EMPRENDIMIENTO
“Sobrevivimos”: el testimonio de Just Be, un emprendimiento de deportes para mujeres
La pandemia ha dejado miles de quiebras e historias de finales de negocios. Pero la reactivación económica y la reapertura del comercio también tiene historias buenas para contar. ¿Qué lecciones dejan los negocios que sobrevivieron al 2020? Natalia Marenco de Just Be cuenta cómo salir adelante en la crisis.
Just Be - Woman Power fue uno de los emprendimientos locales que logró superar el 2020 y reabrir sus servicios, a pesar de la crisis generada por la pandemia de la covid-19. Hace un año, las jóvenes que lideran este emprendimiento le contaron a SEMANA lo que harían para hacer frente a los cierres que se iniciaron el 15 de marzo. Un año después, Natalia Marenco habla de lo que ha sido resistir a tantos confinamientos, renovarse en plataformas virtuales y seguir creyendo que todo se puede.
SEMANA: Hace poco menos de un año hablamos y estaban implementando un modelo de clases virtuales. ¿Cómo salió?
Natalia Marenco: Fue la forma como pudimos sobrevivir a los cierres del 2020. La acogida fue impresionante: logramos tener cerca de 120 alumnas activas tomando clases; dictamos más de 7 mil horas de clases virtuales, hicimos 10 salidas al parque, realizamos 30 talleres de bienestar y prestamos servicios a más de 10 clientes corporativos. Así logramos mantener toda la operación.
Teníamos dos motivaciones muy grandes: poder generar ingresos a las entrenadoras y a nuestra empleada principal, y darle a nuestras clientas un espacio virtual en el que pudieran desestresarse y pensar en cosas distintas al encierro y la angustia que esto generaba. Tener mujeres que nos escribían contándonos que les “salvamos la vida en la cuarentena” hizo que todo el esfuerzo valiera la pena.
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SEMANA: ¿Esa fue la clave del éxito para no quebrarse en la pandemia?
Natalia Marenco: Fue una suma de varios factores: la creatividad, que fue clave para satisfacer a nuestras alumnas que demandaban cada vez más soluciones innovadoras para poder mantenerse enganchadas con el entrenamiento y la diversión en sus casas. La fidelidad de clientas y profesoras; la tecnología que nos permitió tener un centro virtual robusto y la reducción de costos. Tuvimos que tomar decisiones a pesar de la incertidumbre, como entregar el local sin saber en cuántos meses podríamos reabrir.
Además el entender la tecnología como aliado. Creemos que el uso de plataformas digitales y saber utilizarlas adecuadamente hace la diferencia para que un pequeño negocio sobreviva a una crisis como esta.
SEMANA: ¿Un negocio solo para mujeres no es una locura?
Natalia Marenco: Eso nos dicen mucho: que perdemos la posibilidad del 50% de potenciales clientes. Sin embargo, nuestra filosofía es brindarle a las mujeres un espacio seguro, donde puedan ser libres, sin juicios. Y eso solo es posible si mantenemos el espacio solo para ellas. Al no ser un gimnasio convencional, vemos el bienestar como un asunto de balance y eso implica ver más allá del peso y la talla. Además brindamos entrenamientos que van desde funcionales hasta baile, lo que le permite a las alumnas elegir las combinaciones de disciplinas que más se ajustan a sus gustos y necesidades.
Es un modelo que tiene demanda, hay un perfil de mujeres que lo prefieren. Y estamos demostrando que funciona.
SEMANA: ¿Algo salió mal?
Natalia Marenco: Éramos primíparas en los negocios. Entonces cometimos errores de principiantes, como no saber cobrar por ciertos servicios. Es algo de lo que algunos emprendedores sufrimos, y es que nos da pena cobrar por nuestro trabajo o servicios. Revisamos las tarifas y comenzamos a sentirnos más cómodas y a tener claro que podríamos sobrevivir.
Otro aspecto fue que había mucha competencia gratis en redes sociales. Sufríamos mucho, hasta que comprendimos que nuestras clientas no eran las que quieren clases masivas gratis, sino las que buscaban un diferencial en la atención y en el tipo de servicio, y claramente eso es lo que nosotros ofrecemos. ¿Y cuál es la diferencia? Nuestras clases en directo permitían interacción de las entrenadoras, quienes entendían las necesidades de cada alumna. Además, manejamos atención personalizada por WhatsApp, que fue fundamental en los momentos de crisis de algunas de ellas al permanecer solas encerradas en su casa.
Entendiendo el valor de nuestro producto, y con eso en mente, solo quedaba echar para adelante.
