Agencia de Desarrollo Rural otorgó alta inyección económica para que mujeres fortalezcan el sembrados de arándanos

El presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, Diego Bautista, anunció la entrega de 13 importantes proyectos de desarrollo productivo para el país. “En el 2023 vamos a tener muy buenas noticias para la vida del campo colombiano”, indicó el funcionario durante un evento con 260 mujeres campesinas en la sede principal de la entidad en el occidente de Bogotá.

Bautista hizo hincapié en que “hoy estamos entregando 13 proyectos importantes de desarrollo productivo para nueve departamentos y más de 1.400 pequeños productores de toda Colombia (…) Hace mes y medio hablamos de la necesidad de ir muy rápido y entregar y mirar los proyectos que contribuyan a varias cosas” para los campesinos colombianos. “Aquí todos tenemos derecho a soñar”, agregó el jefe de la Agencia de Desarrollo Rural, quien durante el evento estuvo acompañado por la ministra de Agricultura, Cecilia López, y el presidente del Banco Agrario, Hernando Chica. “Ustedes van a llegar muy lejos”, añadió.

En concepto de Bautista, “la principal voz que vamos a escuchar es la del campo colombiano, por las campesinas y los campesinos, que es como lo ha propuesto el presidente (de la República, Gustavo) Petro”. Finalmente, observó que “la Agencia de Desarrollo Rural está cambiando y la vamos a tener en un lugar importante al momento de irnos de acá. Vamos a heredar una Agencia que esté a la altura de las necesidades de los colombianos”.

En tanto, la ministra López fue enfática en afirmar que “hoy nace una nueva Agencia de Desarrollo Rural porque el papel que va a cumplir será histórico”, e invitó a las 260 mujeres campesinas que se hicieron presentes en el acto a que exporten arándanos. En efecto, en la jornada la Agencia de Desarrollo Rural les entregó una partida por más de 1.000 millones de pesos a las 260 mujeres de varios municipios de Cundinamarca para que hagan más productivos sus sembrados de arándanos.

El proyecto de arándanos, al decir de la ministra López y Bautista, les garantizará autonomía a las 260 mujeres campesinas porque “están transformado sus vidas, las de sus familias y las de sus comunidades”. En tono jocoso, López celebró el evento porque era solo con mujeres campesinas y, a renglón seguido, anotó que “no se trata de subestimar a los hombres. Yo siempre digo: si los hombres nos han discriminado toda la vida, ¿por qué ahora (las mujeres) vamos a discriminar a los hombres?”.

También la titular de la cartera de Agricultura habló de la paz de Colombia. Al respecto indicó que “necesitamos un país donde se acaben esos conflictos y podamos mirar con esperanza ese futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos”.

Las mujeres a cargo

Claudia Marcela Fonseca es la presidenta de la Asociación Colombiana de Productores de Arándanos. En su concepto, con las 260 mujeres arandaneras “hemos recorrido este camino, desde hace dos años larguitos, y hoy es la materialización” gracias al apoyo de la Agencia de Desarrollo Rural.

Sobre el perfil de las mujeres que hacen parte de la Asociación Colombiana de Productores de Arándanos, Fonseca enfatizó en que “eso es un collage. Eso es como si usted cogiera una pintura y le dijeran pinte y describa lo que es Cundinamarca mujer. Verá que le queda una mezcla deliciosa con sabor a arándano”. Y una cosa final, advirtió Fonseca, de 47 años y madre de dos hijos: “Las mujeres campesinas nos la jugamos por la paz de Colombia”.

En tanto, Karen Tobón, habitante del municipio de San Bernardo, Cundinamarca, dijo que la mujer campesina “le aporta bastante a la paz del país” porque “cuando la mujer aporta un centavo más para el hogar y la canasta familiar crece, desde ahí empieza a construirse la paz”. Hace 30 años, cuando aún era una niña, Tobón y su familia dejaron su tierra en el departamento de Santander por amenazas de la guerrilla. Entonces toda la parentela se vino desde Sabana de Torres para Cundinamarca.

Los ilegales “nos dieron media hora para abandonar el municipio”, anotó Tobón, de 39 años de edad. “Perdimos nuestra finca de 40 hectáreas”. Pese a lo anterior, enfatizó Tobón, “no tengo resentimiento con nadie y creo en la paz de Colombia, pero en una paz que venga desde abajo, una paz con educación desde la casa, una paz desde papá y mamá”.