¡A conquistar Asia! Estas son las oportunidades que abre este continente para los emprendedores colombianos

Carolina Hurtado define como una experiencia única emprender, y más siendo mujer. Tiene 34 años, nació en Pereira y es la fundadora de SimpleAgri, un emprendimiento colombiano que permite gestionar y controlar la operación de los cultivos agrícolas desde la nube. Su empresa tiene cuatro años de operación y en ese tiempo ha logrado conquistar mercados al otro lado del mundo como los de Tailandia, Indonesia y Malasia. Además, prepara maletas para llegar a Corea del Sur.

Esto llama bastante la atención. Generalmente cuando se les pregunta a los emprendedores colombianos qué mercados están interesados en abrir, la respuesta común es México, Brasil o Chile. Se sienten más cómodos en el vecindario. Algunos más arriesgados responden que quieren llegar a Estados Unidos y otros, por golpe de suerte, a Europa.

En su mayoría afirman que son mercados accesibles, de rápido crecimiento, con una población perfecta para validar su producto o servicio y con un ecosistema desarrollado. Y tienen toda la razón. Sin embargo, el mundo está viendo el surgimiento de un ecosistema al que los emprendedores colombianos deberían prestar más atención y que Hurtado ha sabido explorar.

Aunque por mucho tiempo los emprendimientos y la innovación empresarial se han asociado predominantemente con Silicon Valley y otras regiones de Occidente, la región de Asia Pacífico ha comenzado a ganarse la reputación de ser el hogar de una serie de empresas emergentes, poderosas y exitosas.

De hecho, esta región es una de las que más generan empresas unicornio, aquellas valoradas en 1.000 millones de dólares. Solo en 2020 nacieron unas 262 compañías de este tipo.

China es el país más destacado y el que más ha crecido en los últimos años. Pero no es el único con gran potencial emprendedor. Un estudio del centro de investigaciones StartupBlink destaca las principales naciones para crear empresa e identificó 118 ecosistemas emergentes de la región. Algunas de ellas son Singapur, Hong Kong, Japón, India, Corea del Sur, Tailandia y Malasia.

Startup Genome también destaca a estas naciones como unas de las más favorables para iniciar empresas. Entre las razones están que son países muy diversos, con más de mil millones de ciudadanos, altos ingresos en sus economías, una rápida expansión de sus mercados y un apoyo indiscutible a las pequeñas y medianas empresas.

Singapur es ejemplo de ello. Francisco Ríos, director regional de Enterprise Singapore, organización que promueve la innovación y el desarrollo empresarial en ese país, destaca que siendo una nación pequeña y relativamente joven ha logrado posicionarse como una de las más innovadoras del mundo gracias a su capacidad de reinvención, la inversión en tecnología y la promoción de compañías propias.

Su ecosistema consolida hoy más de 3.000 empresas emergentes, 500 inversionistas y 200 aceleradoras e incubadoras. Además de apoyos a los emprendedores nacionales en los que se destacan los recursos destinados del propio Gobierno para motivar la internacionalización de estos.

Hong Kong también sobresale. Datos de Invest Hong Kong, agencia del Gobierno que promueve el emprendimiento y la inversión en la región, la ubican como un hub bastante interesante. Tiene una de las economías más competitivas en materia digital del mundo, en especial en industrias como fintech, e-commerce y data analytics, entre otras. Es la nación número uno en recaudación de fondos en mercados bursátiles, cuenta con un mercado libre y abierto, y hace parte del Greater Bay, un área que comprende nueve ciudades y dos regiones administrativas especiales del sur de China y cuyo PIB está calculado en 1,6 billones de dólares.

A esto se une que tiene una serie de beneficios tributarios únicos, una fuerte protección a la propiedad intelectual, una comunidad de más de 90 aceleradoras, universidades y redes empresariales, además de oportunidades de financiación tanto gubernamentales como de capital privado que resultan atractivas para los emprendedores.