SEMANA: ¿Qué fue lo más complicado de estos 11 meses de cierre?
Natalia Marenco: Cuando en agosto las autoridades permitieron que nuestro sector reabriera los negocios, comenzamos a perder alumnas. Veíamos en redes sociales cómo todos tenían sus clases presenciales y nosotras sin local. Pero siempre con cabeza fría analizábamos la situación y sabíamos que no era el momento de arrancar de nuevo. Nos repetíamos, “aguantemos hasta el 2021” y reabrimos. La segunda ola de cierres nos dio la razón.
SEMANA: ¿Tuvieron algún apoyo del gobierno?
Natalia Marenco: No. Por ser una empresa que apenas está cumpliendo un año de ser constituida formalmente y un esquema de pago por horas, no cumplíamos ninguno de los requisitos para acceder a las ayudas y subsidios. Nos tocó solas con el apoyo de nuestras familias.
SEMANA: ¿Cómo fue el proceso de volver a montar el negocio presencial?
Natalia Marenco: Pasamos por todos los estados, desde la emoción hasta el miedo de no poder cumplir con las obligaciones. Fue un golpe de realidad ver que los arriendos de los locales no habían disminuido a los niveles que muchos predijeron. Al ser una decisión tomada, negociamos lo más que pudimos, y hasta logramos tener una cláusula que nos protege en caso de nuevas cuarentenas por la pandemia.
Hicimos el montaje en tiempo récord para iniciar ventas lo antes posible, y poder cubrir todos los costos y la inversión del montaje de la sede, que resultó ser mejor que la anterior. Estos 11 meses nos ayudaron a repensarnos y poder crear un nuevo espacio que refleje todo lo que somos, y es perfecto.
SEMANA: ¿Cómo funciona un centro como el de ustedes en pandemia?
Natalia Marenco: Cumplimos todos los protocolos dictados por las autoridades, especialmente el control del aforo y el uso del tapabocas. Es necesario hacer reserva previa, y desinfección permanente de todos los elementos utilizados. Además, tener una buena ventilación para evitar contagios.
Pero lo más importante es la conciencia de todas las asistentes a clases de la necesidad de usar bien el tapabocas, de lavarse las manos, mantener la distancia y no quedarse haciendo visita.
SEMANA: ¿Es muy complicado manejar los protocolos?
Natalia Marenco: No, en la medida en que son las clientas quienes tienen conciencia que cuidarnos es un tema de todas y que el descuido de una nos puede afectar a todas.
SEMANA: ¿Cómo les ha ido con la reapertura? ¿Las personas si están yendo a sitios presenciales?
Natalia Marenco: Hemos tenido una gran acogida. Ya estamos facturando en niveles superiores que en febrero del año pasado. Con esta crisis del coronavirus se generó una gran conciencia sobre el autocuidado y la salud mental, que están siendo claves para negocios como el nuestro. Nosotras promovemos hábitos de vida saludables y balance entre mente y cuerpo, aspectos que están en boga en estos momentos.
Después de un año de encierro y sedentarismo, muchas personas están buscando alternativas que además de entrenar les permitan divertirse, y eso es Just Be.
SEMANA: ¿La pandemia cambió la forma de hacer ejercicio?
Natalia Marenco: Por un tiempo la virtualidad fue la única forma de mantenerse en forma, probando que es posible obtener resultados a pesar de estar en casa en frente de una pantalla. Y si bien la presencialidad volvió y sigue reinando, el 25% de nuestras actuales alumnas aún mantienen la modalidad virtual, porque prefieren estar en casa y no desplazarse.
La virtualidad llegó para quedarse. Un esquema mixto de clases es lo que veremos como tendencia y eso nos permitirá llegarle a ese segmento que prefiere no salir de casa.
SEMANA: ¿Qué viene para el futuro?
Natalia Marenco: Primero tener calma y esperar qué termine de pasar con los contagios y el plan de vacunación. Además estabilizar este centro y comprender cómo será la dinámica de esta sede. Cuando comprendamos estos números, soñaríamos con abrir Just Be en otras ciudades de Colombia.
SEMANA: ¿Eso suena cauteloso?
Natalia Marenco: Lo es. Aprendimos en este año que no por correr se llega más rápido y cuando es tu propio capital el que está en juego, más vale tomar las decisiones con la mayor cantidad de información posible y ahí sí avanzar.
SEMANA: ¿Qué consejo le da a todas las personas que están pensando en montar su propio negocio?
Natalia Marenco: Que no tengan miedo, y que siempre traten de resolver los problemas desde diversas perspectivas. El mundo no es binario, y tampoco lo es la solución de problemas, ahí es donde seguro aparece la magia.