ECONOMÍA
La soledad de Cárdenas
Varios ministros del gabinete han brillado por su ausencia en el Congreso donde se discute la reforma tributaria. El jefe de la cartera política, Juan Fernando Cristo, fue uno de los ausentes de la jornada del miércoles.
Cuando un proyecto de reforma tributaria llega a las plenarias de Senado y Cámara, para su último debate, es usual que el poder ejecutivo redoble esfuerzos y acompañe al ministerio de Hacienda, autor y responsable de las iniciativas que tienen que ver con impuestos. Esto se esperaba en esta ocasión, en especial porque el ambiente político no era fácil, el gobierno ya no está en sus primeros años de luna de miel y la apuesta que se juega en estos días en el capitolio tiene implicaciones profundas en la sostenibilidad fiscal del país.
Por eso sorprendió que en la noche del miércoles, cuando la reforma tributaria estaba en su recta final prácticamente ninguno de los jefes de las carteras apareció por el Capitolio. En los pasillos del Congreso fue evidente la ausencia del ministro del Interior Juan Fernando Cristo. Al ser el encargado de la cartera política, es usual verlo atajando congresistas para mantener el quorum y corriendo de un lado a otro para evitar que metan micos. En esta ocasión, el ministro no fue.
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Tampoco estuvieron el ministro de Salud, que ha sido el vocero del impuesto a las bebidas azucaradas que no soportó los debates previos y se hundió antes de llegar a las comisiones económica; ni el de ambiente que debería poner la cara por el impuesto a la gasolina; tampoco el de agricultura, considerado un viejo zorro de la política y que se esperaba diera su apoyo. A la ministra de Comercio, María Claudia Lacouture, la extrañaron el miércoles, cuando el ambiente estaba más agitado en contra de la reforma, aunque el jueves estuvo al tanto en la plenaria del Senado.
El miércoles cuando el proyecto se debatía en las dos corporaciones, prácticamente el único que apoyó fue el jefe de la cartera de minas, Germás Arce, para defender los temas que tienen que ver con su sector.
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Quienes están curtidos de reformas tributarias, dicen que pocas veces se había visto un ministro de Hacienda tan solo. Cárdenas caminaba por todo el recinto y como si intentara el don de la ubicuidad, se desplazaba de una cámara a otra para evitar un gol y un posterior dolor de cabeza. No lo logró completamente, porque en la Cámara los parlamentarios aprobaron un artículo para reducir del 12 al 4 por ciento, el aporte a salud que hacen los pensionados que reciben una mesada menor a 4 salarios mínimos. Esta aprobación fue el clímax, pues el ministro consideró que tendría un costo fiscal de 3 billones d pesos y pese a su rechazo, ya los parlamentarios de la Cámara lo habían decidido y no hubo poder humano que los hiciera devolver la película.
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Muchos en el Congreso recordaron otras épocas, en las que el ejecutivo en pleno, acompañaba las reformas tributarias, tal vez la prioridad de la Paz y el Fast Track, explica la poca solidaridad de los ministros con su colega de Hacienda. Al final, tal vez, en un acto de colegaje tardío, algunos miembros del gabinete se aparecieron en la plenaria del Senado el jueves.
La primera en llegar fue la ministra de Vivienda, Elsa Noguera. Desp