Empresas
Aparece otro inversionista interesado en salvar a Justo & Bueno y no es “cuento chino”
Tras el fracaso de la oferta de JF Capital International, otro inversionista quiere adquirir e invertir el 100 % del capital que se requiere para salvar la compañía.
Cuando parecía que la liquidación era la única salida para Mercaderías S. A. S., que opera en Colombia bajo el nombre de Justo & Bueno, aparece un nuevo inversionista que está interesado en adquirir e invertir en la compañía con el propósito de salvarla, y al parecer, esta vez no se trata de un “cuento chino”.
Este inversionista tiene interés en reactivar, estabilizar y sacar adelante a Justo & Bueno por medio del aporte de fondos para la recapitalización y del establecimiento de un plan estratégico, buscando con ello el salvamento de la compañía.
“El potencial inversor tiene interés de adquirir e invertir a título de capital el 100 % del valor exigido por el Decreto Ley 560 de 15 de abril de 2020, así como los recursos financieros para llevar a cabo el relanzamiento de la compañía”, aseguró la firma Deloitte, que fue contratada para cerrar el negocio.
Con esta operación, este inversionista “salvador” busca continuar con el desarrollo del canal y la compañía, así como retornar la confianza del mercado en cabeza de Lobbying & Consulting, como representante de los proveedores de la canasta básica.
Lo más leído
Adicionalmente, busca mantener la generación de empleo y normalizar la relación con los actuales afectados, empleados, proveedores, arrendadores y demás involucrados, todos ellos indispensables para el restablecimiento de la operación y del giro ordinario de Justo & Bueno.
El interesado en salvar Justo & Bueno asegura que estaría en capacidad de realizar la oferta en la fecha que determine la Superintendencia de Sociedades y previo al cumplimiento de los requisitos que procedan. Sin embargo, para poder formalizar y cumplir con la oferta, pidió la información financiera actualizada, certificada y requerida para preparar un modelo financiero del negocio y poder estimar los flujos de inversión que requiere la compañía.
Además de que la SuperSociedades permita el ingreso de los funcionarios y asesores de este inversionista al cuarto de datos de la compañía que se está organizando, y que presente formalmente el informe que le ha exigido el Juez del concurso sobre la composición del pasivo y del activo verificado.
La firma Deloitte aseguró que con esta información se podrá formalizar la oferta, que estará acompañada del borrador de plan de recuperación de Justo & Bueno, con el fin de buscar el restablecimiento y normalización de la operación de la compañía.
Por lo tanto, se podrá lograr un acuerdo con los arrendadores de locales, bodegas y centros de distribución que actualmente tienen contrato con Justo & Bueno, con el fin de mantener la red de tiendas resultante del modelo financiero que desarrolle el nuevo inversionista.
Igualmente, se logrará un acuerdo con los proveedores de mercancías que aseguren los inventarios requeridos y con los proveedores de bienes y servicios indispensables para la operación de Justo & Bueno.
Adicionalmente, y una vez realizada la adquisición e inversión del 100 % del capital, este inversionista, que aún se reserva su nombre, avanzaría en la implementación de un plan definitivo de estabilización económica y financiera, para lo cual extenderá su acuerdo con Deloitte por los primeros seis meses posteriores a la adquisición, con la posibilidad de extenderlos seis meses más.
La oferta de salvamento de JF Capital International resultó un “cuento chino”
El pasado diez de mayo Justo & Bueno anunció el cierre temporal de sus tiendas en el país, luego de que JF Capital International Limited, un conglomerado chino que había firmado un acuerdo para comprar la compañía, no cumpliera con el plazo establecido para pagar los US$628 millones requeridos saldar las deudas de la empresa.
El fondo chino se había comprometido a pagar antes del diez de mayo las acreencias causadas desde la admisión a la reorganización hasta el 30 de abril de 2022. Sin embargo, la fecha pactada llegó y no se produjo ingreso de recursos a las cuentas de la compañía.
Tampoco se recibió el informe requerido por el juez delegado de la Superintendencia de Sociedades donde se explicaría la estructuración del negocio propuesto, el mecanismo, el monto de la operación y un plan de capitalización.
En su momento, Justo & Bueno manifestó que la compra de la empresa por JF Capital tenía el aval de la Federación Mundial de Asociaciones de la Unesco y de la Conferencia Episcopal Ecuménica Mundial, razón por la cual se sentían “respaldados y confiados en el resultado”.
El pasado 28 de abril, durante la audiencia pública que adelantó la Superintendencia de Sociedades, se conoció que Justo & Bueno presenta un déficit de caja de $135.000 millones al 30 de abril, solo por gastos de administración de la reorganización, y la operación de 603 tiendas de las 1.118 antes activas, la reducción del personal que laboran en ellas, entre otros supuestos que comprometen la operación de la compañía.