Salario mínimo
Salario mínimo 2023: ¿cuál sería y cuánto descontarían por salud y pensión?
Esta semana comienzan las negociaciones de los sindicatos y las centrales obreras.
El aumento del salario mínimo para el próximo año es un tema que sin duda estará de primeras en la agenda informativa del país durante el mes de diciembre, puesto que desde esta semana los empresarios y las centrales obreras empezarán a negociar el porcentaje en que subirá este ítem, teniendo en cuenta la situación económica del país en este momento y las proyecciones que desde ya se están haciendo para el 2023.
Factores como la inflación, que en este momento se ubica en su punto más alto desde hace 20 años, el precio del dólar, la devaluación del peso, las tasas de interés, la crisis que sacude a los países potencia y la cada vez más inevitable posibilidad de una desaceleración económica el año que viene; serán algunos de los elementos que estarán puestos sobre la mesa en esta ocasión para analizarlos a fondo, de cara a una decisión.
Conforme se debate el aumento del salario mínimo, los colombianos empiezan a hacer cuentas de todos los valores que suben conforme se ajusta este rubro, como los aportes a salud y pensión, así como los cánones de arriendo, los servicios públicos, las multas de tránsito, los trámites notariales y los costos educativos; entre otros. Sin embargo, no hay que olvidar que el IPC es otra referencia que se tiene en cuenta.
Por ahora los cálculos y pronósticos ubican el aumento del salario en un rango entre el 12 % y el 15 %, tomando como referencia la inflación, que actualmente está en el 12,22 %, y el rango de crecimiento de la productividad para este año que por ahora se prevé que sea del 1,2 %, según centros de pensamiento como Fedesarrollo. Este será uno de los aumentos más fuertes de los últimos años, teniendo en cuenta la realidad económica que atraviesa el país, por culpa de los problemas ya mencionados.
Según las cuentas del Gobierno del presidente Petro, dadas a conocer por el viceministro de Hacienda, Diego Guevara, los estimativos apuntan a un aumento del 15 %, con lo que el salario mínimo para 2023, quedaría en 1.150.000 pesos. No obstante, aún queda mucha tela por cortar y primero se deberán escuchar las propuestas que lleguen desde los empresarios y las centrales obreras, que deberán ponerse de acuerdo antes del próximo 30 de diciembre o la decisión se irá por decreto que expida la Casa de Nariño.
Tomando como referencia las proyecciones del Gobierno nacional y siguiendo lo que se establece actualmente frente a los aportes de salud y pensión que obligatoriamente deben realizar todos los trabajadores en el país, 16 % para pensión y del 12,5 % para pensión. Así las cosas, estos montos quedarían en 184 mil pesos para el primer pago y de 143 mil 750 pesos para el segundo. Vale la pena destacar que esto se daría si finalmente el aumento queda en 1.150.000 pesos, tal y como estima el Gobierno Nacional.
Otro punto que vale la pena tener en cuenta es que este dinero no lo paga totalmente el trabajador, ya que según la Ley 100 de 1993, el empleador debe asumir el 12 % para el caso de la pensión y el 8,5 % para salud, por lo que cada trabajador pagaría únicamente un 4 % de salud y un 4 % de pensión; es decir, 46 mil pesos para cada uno de estos valores que establece la normativa laboral del país.
Según el Ministerio del Trabajo, mañana miércoles -30 de noviembre- será el inicio formal de los diálogos para la concertación del salario mínimo, ya que se instalará la subcomisión de productividad donde asistirán los gremios, centrales obreras y voceros del Gobierno Nacional. Todos tienen hasta el 30 de diciembre para ponerse de acuerdo o la decisión del incremento se irá por decreto que se expida desde la Casa Nariño.
Las conversaciones desde ya auguran que, al igual que en otros tiempos, no serán fáciles, puesto que mientras las centrales obrera aseguran que no se puede repetir lo que pasó este año, que la inflación se tragó el aumento del salario mínimo en julio; los empresarios sostienen que se debe proteger el crecimiento económico y que un aumento desmedido podría frenar la generación de empleo y poner contra las cuerdas al país, en tiempos de desaceleración.