ecopetrol
Un gigante que no para
La empresa más grande del país ha enfrentado no solo el duro choque originado por la pandemia, sino la guerra de precios entre las potencias petroleras.
Pese a las dificultades de 2020, “Ecopetrol no ha parado”, dice Felipe Bayón, presidente de la compañía, y considera que ese ha sido uno de los principales aportes de la petrolera este año. El asunto es importante, porque Ecopetrol no solo ofrece los combustibles para que el país se mueva, sino que produce el gas que llega a 30 millones de colombianos.
Además, según Bayón, han tenido tiempo para fortalecer sus estrategias de recursos humanos y sostenibilidad. En el frente del capital humano, lograron, desde antes de que fuera decretado el aislamiento obligatorio, llevar al menos a 80 por ciento de sus 13.000 trabajadores a la modalidad de trabajo remoto, sin que hubiera problemas en la operación diaria.
De hecho, han mantenido una comunicación clara con cada uno de ellos y hasta extendieron sus famosos Encuentros de Líderes, que antes del coronavirus estaban dirigidos solo a una parte de la cúpula de la entidad y ahora los pueden ver todos sus trabajadores. “Ya realizamos seis de estos encuentros virtuales, y en unos hemos llegado incluso a tener 20.000 conexiones”, destaca. Esta cifra es elevada, pues se conectaron no solo colaboradores de la empresa, también la comunidad interesada.
La pandemia, en consecuencia, sirvió para profundizar el uso de tecnologías de la comunicación y socializarlas.
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Con sus proveedores y clientes desarrollaron una política para brindarles “oxígeno” en medio de la crisis económica: les facilitaron pagos más rápidos por cerca de 450.000 millones de pesos, lo que mejoró el flujo de caja de muchos empresarios que prestan servicios y venden productos a la petrolera.
Por el lado de los clientes, facilitaron condiciones de pago con mayores plazos, cuyo impacto positivo mejoró la liquidez de esas compañías.
En el frente ambiental, siguen comprometidos con la transición energética y ya trabajan en proyectos de autogeneración, que les permitirán una reducción importante de emisiones de aquí a 2030. El más importante de ellos, por ahora, es su Granja Solar Castilla, con la que logrará en diez años dejar de emitir 150.000 toneladas de CO2.Asimismo, alcanzaron la reutilización del 64 por ciento del agua empleada en los proyectos exploratorios y productores. En tecnología, ya trabajan 130 bots con los que obtendrán mayores eficiencias en procesos contables y administrativos.
La pandemia les dejó tres lecciones: la enorme fragilidad del ser humano, resiliencia para adaptarse a través de protocolos a esta nueva forma de vivir y la importancia de la tecnología.