Economía
Tiempo de cosecha: el sector agropecuario crece en medio de una baja dinámica del aparato productivo en el país
El agro ha sido motor de la economía. Un análisis de Corficolombiana destaca su crecimiento y la perspectiva. Preocupa el empleo en el sector. ¿Cuáles son los riesgos que tiene?
En medio de una economía que apenas está repuntando, con sectores tradicionales como la industria, la construcción y el comercio en dificultades, una baja inversión y ante una perspectiva compleja para las operaciones extractivas, como la minería y el petróleo, uno de los sectores que sobresale en su dinámica es el agropecuario.
Corficolombiana realizó un análisis del comportamiento de este sector y destaca que su PIB en lo corrido del año se ha expandido 7,7%, presentado una aceleración frente al crecimiento de 2023. Y para 2024 proyecta un crecimiento de 5,3%.
De hecho, en el segundo trimestre de este año, el sector evidenció un crecimiento de 8,4%, el segundo mayor registro entre las 12 grandes ramas de actividad económica, solo superado por entretenimiento que creció 11,2%, y se ubicó lejos del tercer puesto que fue para la administración pública que creció 4,1%.
Tras la mayor caída en la actividad económica en los últimos 15 años, en 2022, y su recuperación en 2023, el sector agropecuario ha sorprendido y se ha convertido en un jalonador de la economía. Para el periodo 2010-2019, en promedio tuvo un crecimiento de 3,2%, para 2020, bordeó el 2% y en 2021 creció por encima de 4%. Sin embargo, la destorcida fue en 2022, cuando tuvo una contracción de -0,8% y para 2023, se recuperó al crecer 1,4%. Sin embargo, en el primer semestre de este año la cifra ya va en 7,7%, la más alta en los últimos 7 años.
Tendencias
El sector ha sido impulsado por los cultivos agrícolas distintos al café, que –de acuerdo con el Dane- en la tasa de crecimiento anual en el segundo trimestre en volumen representó casi 7 puntos porcentuales del total del crecimiento que fue de 10,2%.
De acuerdo con Corficolombiana, aunque el PIB del sector se ha mantenido por encima de los niveles prepandemia, la producción cafetera se encuentra por debajo de ese periodo, pero empieza a revertir su tendencia.
Las leguminosas frescas y secas crecieron en el segundo trimestre casi 35%, seguidas de café pergamino con 31,8%, frutas cítricas con 23,6%, flores con 13,3% y granos de cacao con 10,2%. La otra cara de la moneda la registran el arroz con -12,9% y la caña de azúcar con -19,3%.
Lo que todavía no recupera el sector es el empleo, pues el promedio año es de 3,3 millones de personas, frente a 3,6 millones que tenía antes de la pandemia. De hecho, desde la SAC han advertido la pérdida de 200.000 puestos de trabajo.
Según el estudio, pese a un intenso fenómeno de El Niño entre octubre de 2023 y febrero de 2024, el sector ha tenido una tendencia de recuperación y fortalecimiento significativa, que ha contrarrestado el choque.
“De acuerdo con las últimas estimaciones de la NOAA, desde mayo transitamos en una condición de neutralidad climática. No obstante, desde septiembre iniciaría La Niña con una intensidad y duración comparada con lo sucedido hace dos años”, agrega el informe.
De otro lado, tras el choque de costos que enfrentó el sector en el periodo 2021-2022, ese factor se ha venido desvaneciendo en forma acelerada entre 2023 y 2024. Por ejemplo, la variación anual de los precios implícitos de importación de materias primas para el agro y el precio internacional, que alcanzó a estar por encima del 50% en 2022, para julio de este año se ubicó en -24,7%.
Destaca el informe que, pese a las difíciles situaciones climáticas de inicio de este año y el aumento de costo en los cultivos, el suministro a las principales centrales de abasto del país ha venido en aumento. El promedio, el año pasado llegó a 397 toneladas, por encima del 2022 cuando registró 372 toneladas y también superior a las 380 toneladas de 2019, antes de la pandemia. Para este año, ese promedio ya supera las 400 toneladas y se ubica entre enero y julio, en 410.
Capítulo aparte merece el tema cafetero. Después de que este subsector tuviera el peor desempeño de la rama agropecuaria en 2022, la producción se recuperó el año pasado y continúa esa tendencia este año. Además, los precios han aumentado, dice el informe, por las heladas en Brasil y la baja producción en Vietnam.
En 2019, la producción de café fue, en promedio, de 1,2 millones de sacos de 60 kilos, que empezó a caer hasta llegar en 2022, también en promedio, a 924.000 sacos. Se ha venido recuperando y para los primeros siete meses de este año la cifra está en 997.000.
Lo mismo sucede con el precio de la carga de 125 kilos, que hace cerca de un año estuvo cerca de 1.300.000 pesos y ahora se aproxima a los 2.000.000.
“A pesar de la reducción en los costos de producción, el fenómeno de El Niño desaceleró el crecimiento del sector pecuario debido a la escasez de agua y pasto. El dato de abril mostró un repunte significativo, pero en los últimos meses se retomó el comportamiento histórico”, asegura el informe de Corficolombiana.
Y añade: “La inflación de alimentos se ha desacelerado de forma importante, gracias a la moderación en los costos de insumos del sector. Para 2024, estimamos que la inflación de alimentos cierre en 4,9%, después del 5,0% de 2023″.
Por el lado de las exportaciones, tras haber registrado una contracción de 3,6% en 2023, las ventas externas del sector agropecuario crecieron 25,5% en lo que va de este año, al mes de junio. Sobresalen plantas aromáticas y especias que en el cambio anual de 2023 tuvo un registro de -29,4% y pasó para el primer semestre de este año a 4,9%. Las flores, al comparar esos mismos periodos, creció de 1,3% a 12,8%, y frutas y nueces de -8,6% a 48,5%.
En conclusión, el estudio señala que el sector ha tenido una tendencia de recuperación y fortalecimiento significativa, mientras las condiciones climáticas se han moderado en lo corrido del año y los precios de insumos continuarán cediendo. Estima que la producción agrícola crecerá 5,9%, la cafetera 15,7% y la ganadera 2,4%.
Sin embargo, algunos de los riesgos podrían reflejarse por los efectos rezagados del fenómeno de El Niño en la productividad de los cultivos, la presencia del fenómeno de La Niña en el último trimestre de 2024 y un incremento inesperado de los costos de producción a nivel internacional por temas geopolíticos o climáticos.