TRANSPORTE
Vía al Llano: MinHacienda anda en busca de una millonada para intervenir urgente los 16 puntos críticos prioritarios, de 55 que no cubre la concesión
Se necesitan $ 380.000 millones, dijo Ricardo Bonilla, quien sostuvo que los contratos con concesionarios quedaron mal hechos. Cuestionó el criterio con el cual se define la importancia prioritaria de una obra vial.
El remolino alrededor de los recursos que el Estado debe liberar para las obras, pese a que hay concesionarios de por medio, pero con contratos que a juicio del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quedaron mal hechos, fue uno de los temas abordados por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, durante este miércoles 28 de febrero.
Al decir del funcionario que lleva las riendas de las finanzas del Estado, por el momento anda haciendo malabares para conseguir 380.000 millones de pesos, los cuales son prioritarios, pues se necesita intervenir 16 de los 55 puntos críticos que tiene la vía al Llano, un proyecto que es concesionado.
De acuerdo con las cuentas presentadas por Bonilla, hasta 2025 se necesitarán 1,3 billones de pesos para abordar el problema de los puntos críticos en el carreteable, uno de los claves en el país, pues se trata de la seguridad alimentaria del interior del país y de la economía del departamento del Meta y de las zonas aledañas a esa importante vía.
Dentro de la intervención del ministro, se destaca el hecho de que la plata necesaria para la vía al Llano no está metida en el presupuesto aprobado para 2024, por lo que tiene que ser conseguida, ya que los contratos suscritos con los constructores dejaron por fuera, justo los puntos críticos, que deben ser asumidos por el Invías. El Estado responde y la plata no está.
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“La vía al Llano es una concesión. La plata les está entrando a los privados, a través del cobro de los peajes, pero el Estado es el que tiene que responder”. Si eso está sucediendo, habría que pensar que el contrato de concesión está mal elaborado, señaló el ministro.
En el caso de la vía al Llano, “hay que recuperarla y es perentorio y obligatorio”.
Los interrogantes con otras vías
El ministro de Hacienda volvió a reiterar el inconveniente que hay porque la plata para obras civiles, uno de los componentes del PIB que más impulsa el crecimiento, tiene plata quieta en fiducias, pese a que el Estado ha hecho los giros para que los privados ejecuten.
“Se cumplió juiciosamente con los compromisos de asignar y entregar recursos por $ 11 billones. Unas obras las ejecuta Invías con sus contratistas, otras la ANI y van a concesiones 4G o con cargo a vigencias futuras. La ANI entregó más de $ 8,5 billones, pero los recursos no se reflejaron en la economía”, sostuvo Bonilla.
En ese sentido, enfatizó que en Colombia “las obras no avanzan, pero la plata sí”, por lo que reiteró que intentan buscar mecanismos para replantear la manera de entregar los recursos para vías: que sea contra entrega de la obra.
El funcionario puso varios ejemplos de situaciones que no ve con buenos ojos en el sector que puede reactivar rápidamente la economía. Por ejemplo, se refirió a la lupa que pusiereon en el reciente derrumbe de la vía Medellín-Quibdó, porque hay vías cercanas que tienen declaratoria de “importancia estratégica”, pero esa no. Adicionalmente, está cubierta con vigencias futuras, pero son muy pequeñas; por lo tanto, la asignación anual es muy pequeña y, en consecuencia, la obra no avanza. “Es una obra que a cada rato se daña. Es prioritaria, pero no fue catalogada de importancia estratégica, pues casi todas las que están en esa condición, son del interior del país”, reclamó Bonilla.
Tampoco dio crédito a que sucediera lo mismo (no fue declarada de importancia estratégica) con la vía Santander de Quilichao-Rumichaca. “No hay obras priorizadas en la frontera. El paso de Rosas –ejemplificó– hay que resolverlo de manera estratégica, hay que ponerle todos los recursos”, manifestó el ministro de Hacienda, quien, sin embargo, señala que no está cambiando las reglas de juego en materia de cofinanciación de obras entre privados y el Estado, pues son las mismas: “Si el Estado pone plata, los privados ejecutan; decimos que si no se entregan las obras, se deberán redireccionar los recursos”, concluyó.