Aerolíneas están preocupadas por agresiones a su personal, que se han multiplicado en los últimos meses

Las demoras, los cambios en los itinerarios o la cancelación de los vuelos se han hecho algo comunes en los aeropuertos del país, debido a diferentes situaciones, como los programas de demoras en tierra (GDP) del Gobierno, dificultades climáticas, cierre de aeropuertos, problemas en pistas o contratiempos de las aerolíneas.

Sin embargo, esto es algo que muchas veces no conoce el pasajero, que solo ve cómo su vuelo es afectado, lo que, injustificadamente, lo lleva a reaccionar violentamente contra el personal de las aerolíneas, que los catalogan como “pasajeros disruptivos”, según le explicó a SEMANA una fuente enterada del tema.

De acuerdo con esta persona consultada, en los últimos meses se han triplicado el número de vuelos afectados por las agresiones contra funcionarios de algunas aerolíneas por este tipo de situaciones. Desde golpes y escupitajos, hasta ruptura de los stands y los computadores en el punto de servicio son algunas de las agresiones que han tenido que aguantar los empleados.

En este sentido, la fuente consultada por SEMANA manifestó que una de las razones por las que ocurre esto es porque las sanciones a las personas que realizan este tipo de agresiones no son ejemplarizantes, por el contrario, suelen ser bastante laxas. De hecho, indicó que mientras que en Estados Unidos la multa máxima por estas conductas llega hasta los US$34.000, en Colombia puede estar por el orden de los US$2.000 y muchas veces no se pagan, ni las autoridades hacen un seguimiento a la sanción.

Por esta razón, la fuente indicó que el comportamiento de los pasajeros colombianos no es el mismo en el país, que en el exterior. Pues mientras que aquí son recurrentes las agresiones, en el extranjero esto, aunque pasa, es poco común.

Por poner un ejemplo, hace unos días unos pasajeros que se dirigían desde Bogotá a Pereira se tomaron un avión en El Dorado, debido a que el vuelo en el que se transportaban no pudo aterrizar en la capital de Risaralda, debido a malas condiciones climatológicas. Una vez de regreso en Bogotá, cerca de 30 hinchas de Atlético Nacional, que viajaban a ver la final de la Copa Betplay en esa ciudad, se intentaron tomar un vuelo que iba con destino a Montería, hasta que la aerolínea los transportara.

Esto generó la intervención de las autoridades, quienes llegaron al lugar y lograron calmar la situación, mientras las empresas acomodaban a estas personas en otros vuelos.

En este caso, la autoridad en materia de transporte aéreo del país, la Aeronáutica Civil, anunció que iniciará actuaciones administrativas para esclarecer los hechos registrados en la terminal aérea de la capital del país, cuando los pasajeros de un vuelo de Latam bloquearon la pista, en protesta por un vuelo que iba para Pereira y fue cancelado debido a que las condiciones climáticas impedían la movilidad aérea hacia esa zona.

Según la Aeronáutica Civil, las actuaciones que se inician están respaldadas por los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia (RAC).

En esas normatividades se señalan sanciones administrativas de tipo pecuniario, sin contar con las posibles acciones penales en estos casos, para lo cual, envió copias a las autoridades judiciales.

Los efectos sobre los presuntos responsables, si una vez surtido el debido proceso llegaran a resultar culpables, no solo serían económicas.

Cabe mencionar que las reglas de la RAC establecen que las sanciones económicas podrían estar en alrededor de los $6.716.980, equivalentes a 185 UVT (Unidad de Valor Tributario). Sin embargo, fuentes judiciales señalaron en SEMANA que el asunto no es tan sencillo como pagar una multa y capítulo cerrado. Inclusive, en términos económicos, las personas que resulten culpables, luego de que la autoridad en transporte aéreo concluya la actuación administrativa iniciada, podrían tener conductas acumulables que estarían llegando a establecer multas cercanas a los $16 millones.

Por otra parte, SEMANA confirmó que algunas empresas de transporte aéreo están trabajando en campañas de educación al viajero para que este tipo de afectaciones a su personal deje de presentarse.