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“América Latina le gana al mundo en desperdiciar oportunidades”: demoledora conclusión del Financial Times. Gobierno Petro incluido
El columnista y editor del continente, Michael Stott, hace un análisis de los malos manejos en materia económica de todos los presidentes de la región. Este es el difícil panorama.
América Latina lo tiene todo. Energía renovable abundante y barata. Tierra y posibilidades para ser una de las reservas alimentarias del mundo. Es un lugar relativamente en paz si se compara con las otras regiones del mundo. Cerca de Estados Unidos y en una posición privilegiada para enviar mercancía a China. Así lo dice el columnista del prestigioso Financial Times, Michael Stott, quien llega a una conclusión triste: aun así, el continente desperdicia todos esos privilegios.
“Los presidentes parecen tener otras prioridades”, señala Stott.
El periodista tiene toda la autoridad para hablar del tema. Como editor para América Latina del Financial Times conoce como nadie los vericuetos del poder y de los negocios de América Latina. Michael trabaja en Londres, pero juega de local en América Latina, pues vivió allí entre 1990-1998, en Brasil, Colombia y México.
Graduado de la prestigiosa universidad de Cambridge, habla con fluidez español, portugués, francés, alemán y ruso.
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En su análisis, Stott habla de país por país. Por ejemplo, del gigante Brasil, dice que mientras podría ser un Silicon Valley del mundo, y competir con India en fabricar chips, la prioridad de Luiz Inácio Lula da Silva es apostarle al pasado levantando refinerías, apostándole a la construcción de buques y aliándose en una política monetaria con el peor del curso en esa materia: Argentina.
Esta semana justo fue noticia como el Banco Central de Brasil (BCB) le dijo No al primer mandatario y mantuvo este miércoles su tasa de interés de referencia en 13,75 %, donde se ubica desde agosto de 2022, pese a las presiones del gobierno para reducir el costo del dinero e impulsar la economía.
El Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad dejó sin cambios la tasa Selic por sexta vez consecutiva. Basó su decisión en una inflación todavía elevada en relación con la meta, según indicó en un comunicado al finalizar su tercera reunión del año.
El presidente brasilero ha dicho públicamente que ayudará a Argentina, a pesar de todas las críticas internas por ese giro. “Voy a hacer todo y cualquier sacrificio para que podamos ayudar a Argentina en este momento difícil”, dijo en una conferencia de prensa en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial, donde recibió a su par argentino en una reunión que se extendió casi cuatro horas hace unos días. Tras el encuentro, Lula dijo estar “dispuesto” a conversar con empresarios y con el Congreso brasileño para encontrar “una solución” ante la falta de dólares en el Banco Central de Argentina.
El caso de Gabriel Boric también le sorprende a Stott. El presidente chileno llegó como una enorme promesa y le ha ido pésimo. El último golpe lo recibió el domingo pasado cuando pasó como péndulo, en dos años de abrazar y rechazar una propuesta de Constitución de izquierda a embarcarse en una nueva con los ultraconservadores al timón y el Gobierno apenas como espectador, tras los sorprendentes resultados electorales.
Los chilenos eligieron un consejo constituyente de 51 miembros dominado ampliamente por la derecha opositora, que elaborará una nueva Carta Política para reemplazar a la de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la cual deberá ser sometida a plebiscito en diciembre.
Stott cuenta que mientras eso pasaba, el Gobierno le apostaba a explotar el litio. Boric tiene una propuesta controversial: busca que el Estado controle todo el proceso de producción de este mineral clave para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos. “Muchos de ustedes pueden tener legítimas dudas (...), estamos convocando un proceso de diálogo y participación para recoger las visiones y saberes en torno a la nueva gobernanza del litio”, dijo al presentar el proyecto.
Chile es el segundo productor mundial de este mineral, esencial para la fabricación de baterías de almacenamiento de energía, de autos y buses eléctricos. Su demanda creció con fuerza en los últimos años en momentos en que el mundo busca alejarse de los combustibles fósiles para frenar el calentamiento global.
Stott hizo entrevistas con expertos en ese mercado que sostienen que la estrategia de Boric es “pobre” y ha llenado al país de “incertidumbre”.
México, por su parte, no levanta tampoco. Según Stott, debería ser el mejor lugar para hacer negocios, por su cercanía a Estados Unidos y su Tratado de Libre Comercio. Pero el presidente López Obrador eliminó la agencia de promoción del país, atacó a las empresas de energía renovable, ordenó el cierre del aeropuerto de Ciudad de México para los aviones de carga, entre otras polémicas decisiones.
Argentina sí tocó fondo y está “casi en quiebra”. En marzo, el país alcanzó la inflación mensual más alta en 12 meses, período en el cual el aumento de los precios al consumidor totalizó 104,3 %. El país, en pleno año electoral, atraviesa un momento difícil de su economía, con una sequía que ha afectado duramente al sector agrícola y ganadero, la mayor fuente de divisas del país que desde inicios del año ha perdido más de 5.500 millones de dólares de sus reservas internacionales, actualmente en unos 37.000 millones.
El Fondo Monetario Internacional pronosticó para Argentina en 2023 un muy tímido crecimiento de 0,2 % del Producto Interno Bruto. El Financial Times cuenta que el Gobierno en vez de darle manejo a la situación, lo que ha creado es miedo e incertidumbre con decisiones que han impactado sus productos bandera en sectores como la agricultura.
Solo para dar un ejemplo de lo que ha pasado allá, el maíz y la soya que eran una fuente considerable de ingresos está muy golpeada. Se estima que la producción caerá a 37 millones de toneladas en 2023. “Para Argentina, la producción se reduce porque el calor continuado en marzo ha reducido las perspectivas de rendimiento del maíz sembrado tardíamente”, señala el informe Wasde del departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Colombia es el último país que menciona, pero tampoco le va bien. Del presidente Petro, dice que se ha opuesto a la minería y el petróleo, el pilar de la economía del país. “El exguerrillero ha obligado a casi la totalidad de su gabinete a renunciar, “incluido a su respetado ministro de Hacienda”, como una respuesta a una “emergencia del gobierno”, señala el artículo.
Por ese contexto, muchos millonarios del continente han preferido sacar su plata antes que invertirla en su tierra. El artículo cierra el análisis con una frase de Boric cuando presentó el plan de litio “No podemos perder esta oportunidad”. Y la conclusión de Tott es clara: ya lo hizo él y todos sus colegas del continente.