GEB
Un 2020 de aprendizajes en el Grupo de Energía de Bogotá
Esta multilatina bogotana no solo está pasando el año en materia financiera y operativa, sino también en la relación con sus comunidades de influencia. Esta ha sido su estrategia para enfrentar uno de los años más difíciles de la historia.
Trabajar en un sector bendecido por la naturaleza, implementar rápido el teletrabajo y procurar el cuidado de los empleados que laboran en campo son algunas de las razones que, según Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), explican los buenos resultados de la compañía en 2020.
Y con buenos resultados no solo se refiere a los financieros y operativos; también al bienestar de 2.300 trabajadores, así como al impacto que han tenido los diversos programas sociales y ambientales de esta multilatina, propiedad del Distrito de Bogotá, y con presencia en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala.
En el tercer trimestre de 2020, el Ebitda consolidado ajustado del GEB creció 4,6 por ciento anual y llegó a 607.085 millones de pesos, mientras que los ingresos consolidados alcanzaron 1,3 billones de pesos, disminuyendo 1,6 por ciento frente a igual periodo de 2019. Estos datos son consecuencia de los efectos mixtos en sus negocios, especialmente en gas natural. Pero fueron compensados por los resultados positivos del negocio de transmisión de energía en Colombia. La utilidad neta controlada entre enero y septiembre alcanzó 1,7 billones de pesos, con un crecimiento del 9,5 por ciento. Como resultado, la acción del GEB llegó a un récord de 2.650 pesos.
“Afortunadamente, no hemos sufrido grandes impactos de pérdida de demanda, salvo un poco por el consumo industrial de gas, lo que afectó los ingresos de TGI (Transportadora de Gas Internacional)”, dice Ortega.
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No obstante, tuvieron la ventaja de que los ingresos en transporte son regulados, al tiempo que les ayuda la diversificación de monedas, sumada a una buena gestión de las inversiones. Eso sí, aún no tienen claro cuándo se reactivará por completo la demanda ni la manera como se reacomodarán todos los negocios.
En el campo social, una de las prioridades de la empresa ha sido trabajar con los 280 municipios en los que deja huella su infraestructura. Rápidamente, la junta directiva aprobó un presupuesto de 10.000 millones de pesos para garantizar mercados y algunos insumos médicos en dichas zonas. “Trabajar de la mano con ellos es determinante para seguir operando, y esa relación es una de las áreas en las que cada vez estamos más enfocados”, enfatiza.
En el desarrollo de proyectos de inversión social y valor compartido, el GEB ha beneficiado a más de 900.000 personas en Colombia, Brasil y Guatemala con programas como aulas solares interactivas y Energía para la Paz. Además, el Grupo inició el proceso estratégico de consulta previa en tres proyectos principales: Colectora, Loma 110 y Refuerzo Suroccidental, con participación de más de 246 comunidades étnicas.
En medio de uno de los años más difíciles para el mundo y el país, Ortega cree que los aprendizajes han sido grandes para la compañía. Entre ellos menciona la tolerancia, necesaria para entender las dinámicas del teletrabajo, y la empatía, que se requiere para no olvidar que mucha gente está sufriendo y debe ser la prioridad. Eso sí, reconoce que el creciente uso de la tecnología ha traído amenazas de ciberseguridad, de las cuales no muchos eran conscientes. Este es ahora un tema clave para los negocios.