¿Se les está pasando el pesimismo a los empresarios?

Según la Encuesta de Opinión Empresarial (EOE) de Fedesarrollo, tanto el Índice de Confianza Comercial (ICC) como el Índice de Confianza Industrial (ICI) tuvieron mejores resultados en diciembre de 2018, frente a noviembre y al año anterior.

Los resultados muestran que el ICC registró un balance positivo de 29,3%, 1,3 puntos más alto que en noviembre y 7,9 puntos más que respecto de diciembre de 2017.

El ICC mide la situación económica actual de las empresas, el nivel de inventarios o existencias y las expectativas sobre los próximos seis meses. Las tres variables tuvieron un comportamiento positivo y esto explica la mejoría.

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Por el lado del ICI, este indicador reúne los resultados entre tres aspectos: volumen de pedido, nivel de existencias y expectativas de producción para el próximo trimestre.

“En diciembre, el ICI se ubicó en -1,1% en su serie original, que representa un incremento de 3,2 puntos respecto al mes anterior y un aumento de 3,7 puntos frente al mismo periodo de 2017. Con este resultado, el ICI revirtió la tendencia a la baja de los últimos meses, pero se mantiene en terreno negativo”, comenta el informe de Fedesarrollo.

Uno de los factores que mayor incertidumbre había generado durante el cierre de 2018 fue la discusión en el Congreso de la República de la ley de financiamiento. Existía mucha preocupación sobre el impacto que tendría esta norma en la economía. Pero los temores se fueron desvaneciendo, cuando se desechó la posibilidad de gravar con IVA toda la canasta familiar. Eso se podría explicar el optimismo con que cerraron el año los empresarios.

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Un espejo de esta situación es lo que ha ocurrido con el otro gran indicador de confianza que realiza Fedesarrollo que es la Encuestas de Opinión del Consumidor, el cual mostró igualmente cierta mejoría en diciembre, cuando ya el panorama sobre el alcance de la tributaria estaba claro.

Durante los últimos años, el factor tributario ha golpeado seriamente las expectativas de todos los actores económicos, especialmente por el incremento del IVA establecido en la reforma de 2016 y que entró en vigencia en 2017. En ese momento las expectativas tanto de consumidores como de empresarios cayeron y esa situación se extendió prácticamente durante todo 2017, pues a eso se le sumó la incertidumbre por la elección presidencial de 2018.

Al cierre de la anterior vigencia se notó un repunte en el clima tanto para el consumo, como para los empresarios y se espera que esta situación se mantenga a lo largo de 2019. Sin embargo, el atentado terrorista de la semana pasada en Bogotá volvió a poner con los nervios de punta a muchos. Cabría esperar que esta situación afecte las expectativas y los niveles de confianza en el país.

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Es claro que durante los últimos años, los indicadores de confianza han mostrado que los actores económicos (consumidores y empresarios) han tenido que enfrentar escenarios de incertidumbre. Es necesario darle seguimiento al tema, porque estos indicadores muestran con claridad hacia dónde va la economía.