Hoy registran más de 3.100 startups, de las cuales 59 por ciento corresponde a fundadores locales y 41 por ciento a extranjeros.

Tendiendo puentes

Precisamente entre los aspectos que destaca la emprendedora Hurtado de su llegada a Asia Pacífico están los beneficios tributarios, que pueden ser hasta 20 por ciento más atractivos que los de un país en América Latina; valoración más alta del talento y los servicios prestados, y una población en la que las soluciones latinas pueden escalar rápidamente.

Aunque Asia Pacífico y Latinoamérica son muy diferentes, comparten algunas similitudes y necesidades que, de lograr una relación empresarial y de innovación entre las dos regiones, podrían generar un importante crecimiento.

Ríos señala que una de las premisas de Singapur, que ha sido herencia de su economía basada en el comercio internacional, es precisamente llevar las soluciones creadas en ese país a otras naciones donde puedan ser aplicables y escalables. Y países como Colombia resultan bastante favorables para ello.

Las startups de ese país están viendo a Colombia como un hub de innovación interesante para realizar pruebas de sus soluciones y con base en estas adaptarlas al mercado y lanzarse en otras naciones. Además, ha desempeñado un papel fundamental el hecho de que el país tiene una serie de industrias que están en fase de desarrollo y con los avances alcanzados en estos países se podrían complementar. Tal es el caso de sectores como la educación on-line, el fintech y el comercio electrónico, en variantes como la logística.

Esto ha hecho que más startups asiáticas aterricen en el país. Aunque no hay cifras que evidencien un crecimiento al respecto, sí se suelen escuchar en el ecosistema anuncios de empresas llegando. Para mencionar algunas están DiDi, la plataforma de intermediación de transporte y el segundo unicornio más grande en valor del mundo; Tuya Smart, soluciones de IoT; DiMuto, plataforma de tecnología de agricultura de Singapur; Talkpush, líder de automatización de reclutamiento de Hong Kong, y más reciente Maruichi, una startup japonesa especializada en tala y mantenimiento de árboles, que firmó una alianza con Human Bionics, emprendimiento colombiano de ciencia y tecnología para llevar los desarrollos nacionales a este país.

También han aterrizado fondos como Latin Leaps, una firma de capital de riesgo que se estableció para crear una plataforma de inversión de impacto para empresas tecnológicas con objetivos específicos en América Latina, que además busca ser puente entre las dos naciones emprendedoras. O SoftBank, el gigante nipón que apostó por Rappi y creó un fondo de inversión para Latinoamérica.

Y las mismas oportunidades que tienen los emprendedores asiáticos en el país, las tienen los colombianos. Estas naciones están abiertas a recibir soluciones que complementen sus avances y que generen en la población un impacto positivo. Para ello, han puesto a disposición diferentes mecanismos que están disponibles en las embajadas, incubadoras y organizaciones estatales; sin dejar de lado las conexiones entre grandes empresas que cada vez miran más hacia este continente para llevar soluciones innovadoras.

A esto se une la participación de entidades del gobierno nacional que han impulsado las relaciones de los emprendedores colombianos con el ecosistema asiático. Según información de ProColombia, una de las estrategias ha sido la realización de pitch sessions orientados a fondos de inversión y emprendimiento en Asia.

A la fecha se han realizado 6 pitch sesión para presentar emprendimientos colombianos de todas las industrias que están interesados en recibir inversión o buscar aliados en la región. “En los distintos países asiáticos hemos estado en contacto con varios parques de desarrollo de startups, aceleradores y agencias gubernamentales que impulsan el emprendimiento. Con estas entidades estamos haciendo análisis ad hoc de las oportunidades y posibilidades de cooperación para intercambiar buenas prácticas y conocimiento”, señaló la entidad.

Y aunque hay barreras como la regulación, las restricciones de ingreso, la cultura y el idioma, lo cierto es que las oportunidades se están dando para llegar al lejano Oriente y en un mundo abierto a la innovación, no hay mercado que sea imposible de conquistar. Allí, la clave para los emprendedores está en atreverse.