ROBOS
Robos en supermercados ¿Cuántos salarios mínimos se podrían pagar con lo que allí se roban?
Vea los videos. Se roban desde una bolsa de lentejas hasta electrodomésticos.
Los supermercados y otros negocios colombianos de retail tuvieron restas en sus ingresos por 589.000 millones de pesos, debido a lo que el gremio Fenalco llama 'mermas’, que, aunque incluyen varias fuentes de pérdidas, en su mayoría están relacionadas con los robos.
Durante el 2019, según informe presentado este miércoles, solo los robos en estos establecimientos de comercio dejaron pérdidas por encima de los 248.000 millones de pesos, lo que significa un incremento de 4,2 por ciento frente al registro del 2018, que fue de 238.000 millones de pesos.
Las 'mermas’ totales contabilizadas por Fenalco permitirían financiar 34.600 puestos de trabajo con ingresos de salario mínimo mensual durante casi dos años. Es decir, se pueden pagar 670.993 salarios mínimos con esa plata.
PARA VER MÁS:
Lo más leído
Los delitos son cometidos, tanto por personal interno como externo. El robo externo, que está mayoritariamente orquestado desde las bandas delincuenciales, representa el 63 por ciento; aunque no falta uno que otro visitante que se antoja de algún producto.
Durante el año estudiado por Fenalco, según indicó su presidente, Jaime Alberto Cabal, se presentaron 146.308 episodios en almacenes de cadena del país. La mayor parte, 143.207, provienen del componente externo. La mayoría de los casos, el 54 por ciento, se presentó en la región centro, mientras que la Orinoquia se destacó por no tener ningún caso.
Lo que más se roban son productos perecederos y fáciles de ocultar, con un 42 por ciento, pero no falta el que se lleva un electrodoméstico. Fenalco, según Cabal, ha podido detectar que el delito se comete, no por hambre, sino para revender. De hecho, hasta el carro del mercado es usado para sacar productos de los almacenes.
Burlan las medidas de seguridad
Parece difícil que se puedan presentar sustracciones sistemáticas de productos de los negocios del retail. Vigilantes, cámaras que todo el mundo sabe que están activas, pines en las prendas y otros artículos, como vinos y licores, apetecibles para el que entra a estos lugares con malas intenciones, están hoy disponibles en los supermercados y centros de distribución de retail.
Sin embargo, si el comercio se prepara para enfrentar el robo, también lo hacen las bandas. De acuerdo con los datos presentados por Fenalco, aunque la mayor parte de los artículos que se sacan ilícitamente de un negocio son perecederos (prendas de vestir, envasados, cajas) hay un alto robo de productos frescos, principalmente carnes.
Hay que señalar que hasta la uva que consume el ciudadano al interior del establecimiento de comercio, se agrega a la suma de la llamada merma en el comercio.
Las modalidades utilizadas para llevarse los productos, cambiaron. Ya no se utilizan tanto a los menores de edad sino a los adultos mayores, según halló Fenalco.
En cuanto a las ‘tretas’ que se han inventado se destacan, la presentación de tiquetes faltos de pago, el aprovechamiento de la reducción de uso de bolsas plásticas para salir mientras el vigilante está distraído.
Pero claramente, estas situaciones resultan anecdóticas para el alto impacto que tiene la incursión de una banda delincuencial a un sitio de estos, que, tras la pandemia, están más activos, lo que tiene preocupados a los comerciantes, pues las reducciones generalizadas de los ingresos en el país podrían disparar la inseguridad y la ocurrencia de estos hechos.
Quedan en imágenes
In fraganti. Así es como pillan las cámaras de las grandes superficies a los visitantes que entran a sustraer productos sin pasar por la registradora, o los que solo están en el lugar y deciden no salir con las manos vacías.
Fenalco, el gremio de comerciantes, presentó este miércoles el llamado Censo Nacional de Mermas 2020, que contiene todo un capítulo de los robos en los supermercados.
En ocasiones, a los administradores de estos sitios les resulta curioso cuando realizan el monitoreo y detectan la actitud sospechosa de algún visitante que transita por los pabellones del almacén. Desde ese momento, las pantallas de revisión lo siguen. Puede que logre o no logre su objetivo de cargar la bolsa con productos. Todo depende de que tantos ojos él crea que hay a su alrededor. Lo que no toma en cuenta es el ojo invisible que hay en alguna parte del negocio, provisto por las cámaras de seguridad que, entre más indetectables, más efectivas son.