Pagos
Los pagos electrónicos generan el 90 % de los datos útiles para los bancos
Durante el tercer trimestre de 2024, las entidades especializadas en depósitos y pagos electrónicos (SEDPE) en Colombia, reportaron un total de 5.613 millones de transacciones. De estas, 3.069 millones se realizaron de manera digital, es decir, sin usar efectivo. Estas cifras reflejan el protagonismo creciente de los pagos electrónicos en el país y su impacto en la economía. Según un informe de PricewaterhouseCoopers (PwC), firma especializada en asesorías, auditoría y consultorías, estas operaciones generan cerca del 90 % de los datos útiles que utilizan los bancos para comprender a sus clientes y optimizar sus servicios.
El análisis destaca que los datos recopilados de los pagos digitales permiten a las instituciones financieras identificar patrones de consumo, mejorar la oferta de productos y personalizar servicios. Por ejemplo, los bancos pueden analizar quién compra, qué compra, cuánto gasta y en qué momento lo hace. Esta información, bien gestionada, ayuda a diseñar estrategias más eficientes y atractivas para los usuarios.
Sin embargo, junto con los beneficios, la digitalización trae retos importantes. Según Christian Cepeda, CEO de la empresa de soluciones tecnológicas para la industria financiera Kuvasz Solutions, el 48 % de los directivos del sector señala que la ciberseguridad y la protección de la privacidad son las mayores preocupaciones. Además, aspectos como la autenticación digital (31 %) y la llegada de nuevas tecnologías, como las criptomonedas y monedas digitales de bancos centrales (28 %), también generan inquietudes.
Para abordar estos desafíos, Colombia ha iniciado la adopción del estándar ISO 20022, una norma internacional que facilita la comunicación entre entidades financieras y mejora los procesos de pago. Esta implementación busca reducir costos, aumentar la seguridad y ofrecer una experiencia más transparente y eficiente a los usuarios.
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En un mercado cada vez más competitivo, los bancos enfrentan la necesidad urgente de adaptarse a las tendencias digitales. La capacidad de aprovechar los datos generados por los pagos electrónicos no solo garantiza su competitividad, sino que también se convierte en un elemento clave para su sostenibilidad en el futuro financiero del país.