EMPRENDIMIENTO
Emprendedoras colombianas le apuestan al talento artesanal del país con ‘Constantino’
Para darle vida a Constantino, María Fernanda Carmona y Valentina Loaiza viajaron por Colombia descubriendo distintas técnicas artesanales.
Viajar por Colombia puede ser una experiencia increíble, en la que siempre se conoce algo nuevo y se aprende a apreciar la cultura y belleza natural del país. Eso lo saben muy bien María Fernanda Carmona y Valentina Loaiza, dos emprendedoras colombianas que le apuestan al talento de los artesanos nacionales.
Ellas se decidieron a explorar el mundo artesanal en Colombia, y para ello se embarcaron en un viaje por distintas zonas; entre ellas, Ibagué, Cundinamarca y la costa caribe. María Fernanda y Valentina buscaban personas cuyas historias y energías congeniaran con la razón de ser de su emprendimiento y, recorriendo estos sitios, pudieron conocer a algunos artesanos y sus técnicas con los que querían plasmar los diseños de su marca.
Fue así como en el 2019 nació Constantino, su emprendimiento de accesorios de lujo, hechos a mano por artesanos colombianos. Su equipo está conformado por 30 artesanos distribuidos entre las ciudades que visitaron: diez de ellos se encuentran en Ibagué y su líder trabaja con adultos mayores y jóvenes de la región, otros diez están ubicados en Cundinamarca mientras que, en Barranquilla -más precisamente en Usiacurí- trabaja un grupo de diez madres de familia.
Este equipo se encarga de tejer y elaborar la variedad de accesorios diseñados por María Fernanda y Valentina. Para ello, cada grupo se encarga de determinados materiales: en Usiacurí se trabaja con la palma de iraca, en Ibagué el material escogido fue el mimbre y en Cundinamarca se utilizan el totumo, el coco y la concha de nácar.
Lo más leído
Entre otros materiales, las emprendedoras también realizan diseños con tagua, velvet (terciopelo) y macramé.
Cuenta María Fernanda que darle vida a Constantino no fue un proceso sencillo, más bien requirió de buen tiempo para idear su marca, conocer y escoger a los artesanos y poner en marcha el negocio. Por ello, el nombre le hace honor a dicho proceso, al ser una referencia al emperador Constantino y al significado de la palabra en latín: perseverancia y constancia.
La primera colección
Luego de tener todo listo para poner en marcha su emprendimiento, María Fernanda y Valentina ya podían pensar en su primera colección. Así lo hicieron.
En diciembre de 2019 dieron a conocer su línea de carteras y accesorios de lujo para mujeres, elaborados a partir de fibras naturales y con diseños únicos. Y, según resalta Valentina, con un valor agregado frente a sus competidores: la colaboración directa de los artesanos que hacían realidad sus diseños.
“La acogida de la primera colección fue buenísima, se vendió casi toda”, celebra la emprendedora, “hicimos el 80 por ciento de las ventas esperadas”. Además, agrega, la segunda colección ya viene en camino.
Inversión
Constantino empezó con capital propio, tanto María Fernanda como Valentina pusieron parte y parte para crear su emprendimiento. Hasta el momento, no han participado de ningún programa de aceleración o de rondas de inversión, pero es un plan a futuro conforme crezcan la marca y la empresa.
De acuerdo con María Fernanda, la mirada está puesta en generar alianzas con entidades que promuevan la compra local y la marca país, ya que su emprendimiento está muy alineada a dichos conceptos. Por esta razón, también hacen parte del movimiento Vístete de Colombia.
Actualmente, sus carteras han sido muy bien acogidas en lugares como Qatar, Tailandia, España, Estados Unidos y Dinamarca. Por lo que está en sus planes abrir mercado en Europa y en otros países de América Latina.
De igual manera, asegura María Fernanda, “queremos ampliarnos en producto: no solo sacar accesorios, sino otras prendas como gabanes, kimonos, pantalones. Esto siempre con las técnicas sostenibles que manejamos con fibras naturales”.
La importancia de la cultura
“Nosotras como empresa estamos resaltando el valor de los artesanos culturalmente, el valor étnico de sus ancestros, dándole a conocer al mundo el trabajo detrás de cada pieza”, destaca María Fernanda.
Su emprendimiento se ha caracterizado por darle el lugar y la importancia a los más de 30 artesanos que le dan vida a sus diseños, que hacen realidad su negocio y su marca. Desde el principio entendieron que era necesario que las personas conocieran el trabajo que hay detrás de cada una de las carteras que hacían, que supieran que una persona tejió a mano ese accesorio.
Por ello, además, Constantino no solo brinda empleo para este grupo de artesanos, sino también contribuye a que con ello tengan acceso a educación y alimentación. Asimismo, han generado trabajo indirecto en las comunidades.