Avon le apuesta a ser cero emisiones de carbono en 2030

Avon, una compañía global líder en insumos de belleza y cuidado personal, se ha propuesto ser carbono cero a 2030, y por ello, en el mediano plazo espera reducir aún más su huella ambiental y continuar con el uso de energía renovable, siempre que sea posible.

De cara al consumidor, para 2030 la meta de Avon es que el 100 % de sus envases sean reciclables, reutilizables o compostables a escala global. Además, plantea fórmulas veganas y biodegradables y reitera su compromiso de cero testeos en animales en todos los productos que mantienen desde hace 30 años.

Para garantizar la seguridad y eficacia de sus productos sin experimentar con animales, la compañía aplica variados métodos alternativos como, por ejemplo, el uso exhaustivo de pruebas in vitro, modelos informáticos avanzados, pruebas de alergia en voluntarios e incluso piel 3D creada en el laboratorio. Además, el papel que utiliza en sus catálogos cuenta con la certificación FSC que garantiza la reforestación de los bosques de donde procede.

Al interior de la compañía también lleva a cabo campañas educativas y jornadas de capacitación con sus colaboradores en temas como el manejo integral de residuos sólidos, ahorro y uso eficiente de agua y energía. Además, tiene un programa robusto de reciclaje de todos los desechos de la operación (cartón, plástico, papel) y dona los materiales aprovechables generados en su centro de distribución a una asociación de recicladores de oficio para mejorar sus condiciones y dignificar la labor.

Durante los últimos años, Avon produjo cero emisiones por el uso de electricidad, el 100 % de las compras de energía provinieron de fuentes renovables. El año pasado logró su objetivo de reducción de desechos estimado antes de tiempo, con una tasa de reciclaje a escala mundial del 93,4 %. Asimismo, en 2020, el consumo de agua en las operaciones combinadas de América Latina e Internacional disminuyó en 8,25 galones por mil unidades respecto a 2019.