Trabajo sí hay: en la Dian

Los planes del Gobierno para estabilizar las finanzas públicas y poner a crecer la economía generaron gran escepticismo. Para analistas económicos, empresarios e incluso las calificadoras de riesgo, la meta de crecer 3,6 por ciento en 2019 y que esto jalone el recaudo tributario suena demasiado optimista.

Además, el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) estima que las rebajas de impuestos a las empresas, incluidas en la Ley de Financiamiento, se compensarán con una reducción y la refocalización del gasto, la venta de activos estatales y una reducción drástica de la evasión fiscal. Pero estas son apuestas muy arriesgadas. “No hay margen de maniobra. Todo tiene que ir bien”, advierte Richard Francis, director de deuda soberana para América Latina de Fitch Ratings.

Reducir la evasión tributaria –que se estima en niveles cercanos al 30 por ciento del recaudo total– suena a utopía. Un sueño de todos y una promesa incumplida reiteradamente. Pero en el MFMP el Gobierno espera lograr esta meta con tres herramentas: modernización de la Dian, factura electrónica y Régimen Simple. Con esto espera aumentar el recaudo en 0,4 por ciento del PIB adicional en 2021, pero que se incrementará a niveles del 1,3 del PIB para 2023.

José Andrés Romero Tarazona, director de la Dian, asegura que se cumplirán las metas esbozadas en el Marco Fiscal y tiene fuertes indicios de que, ante la mayor gestión y las sanciones contra la evasión, el recaudo está reaccionando.

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El director de la Dian, José Andrés Romero, cree que esta vez sí existen las condiciones para que la entidad tenga una gestión más efectiva y aumente el recaudo.

La meta por gestión de este año es 13 billones de pesos y ya en el primer trimestre se cumplieron, lo cual es una buena señal, pues es cuando pagan los grandes contribuyentes. En 2018, la meta por gestión fue de 7,6 billones y se lograron 9 billones.

En materia de modernización de la Dian, esta semana lanzará un agresivo plan de carrera para comenzar en firme la transformación de la entidad y lograr metas como el control efectivo de la evasión y el contrabando, con el fin de mejorar el recaudo. ¿Será que está vez sí?

“La modernización parte de trabajar en potenciar el talento humano”, asegura Romero. Hoy, la entidad tiene 10.160 funcionarios, de los cuales alrededor del 40 por ciento son prepensionados. Además, casi la mitad es de carácter provisional –el 49 por ciento– y dado que hace más de diez años no se hace ningún tipo de concurso, hay un alto nivel de desmotivación.

Por esto, como las facultades extraordinarias que entregó la Ley de Financiamiento al Presidente de la República se vencen el próximo 27 de junio, se expedirá un decreto que reforma el plan de carrera de la Dian para garantizar “la selección del mejor talento humano para la entidad”. En otras palabras, se trata de un plan de carrera más moderno, justo y basado en la meritocracia.

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El objetivo es realizar tres concursos seguidos durante los próximos tres años para conseguir el mejor talento y darles la oportunidad a los provisionales que quieran entrar en carrera. La idea es que el 70 por ciento de las vacantes que se abrirán sean cubiertas con provisionales o gente de afuera. El 30 por ciento restante será provisto por funcionarios de la entidad.

Hacia el futuro, dice el decreto, los concursos se realizarán cada dos años para evitar volver a tener una planta excesiva de provisionales y que los funcionarios hagan carrera en la entidad. De la mano de la Función Pública y la Comisión Nacional del Servicio Civil, habrá un cambio en el sistema de evaluaciones para identificar el talento y un énfasis en la formación, para lo cual se fortalecerá la Escuela de Estudios de la Dian.

Si bien se había rumorado que habría un plan de retiro para quienes estaban próximos a pensionarse, este no se realizará, pues resulta inconstitucional dar este tipo de incentivos. Sin embargo, el que esté próximo a pensionarse podrá quedarse.

Este plan significa que la nómina de la entidad crecerá de manera considerable durante los próximos meses –a finales del año anterior se contrataron 787 funcionarios y se vincularán más de 1.100 en 2019– y luego se ajustará. Para definir la nueva estructura de la entidad, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hizo un estudio para definir el nuevo tamaño de la entidad y los perfiles requeridos.

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La idea es tener expertos en analítica de datos y procesos de investigación para fortalecer unidades como la penal, la internacional, el intercambio de información, los precios de transferencia y los grandes contribuyentes, entre otros temas. Además, se modernizarán los sistemas transaccionales en materia de impuestos y aduanas para tener una mejor trazabilidad de los procesos, eliminar la discrecionalidad y bajar el uso de papel.

A modernizarse

No solo con la optimización de la planta de personal la entidad busca mejorar sus resultados. El crédito con el BID para la modernización y transformación de la Dian, por 1,5 billones de pesos, permitirá facilitar su administración y una ejecución mucho más rápida. En el Plan de Desarrollo se creó un patrimonio autónomo, que tendrá reglas de contratación ágiles y flexibles.

El Gobierno también tiene puestas sus esperanzas en la factura electrónica y el Régimen Simple. Aunque la primera se retrasó, la decisión de adoptar una plataforma probada en más de cinco países, con validaciones en tiempo real y en la nube, implica avances importantes frente a la versión anterior. La nueva plataforma tendrá un sistema gratuito para las empresas más pequeñas –que no pueden contratar un proveedor tecnológico– e información más estructurada, que facilitarán la analítica de los datos para verificar transacciones económicas, retener impuestos, cruzar información y fortalecer la fiscalización. Desde mayo, cuando arrancó la nueva plataforma, se han registrado alrededor de 6.500 contribuyentes, pero la idea es llegar a la universalidad a finales de 2020.

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En cuanto al Régimen Simple, una herramienta creada por la Ley de Financiamiento para facilitar y simplificar el pago de impuestos a empresas con ventas hasta por 2.800 millones de pesos anuales, en el último mes se han inscrito casi 1.200 pequeños contribuyentes. Sin duda, esta es la gran apuesta para formalizar e incentivar el emprendimiento.

Por último, está el tema de la normalización de activos. En los tres procesos de este tipo que hizo el Gobierno anterior se declararon alrededor de 10.000 millones de dólares, con lo cual el recaudo por esta vía alcanzó el billón de pesos.

Pero como ya hay intercambio de información tributaria con más de 157 países y dado que hoy es un delito penal que los colombianos con activos en el exterior no los declaren, se diseñó una última oportunidad para legalizarlos pagando 13 por ciento. Pero si los reinvierten en Colombia, pagarán la mitad de ese porcentaje. El plazo vence el próximo 25 de septiembre.

En México, que realizó un proceso similar de transformación al que realiza Colombia, la evasión del IVA cayó del 31,9 por ciento en 2011 a 19,4 en 2015, y hubo una reducción en la evasión en renta de 39,8 a 25,6 por ciento en el mismo periodo. El Gobierno planea ser la “mitad” de efectivo que fue este país.

Transformación, factura electrónica y Régimen Simple son una gran apuesta del Gobierno que, junto con la reducción de los subsidios y la venta de activos, mejorarán la estructura fiscal del país. Ese es el deber ser: más colombianos contribuyendo. Solo así se evitará una nueva reforma tributaria que recaiga sobre los mismos de siempre. 

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