Salud
Tres emprendedores quieren tener la primera IPS digital del país y así planean lograrlo
Con su plataforma doc-doc ya atienden a 30.000 usuarios. Tienen presencia en Colombia, México, Chile, Argentina y Perú.
Desde antes de la aparición de la covid-19, muchos médicos ya solían darles su número de celular a sus pacientes y atenderles sus dudas por WhatsApp, en especial pediatras que por esta vía resolvían las comprensibles dudas de las madres primerizas. Esta práctica se potencializó durante la pandemia y las videollamadas pasaron a ser una forma de atención aceptada por pacientes y profesionales de la salud.
El avance hacia la telemedicina fue visto como una oportunidad de negocio por la pareja de novios de Gabriel Castillo Szpoganicz y Laura Gutiérrez Reyes. Ella es médica ortopedista y cirujana de mano, y durante el desarrollo de su profesión se dio cuenta de las ineficiencias del sistema con personas esperando atención en salas de urgencia, cuando perfectamente podrían ser atendidos por consulta externa; así mismo, como tiempos de espera muy largos para citas con especialista y costos muy elevados para los pacientes.
Gabriel, por su parte, es diseñador y administrador de empresas, con amplia experiencia en el mundo de las ‘startups’, pues desde los 19 años está metido en emprendimientos y cuando se graduó de la universidad ya tenía una agencia de desarrollo de software.
Lo que hizo esta pareja y un tercer socio ingeniero de sistemas fue juntar sus conocimientos para, con la ayuda del desarrollo de software, corregir los problemas identificados por Laura. Juntos crearon una tecnología similar a las de las plataformas de videollamadas (Google Meets, Zoom o Teams) y que funciona a través de una aplicación que descarga el paciente. Allí tienen acceso a una experiencia digital inspirada en la de WhatsApp. El usuario ve un listado de médicos y puede escoger con el que quiere hablar. Se puede iniciar la llamada o videollamada de manera programada o incluso en tiempo real, en caso de urgencia.
Con esa filosofía, hace tres años crearon doc-doc, una plataforma que busca pasar de una telemedicina informal a una mucho más organizada, que ya no solo incluye a pediatras y madres primerizas (que fueron sus primeros usuarios), sino a diversas especialidades médicas, en particular aquellas que no pudieron atender presencialmente durante las cuarentenas y que fueron las que más “se montaron al bus de la telemedicina” como la dermatología o la psicología. De hecho, en su plataforma ya tienen 25 especialidades,
Gabriel, quien es el CEO de doc-doc, explica que el modelo de negocio consiste en una suscripción mensual que pagan los usuarios para tener consultas ilimitadas por chat y si necesitan videoconsultas pagan para ver al especialista, pero a un menor costo que en una cita presencial particular y en un tiempo menor.
Actualmente tienen más de 30.000 usuarios y pasaron de 20 médicos antes de pandemia a 105 hoy. Realizan unas 3.000 consultas mensuales y también están desarrollando otro foco de negocios: los planes empresariales, dirigidos a las compañías que desean brindar beneficios de salud a sus empleados, en especial para tratar casos de ansiedad, depresión, estrés o manejo del duelo, patologías que se han exacerbado con la epidemia. En este caso, son las empresas las que subsidian los planes de los empleados y ya tienen 10 empresas con 200 empleados suscritos.
Habilitación
Dado que todo el tratamiento médico no se puede hacer de manera virtual, en doc-doc tienen alianzas con centros de diagnóstico para exámenes y laboratorios. Están en proceso de convertirse en un hospital virtual habilitado por la Secretaría de Salud, lo que implicaría entrar a formar parte de la red externa de proveedores de las EPS. En otras palabras, quieren convertirse en la primera IPS digital del país y esperan obtener la habilitación en unos tres meses.
Gabriel señala que diferentes estudios han demostrado que hasta el 75 % de las consultas médicas que se realizan en el país se pueden hacer de manera remota y eso no es diferente en otros mercados. Por eso, desde antes de la pandemia había iniciado un proceso de internacionalización.
Para arrancar doc-doc, sus fundadores recibieron el apoyo de ángeles inversionistas como los cofundadores de Rappi y los socios de las Clínicas Chicamocha y de la Mujer; sin embargo, también recibieron inversión de la aceleradora mexicana 500 Startups. Antes de la pandemia estuvieron viviendo en ese país por cuatro meses, pues además del apoyo económico recibieron mentorías semanales. “Nos ampliaron nuestra visión del negocio, porque tenemos la meta de atender a todo el mercado hispanohablante. Así que después de México, nos fuimos a Chile, donde recibimos apoyo de Startup Chile y más mentorías, aunque esta vez todo fue online”, comenta Gabriel y dice que con esa experiencia se animaron a abrir mercado en Perú y Argentina. Eso sí, han tenido que hacer ajustes a la aplicación para que, por ejemplo, los pagos se puedan hacer en la moneda local.
Por ahora, el 90 % de sus médicos está en Colombia, pero hay especialidades como la psicología que son bien recibidas sin importar el país en donde esté el doctor.
En los tres años que llevan en el mercado, han levantado 500.000 dólares de fondos y ángeles inversionistas y mensualmente registran crecimientos de 20 % en número de médicos y de pacientes. Tienen 12 empleados directos, 4 indirectos (abogados y contabilidad), más los médicos aliados.