El adiós del ‘Jobs’ chino

Jack Ma protagoniza una de las historias de emprendimiento y de creación de riqueza más espectaculares y apasionantes del mundo. Hace 20 años, cuando comenzó en el negocio digital, ganaba alrededor de 15 dólares al mes como profesor de inglés. Y se retira esta semana como el hombre más rico de China, luego de crear Alibaba, el gigante del comercio electrónico global.

Alibaba se ha convertido en la plataforma más conocida del mundo para que las empresas de todos los sectores encuentren fabricantes de productos, no solo en China sino de cualquier otro país. En otras palabras, es uno de los mayores portales business to business (B2B).

El grupo, con sede en Hangzhou, dirige también Taobao y AliExpress, de compras en línea y Tmall, un facilitador de tiendas en línea, así como un motor de búsqueda de comparación de precios.

También opera el servicio de pago en línea Alipay, que representa aproximadamente la mitad de las transacciones de comercio electrónico en China, y es uno de los negocios de computación en la nube más grandes del mundo.

Este conglomerado que Ma construyó en solo dos décadas obtuvo ingresos de 56.200 millones de dólares el último año y una valoración superior a los 462.000 millones de dólares, según la agencia de noticias financieras Bloomberg.

Con esto, el empresario se marcha a los 55 años con una fortuna estimada por encima de los 41.000 millones de dólares y como uno de los 21 hombres más ricos del mundo, según la prestigiosa revista Forbes.

Por su carisma, habilidad para contar historias y sentido del humor, el cofundador de Alibaba se convirtió en la figura más emblemática de los empresarios chinos en el extranjero y un reflejo de la evolución tecnológica de China. “Su influencia como símbolo del espíritu empresarial chino es inigualable”, asegura Duncan Clark, autor del libro Alibaba: The House That Jack Ma Built. Clark ha escrito a profundidad sobre el origen humilde de Ma, su pésimo currículo escolar, sus difíciles comienzos, la gran cantidad de rechazos y fracasos que sufrió, la forma como construyó un imperio de la nada.

Clark afirma que Jack Ma descubrió internet en un viaje a Estados Unidos en los años noventa, cuando era un empresario sin recursos. Tras varios proyectos no tan exitosos, convenció a un grupo de amigos para que le prestaran 60.000 dólares para poner en marcha una empresa de comercio en línea en 1999. Tan solo 15 años después, en 2014, Alibaba debutó en la Bolsa de Valores de New York donde marcó el récord como la oferta pública inicial (OPI)más grande hasta el momento, al obtener 25.000 millones de dólares. Desde entonces su valor no ha hecho más que crecer.

Ma es tal vez el último empresario-gurú, como en su momento Steve Jobs. Lo afirma el experto digital Josep María Ganyet, quien le dijo al diario español La Vanguardia que “supo unir una cierta filosofía oriental con una cultura capitalista. Es la prueba de que el éxito de la economía china no va solo de productos, sino de sus empresarios”.

Alibaba quedará a partir de ahora en manos de Daniel Zhang, el actual número dos. Un relevo diseñado hace más de diez años que marca el inicio de una nueva era.

Aunque se retira del mundo corporativo, Ma afirmó que volverá a dirigir sus energías hacia temas de filantropía, entre ellos los relacionados con educación, porque asegura que aún tiene muchos sueños por perseguir.

Para su sucesor, el multimillonario tiene una máxima: “Nunca quiero que esta compañía olvide los sueños. He aprendido por qué muchas empresas fracasan, porque solo piensan en el próximo trimestre, quieren ingresos, beneficios. Pero se olvidan de los sueños”.

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