ECONOMÍA
Viene revolcón a subsidios de vivienda en nuevo proyecto de ley
La propuesta será radicada por MinVivienda antes del viernes. Tiene 32 artículos. Estas son las cuatro claves que dio el viceministro del tema.
Antes de terminar la semana, el Gobierno radicará el proyecto de ley de vivienda y hábitat, iniciativa que trae una profunda transformación a los subsidios que otorga el Estado.
La propuesta legislativa, que fue anunciada por el presidente Iván Duque en los actos de instalación de la nueva legislatura del Congreso de la República, contiene 32 artículos que incluyen varias temáticas, pero dos de ellas son de grueso calibre.
El cambio que se introducirá en los subsidios es uno de los que más llama la atención, pues se invierten grandes sumas de dinero de los recursos públicos y los indicadores de déficit habitacional, siguen siendo malos.
De hecho, en la exposición de motivos del proyecto de ley se vuelve a recalcar que en el país, el 36,6 por ciento de los hogares, es decir, unos 5,14 millones, habitan en viviendas deficitarias, hechas con materiales inadecuados como plástico; sin servicios públicos, o en espacios de hacinamiento.
El problema no es menor, pues se trata de 18 millones de personas ubicadas en sitios de habitabilidad inadecuados, lo que frena su oportunidad de avanzar en la escala social.
Pensando en cambiar esas cifras, el proyecto de ley de vivienda corrige varias deficiencias en los subsidios, según el viceministro del tema, Carlos Ruiz. He aquí cuatro claves de la propuesta.
1. Quitan freno al beneficiario de arriendo social que quiere ser propietario
El cambio es para una persona que está en el programa Semillero de propietarios, en el cual toma una vivienda en arriendo social, el Estado paga una parte y la familia otra, mientras hace un ahorro. Al cabo de dos años el hogar puede optar por comprarla, utilizando el subsidio recibido para el arriendo social. En la práctica, las personas se encuentran con el problema de que no pueden volverse propietarios si la casa vale más de lo que cuesta una Vivienda de Interés Social-VIS.
En la propuesta legislativa se introdujo una norma según la cual, el subsidio se podrá otorgar en viviendas usadas cuyo valor comercial sea superior al tope de la Vivienda de Interés Social, siempre y cuando el valor del canon de arrendamiento que está pagando no supere el 1 por ciento del valor tope de la vivienda VIS.
2. Acceder a más de un subsidio
En el bloque de artículos sobre subsidios también está el tema del mejoramiento de la vivienda, un programa estatal que apoya a las familias bajo el lema Casa Digna, Vida Digna.
En este caso, una familia que recibe un subsidio para mejorar la vivienda, pierde la posibilidad de acceder al programa ‘Mi casa ya’, que es un subsidio más grande, de alrededor de 26 millones de pesos.
La experiencia que comenta el viceministro Ruiz es que las personas prefieren no postularse al subsidio de mejoramiento para no malograr la opción de comprar una casa. El propietario hace una mejora (el frente de la casa, por ejemplo) con ayuda del Estado y debe parar allí (no puede obtener subsidio para mejorar también la cocina), lo que estimula que se mantenga la precariedad de la vivienda.
La alternativa prevista en el proyecto es que se quite ese obstáculo y que la gente pueda acceder a más de un subsidio. Esto no solo permitiría que un beneficiario de subsidio al mejoramiento de la casa pueda comprar más adelante, con subsidio, si así lo desea, sino que pueda acceder a ayuda para hacer varios mejoramientos.
3. Casas adquiridas con subsidio: no habrá que esperar tanto para venderlas
Otra dificultad detectada por el Ministerio de Vivienda, que se busca corregir con el proyecto de ley, es el largo tiempo que debe esperar un beneficiario de subsidio para poder vender la casa.
Por ejemplo, una persona compra una casa a través del programa ‘Mi casa ya’, por un valor de 80 millones de pesos, le dan 26 millones de pesos para la cuota inicial, es decir, debe tomar un crédito de 54 millones de pesos, con lo cual, paga cuotas mensuales de 300.000 o 350.000 pesos.
Si a esta familia le cambia la situación socioeconómica y logra un mejor ingreso, no puede vender la casa con las normas actuales, lo que impide su avance en términos de bienestar.
Según la ley actual, tendría que esperar diez años para poder venderla. Con la propuesta legislativa lo podrá hacer de inmediato. En el caso de la vivienda gratis, el tiempo para poder venderla se reduce a solo cinco años.
4. Subsidio para desatrasar el acceso a vivienda rural
Uno de los problemas identificados en Colombia es que los subsidios se concentran en zonas urbanas, mientras en el campo es más difícil que con dineros públicos se les facilite a las personas el acceso a vivienda propia. La dificultad radica, en parte, en que los constructores no quieren ir a zonas de difícil acceso, puesto que se encarece el costo del proyecto porque el valor del transporte de materiales se les vuelve un gasto adicional: hay que usar vía fluvial, aérea o cualquier otro medio mecánico o animal.
En el proyecto de ley hay una medida para separar el subsidio rural a la construcción en sitio propio, de aquellos costos extra, como el del transporte.
El ejemplo aportado por el viceministro Ruiz ilustra el alcance de la medida.
Si se compara un subsidio de 50 millones de pesos en una zona del departamento de Cundinamarca, con una del Guainía, la eficiencia de los recursos es distinta.
El costo del transporte puede llegar a ser hasta del 5 por ciento, es decir, unos 2,5 millones de pesos, en Cundinamarca. Al constructor le quedan 47,5 millones para el proyecto. En cambio en Guainia, dicho costo sube al 30 por ciento del subsidio, equivalente a 15 millones de pesos, con lo cual, solo quedan 35 millones para construir, lo que hace que nadie se arriesgue a realizar el proyecto de vivienda, pues no le alcanza para cubir lo que vale cumplir los estándares de calidad que se exigen.
La decisión planteada es que el Estado va a reconocer de manera separada al subsidio, el costo adicional en transporte que se causa porque la vivienda está en zona rural de difícil acceso.
El proyecto de ley entrará al Congreso con mensaje de urgencia, es decir, solo tendrá dos debates, uno en comisiones conjuntas y uno en plenarias.