TURISMO
Anato sobre cese de operaciones de Ultra Air: “Esta noticia redundará en incrementos de costos y pérdidas para los consumidores y las agencias de viajes”
El gremio que representa a las agencias de viaje en el país alzó su voz en torno a esta nueva situación que golpea al transporte aéreo.
La industria “sin chimenea” en Colombia se encuentra preocupada por el anuncio, emitido en las últimas horas, por Ultra Air, que decidió cesar sus operaciones desde este jueves 29 de marzo; donde la medida se da a conocer tras cumplirse un mes de la suspensión de servicios de Viva Air.
Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), expresó que con esta nueva situación se incrementa la incertidumbre, no solo en el transporte aéreo, sino en todas las actividades económicas que se articulan con los servicios que brindan las aerolíneas al crecimiento y competitividad del país.
“La situación aérea en el país trae consigo perjuicios para los viajeros y las agencias de viajes que comercializan tiquetes aéreos. Esta aerolínea y Viva Air representan casi el 30% del movimiento de pasajeros en vuelos nacionales, por lo cual, lamentamos la situación que atraviesa el sector aéreo colombiano”, manifestó.
Por lo que no dudó en afirmar que “esta noticia agravará la problemática y redundará en un incremento de costos y pérdidas para los consumidores y las agencias de viajes”.
Así las cosas, ya son dos aerolíneas de bajo costo que por dificultades financieras, suspenden sus operaciones en el país; por lo que se encienden las alarmas ante la posibilidad de otras empresas del transporte aéreo comience a sumarse y que esto desencadene una crisis en el transporte aéreo colombiano. En vista de esta situación, y con el precedente de Viva Air es que las agencias de viaje insisten al Gobierno nacional en la adopción de medidas urgentes que mitiguen este riesgo, por lo que piden una mayor revisión de la situación financiera de estas empresas para evitar que la suspensión de actividades de éstas, afecte a las agencias de viajes y a los consumidores.
“Se venía trabajando en recobrar la confianza de los turistas para retomar sus viajes, en la ampliación de la oferta de conectividad aérea nacional e internacional del país y en la recuperación de las empresas de esta industria. Pero lastimosamente, la situación actual podría cambiar un poco el rumbo de la senda positiva que venía mostrando”, recalcó Cortés Calle.
Vale la pena destacar que en el caso de Viva Air, se estima que más de un millón de tiquetes aéreos vendió antes de suspender operaciones, donde cálculos de Anato indican que están comprometidos más de $5.000 millones de pesos. Sin embargo, en lo que respecta a Utra Air, se desconoce la cifra de pasajeros afectados, ya que dicha información no ha sido revelada por la compañía y este dato es importante que se conozca, ya que permitirá a las autoridades y a las demás aerolíneas poder brindar una respuesta oportuna a los usuarios que tienen boletos de avión comprados.
Sin duda, esta es una decisión que llega como “ave de mal agüero” para la industria turística nacional; la cual se viene preparando para la temporada vacacional de Semana Santa, y que ante la crisis de Viva Air y que se le suma ahora el caso de Ultra Air, hacen prever que el 2023 no será un buen año para el turismo en el país, y en particular, para las empresas del sector que venían en un proceso de recuperación, tras los impactos ocasionados por la pandemia.
Las agencias de viaje habían previsto, a comienzos de año, un crecimiento entre el 6% al 10% en el flujo de visitantes al país, para este 2023. Pero, con lo que ha sucedido en el último mes, y con la contracción que ya se evidencia en el tráfico aéreo, es probable que ese dinamismo cambie; lo que será un fuerte golpe para el turismo que representa más del 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y que es considerada por el Gobierno nacional, como la actividad que reemplazará a los hidrocarburos, esto dentro de las acciones contempladas en la denominada “transición energética” o “economía descarbonizada” que busca implementar el presidente Gustavo Petro en su administración.