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¡Alerta máxima! La industria del cannabis se declara en cuidados intensivos

Los productores de cannabis medicinal le piden al presidente Iván Duque permiso para exportar flor seca de la planta, pero el negocio está en producir insumos farmacéuticos de alto valor agregado.

1 de febrero de 2021
Desde 2016 varios operadores y fondos de inversión han traído al país cerca de US$ 450 millones para la construcción de laboratorios, invernaderos y centros de investigación | Foto: 123RF

¿Flor de un día? La industria colombiana del cannabis se declaró en cuidados intensivos, luego de que en los últimos meses se registrara una caída estrepitosa en el precio de materias primas que se hacen a base de CBD, el componente de esta planta que no es psicoactivo y que tiene muchas aplicaciones que van desde el cosmético hasta la comida para animales.

Las empresas agremiadas en la Asociación Colombiana de las Industrias del Cannabis (Asocolcanna) y en otras 7 asociaciones de esta industria, divulgaron este lunes una carta enviada al presidente Iván Duque donde le expresan su preocupación por el deterioro en los precios internacionales y por la imposibilidad regulatoria para exportar la flor seca para generar ingresos.

| Foto: Cortesía

Asocolcanna y las demás asociaciones advierten que impedir esta exportación de flor seca acarrearía el cierre de empresas, la fuga de capital y la pérdida de miles de empleos.

Desde 2016 varios operadores y fondos de inversión han traído al país cerca de 450 millones de dólares para la construcción de laboratorios, invernaderos y centros de investigación. Según el gremio, el retorno solo ha llegado a los 4 millones de dólares.

Los empresarios agremiados se quejan porque no hay mercado interno para distribuir la flor seca y los productos derivados y que ante esa situación, algunas empresas como Canopy & Tilray, han dejado el país.

Los gremios indican que el enfoque actual de producir extractos (ingredientes medicinales) es poco rentable: el CBD en 2019 se cotizaba a US$ 7.500 el kilogramo y el año pasado el precio cayó hasta los US$ 750.

Estamos en un punto de inflexión y a punto de perder una oportunidad única e irrepetible de consolidarnos como un jugador líder en una naciente industria con enorme potencial”, aseguraron los gremios en la carta enviada el pasado 31 de enero al Presidente de la República.

| Foto: León Darío Peláez

Los empresarios se quejan - además- porque los proyectos de productos terminados tardarán muchos años en ser autorizados y generar ingresos y además que se requieren ensayos clínicos y registro sanitario en cada país.

“Aunque hay alta demanda por flor seca, que representa cerca del 50 por ciento de las ventas mundiales, Colombia, que tiene ventaja comparativa, prohíbe su exportación”, indican.

El gobierno nacional estableció hace unos años esta prohibición de exportación para evitar que el país y los propios laboratorios se quedarán sin insumo para producir. El espíritu inicial de la norma era evitar también que esta industria se dedicara solo a cultivar flor sin ningún tipo de valor agregado, como insumos para los laboratorios farmacéuticos o algunos medicamentos.

En contraste, Asocolcanna y los demás representantes explican que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) advierte que la prohibición de exportar flor seca, “lejos de fomentar el desarrollo de la industria farmacéutica nacional, no solo podría no alcanzar el objetivo, sino que causa distorsiones que condenarían a centenares de productores nacionales, entre ellos muchos pequeños y medianos cultivadores, a cerrar sus operaciones y perder las inversiones realizadas”, afirman los gremios.

Colombia es el único país productor que no permite exportar flor seca y competidores buscan llenar el vacío; Uruguay expidió 2 decretos para impulsar flor seca, Ecuador legalizó la exportación de flor en octubre pasado y México legalizará el cultivo y exportación en el primer trimestre de este año.

Aunque este tema lo revisó el gobierno nacional en octubre de 2020, el contexto ha cambiado enormemente desde entonces. En diciembre pasado la ONU reclasificó el cannabis y reconoció usos médicos tras 60 años, mientras que en diciembre de 2020 Europa aprobó el uso de CBD en bebidas y alimentos.

Además, en diciembre pasado la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó MORE Act, que descriminalizaría el cannabis a nivel federal (la ponente es la actual vicepresidenta, Kamala Harris)

En enero de este año Joe Biden, presidente de Estados Unidos, prometió legalizar el cannabis medicinal, lo que abre muchas puertas a este mercado.

Hay que decir que otras empresas con presencia en el país, como el caso de Pideka, han logrado desarrollar insumos de alto valor y calidad para productos farmacéuticos.

La carta enviada al Presidente Iván Duque está firmada por Rodrigo Arcila, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana Industrias del Cannabis - Asocolcanna; Juan Manuel Galán, presidente Ad Honorem de la Asociación del Cannabis Medicinal e Industrial; César Díaz Guerrero, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Cannabis Medicinal; Jaime Jurado Jurado, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Cannabis y Cáñamo; Natalia Andrea Núñez, representante legal de la Asociación Colombiana de Cáñamo; Carolina Zuluaga y Esteban Rossi de la Asociación Colombiana de Pequeños Cultivadores y Sandra Carrillo, presidenta de la Asociación Médica Colombiana de Cannabis Medicinal.

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