE y la sobretasa.

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Es seguro que los expertos tributarios se tomarán tiempo para analizar los más de 300 artículos y medir su impacto. Aunque queda pendiente la conciliación de la reforma, estos son algunos puntos que a partir del 2017 le cambiarán la cara a la tributación en Colombia.

1. La tarifa de renta para las sociedades bajará al 33 por ciento, a partir del año gravable 2018. Durante el 2017, la tarifa general del impuesto sobre la renta será del 34 por ciento para las sociedades. La sobretasa de renta que pagan las empresas con utilidades de más de 800 millones de pesos, será del 6 por ciento para 2017 y del 4 por ciento para 2018, para desaparecer en el 2019.

La tarifa de renta para los usuarios de zona franca será del 20 por ciento.

Se establece una tarifa de renta especial del 9 por ciento, para ciertas empresas. Los servicios prestados en nuevos hoteles que se construyan en municipios de hasta 200.000 habitantes tendrán esta tarifa especial. Este beneficio se mantendrá por 20 años y cubre a los hoteles que se construyan en los próximos 10 años.

En renta se fijaron descuentos especiales para las inversiones en control, conservación y mejoramiento del medio ambiente. También para inversiones en investigación, desarrollo tecnológico o innovación.

En materia de dividendos, se gravarán en cabeza del accionista, no de la sociedad. La tarifa será del 10 por ciento, para montos superiores a 29,7 millones de pesos al año. Habrá una tarifa del 5 por ciento para dividendos en el caso de sociedades extranjeras.

2. La columna vertebral de la reforma tributaria es el aumento de la tarifa general del IVA al 19 por ciento. A partir del 2017, del recaudo del impuesto sobre las ventas un punto se destinará así: la mitad a la salud y la otra mitad a educación. El cuarenta por ciento por ciento de este recaudo se destinará a la financiación de la Educación Superior Pública.

Habrá una tarifa del 5 por ciento para varios productos, bienes y servicios. Por ejemplo, la vivienda nueva cuyo valor supere los 800 millones de pesos. Queda claro que la vivienda de interés social VIS, urbana y rural, y de vivienda de interés prioritario estarán exentas del IVA.

También con 5 por ciento de IVA se gravarán las neveras que cuesten menos de un millón de pesos, con un programa de recambio que pueda ser reglamentado por el Gobierno. Igualmente, las bicicletas de menos de 1,5 millones de pesos.

Siguen sin IVA alimentos que hacen parte de la canasta familiar. También los tractores para uso agropecuario, remolques, lentes de contacto, los lápices de escribir. Los computadores personales cuyo valor no exceda el millón y medio de pesos.

3. La reforma trató con más suavidad a los asalariados. Seguirán contando con una renta exenta del 25 por ciento del ingreso y pueden descontar un 15 por ciento adicional en distintos beneficios (como dependientes, medicina prepagada, depósitos en cuentas AFC, entre otros). Es decir, un 40 por ciento. En materia de impuestos para los asalariados no se amplió la base de contribuyentes y declarantes. Se dejó el actual nivel a partir del cual se declara renta.

4. A partir de 2017 se crea el monotributo que es opcional y se podrán acoger los pequeños comerciantes con ingresos brutos entre 42 millones y 104 millones de pesos y que su actividad económica la desarrollen en un establecimiento con un área inferior o igual a 50 metros cuadrados. El valor anual a pagar iría entre 476.000 pesos y 952.000 pesos, dependiendo de los ingresos que reciba. En esta suma está incluido el impuesto y la contribución a los BEPS (beneficios económicos periódicos). Los contribuyentes que opten por el monotributo deberán inscribirse en el Registro Único Tributario (RUT) antes del 31 de marzo del respectivo período gravable. Quienes se inscriban no estarán sometidos al régimen ordinario del impuesto sobre la renta y complementarios por el respectivo año. Deberán presentar una declaración anual en un formulario simplificado y pagar en bancos y demás entidades autorizadas para recaudar.

5. Se establecieron medidas y cláusulas más severas para evitar el abuso del régimen tributario especial. La Dian ejercerá la fiscalización de las entidades sin ánimo de lucro y de aquellas que soliciten su calificación en el Régimen Tributario Especial. La entidad deberá incluir, dentro de su plan anual de fiscalización, un programa de control a las entidades sin ánimo de lucro.
Uno de los temas más álgidos de la reforma, desde que fue presentada en octubre, fue la propuesta de penalizar la evasión en renta, a partir de 5.000 millones de pesos. Aunque en la Cámara se había aprobado la propuesta del fiscal de que el monto fuera más de 170 millones, en el Senado esa idea (más dura que la original) no pasó. Será uno de los temas duros de la conciliación. La evasión de IVA se castigará con cárcel entre 4 y 9 años. 

6. Se creó el impuesto verde (a las emisiones de carbono). Este impuesto al carbono es un gravamen que recae sobre el contenido de carbono de todos los combustibles fósiles, incluyendo todos los derivados de petróleo y todos los tipos de gas fósil que sean usados con fines energéticos, siempre que sean usados para combustión. Se decidió gravar la venta de gas licuado de petróleo efectuada a usuarios industriales. De igual modo, en la venta del gas natural, el impuesto solamente se causará en el caso de la industria de refinación de hidrocarburos y la petroquímica. El impuesto al carbono tendrá una tarifa específica considerando el factor de emisión de dióxido de carbono (CO2) para cada combustible determinado.

En esta línea ambiental, se gravará las bolsas plásticas para cargar o llevar productos adquiridos en los establecimientos de comercio y así, desestimular esta práctica y generar beneficios para el medio ambiente.

7. Los servicios de telefonía, datos, internet y navegación móvil tendrán impuesto al consumo, y estarán gravados con la tarifa del 4 por ciento. Se gravará solo el monto que exceda de una UVT (cerca de 30.000 pesos). Este impuesto de cuatro por ciento será destinado a inversión social en deporte y cultura y se distribuirá así: El 70 por ciento para deporte, el 30 por ciento restante para cultura.

Las motos de más de 180 centímetros cúbicos tendrán además del IVA un impuesto al consumo del 8 por ciento.