CONGRESO
En qué consiste la idea de vacunas por impuestos que está sonando en el país
Un proyecto de ley permitiría que las empresas paguen la mitad del impuesto de renta con la importación o compra de vacunas. ¿Es viable?
Sea cual fuere el costo que tenga la vacuna del coronavirus en un futuro, ya se empieza a abonar el terreno para la financiación de este monto.
La discusión en torno a los recursos necesarios será clave para el control de la pandemia, de manera que se pueda establecer la gratuidad de la inmunización contra la peor crisis sanitaria de este siglo.
En Colombia el debate ya se inició con la radicación en el Congreso de una propuesta del representante a la Cámara Ricardo Ferro, en la que plantea aplicar el esquema de impuestos por vacunas. Las opiniones no tardaron en llover.
El proyecto de ley es breve. Solo tiene cinco artículos y la médula de esta iniciativa es que se autorice a personas jurídicas contribuyentes del impuesto de renta (es decir, empresas), que en el año obtengan ingresos superiores a 33.610 Unidades de Valor Tributario (UVT) para que puedan pagar la mitad de su obligación tributaria con la importación o compra de vacunas en el mercado interno.
La medida aplicaría para empresas con ingresos superiores a 1.200 millones de pesos (con base en la UVT de 2020, que es de 35.607 pesos).
Al final, el objetivo es que, una vez el sector privado compre las vacunas, las ponga a disposición del sistema de salud para su respectiva distribución en el territorio nacional.
En consecuencia, el proyecto busca la universalidad de la cura a la covid-19 en el país, de manera que se diluyan las preocupaciones que hasta ahora rondan la posible llegada de la vacuna.
Esto incluye un trato discriminatorio en la elección de quienes recibirán primero la inmunización, teniendo en cuenta que al país vendrían alrededor de 10 millones de dosis iniciales, según las informaciones preliminares de las autoridades de salud.
La idea principal del proyecto de ley radicado por Ferro es que, en medio de una competencia por conseguir el mayor número de dosis posible, en la que están todos los países afectados por el coronavirus, es necesario buscar un mecanismo ágil para hacer las negociaciones y comprar las vacunas con prontitud.
Es ahí donde entra el sector privado, que, en ese caso, sería parte de la estrategia integral de compra de los biológicos (recursos públicos directos y recursos privados, que luego se descontarían de los impuestos).
Los pros y los contras
Una de las ventajas de esta opción es que está inspirada en un esquema que ya el país conoce y que ha sido catalogado como exitoso.
El proyecto intenta buscar la universalidad de la cura a la covid-19 en el país. Podría tramitarse con mensaje de urgencia.
Se trata de la medida de obras por impuestos, introducida en la reforma tributaria de 2018, con prácticamente los mismos elementos que tiene ahora la nueva iniciativa legislativa: las empresas con ingresos brutos superiores a 1.152 millones de pesos pueden pagar hasta el 50 por ciento de su impuesto de renta al ejecutar proyectos de inversión en las zonas más afectadas por la pobreza y la violencia.
La acogida que ha tenido este mecanismo es otra de las razones alentadoras para la propuesta que entra a hacer trámite en el Congreso, con el fin de financiar las vacunas del coronavirus.
Las estadísticas muestran que, en 2018, 28 empresas participaron en el programa y aprobaron 23 proyectos en beneficio de 28 municipios, con una inversión de más de 220.000 millones de pesos
En tanto, para 2019 el número de compañías vinculadas fue de 41, las cuales realizaron 42 proyectos en 57 municipios, para una irrigación de recursos del sector privado en obras de interés público por 247.319 millones de pesos.
No obstante, uno de los elementos en contra de la idea de vacunas por impuestos puede ser la reducción de ingresos tributarios. Además de la baja en pagos que habrá el próximo año, debido a que empieza a la menor tarifa del impuesto, también está la disminución que habría en las contribuciones de renta en el próximo año. Esto a raíz de las dificultades económicas que están teniendo este año muchas de las empresas colombianas.
Si a ello se le suma el hecho de que se pueda pagar la mitad del impuesto de renta con compra de vacunas, la baja en el recaudo podría ser representativa. Y es con los recursos de los gravámenes que se financian los programas sociales en el país.
En el caso específico de los montos que el sector privado invertiría en los biológicos, en vez de sumarlos a la bolsa pública de los impuestos, la alternativa tendría que ser un cruce de cuentas con la asignación presupuestal a la salud, pues será a esta rama a la que se cargarán los costos de una vacuna.
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Con respecto al ambiente para la aprobación del proyecto en el Congreso, también hay varias cartas a favor. En primer lugar, la iniciativa es de un parlamentario del Centro Democrático, el partido de Gobierno, lo que haría más factible que contara con el apoyo del Ministerio de Hacienda. Este aval es necesario, pues toda propuesta legislativa que implique un impacto económico debe tener el visto bueno del Ejecutivo.
Por el lado de la bancada política alternativa, el proyecto de Ferro parece estar en línea con una iniciativa que presentó el Polo Democrático, en el sentido de pedir que se declare como bien público la vacuna del coronavirus. En tal caso, podría haber cierto consenso para que se hagan realidad estas propuestas.
Por el momento, el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, indicó que el Gobierno aún no ha estudiado en profundidad la propuesta de Ferro, pero sí lo hará en los próximos días.
Entre tanto, el congresistas dijo que no se descarta solicitar que el proyecto se atienda con mensaje de urgencia (es decir, que solo tenga dos de los 4 debates reglamentarios en un proyecto de ley) para así agilizar su trámite.