EMPRESAS
Carísimo: precio interno del café por carga volvió a tener niveles de octubre, lo que se refleja ya en el bolsillo del colombiano
Según la Federación de Cafeteros, el grano se vendía este 22 de febrero a 2.222.000 pesos. La explicación de los precios en las cafeterías y supermercados.
Los colombianos piden un tinto en un sitio y no pueden más que abrir los ojos con el cobro que les hacen. Las amas de casa van al supermercado y piensan dos veces en llevar la bolsa de café o el frasco del producto para preparar instantáneamente.
El café, que es una bebida masiva, volvió a tener un precio interno por carga que llegó a los niveles que se registraron en una fecha como el 25 de octubre de 2022, cuando al grano le estaba pegando el efecto del invierno y otros coletazos provenientes del alto costo de los insumos para producirlo.
Este miércoles, de acuerdo con los registros de la Federación Nacional de Cafeteros, la carga de café de 125 kilogramos tuvo un precio interno de 2.222.000 pesos, similar a los 2.225.000 que aplicó hace cuatro meses.
Esa es la razón por la cual, en los estantes de los supermercados, un frasco de café Juan Valdez que antes valía 14.000 pesos, hoy cuesta 27.000, casi el doble de lo que tenían que desembolsar los hogares para obtener el producto que es de uso cotidiano en las familias, en las oficinas, en los restaurantes y demás lugares de congregación.
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¿Y en la Bolsa de Nueva York?
El café de Colombia es un producto que, primordialmente se cultiva para exportar. Cotiza en la Bolsa de Nueva York, donde se vendió a menos de un dólar en la jornada de este miércoles: en 1,99 dólares por libra, y se negoció con un precio de la divisa estadounidense de 4.900 pesos, lo que, si bien sigue siendo positivo para los caficultores, en varias ocasiones han enfatizado en que el nivel de precio externo para que no les genere pérdidas, es por encima de los 2 dólares.
Entre tanto, la arroba de pasilla registró un precio de 60.000 pesos. Este producto en particular, que no es otra cosa que el grano partido, por lo cual, pierde el nivel de calidad exigido para exportar, es uno de los que, por mucho tiempo se utilizó para elaborar el producto nacional. Los industriales del café señalaban entonces que los colombianos no parecían estar dispuestos a pagar por un café más caro, tipo exportación. Ese panorama cambió posteriormente, pues ya está disponible en los supermercados y sitios en los que se expende el producto, toda una variedad de cafés especiales, para que el consumidor pueda elegir. No obstante, ante la escalada de la inflación, podría volver a ser clave la pasilla.
En medio de una producción baja
La producción de café ha estado a la baja en los últimos tiempos, lo que, de alguna manera ha restado ganancia a esa especie de minibonanza en el precio del grano. La Federación de Cafeteros reportó recientemente que la producción del grano (café arábigo suave lavado), en enero, fue de 868.000 sacos. En el acumulado de los últimos 12 meses, hasta el inicio de este año, se había acumulado una producción de 11 millones de sacos, lo que corresponde a una reducción del 10 %, en comparación con los 12,4 millones de sacos que se tuvieron en el inicio de 2022.
Esa reducción en la producción también baja las exportaciones, que disminuyeron en la misma proporción, lo que es preocupante para un país como Colombia, que tiene el requerimiento de equilibrar la balanza entre lo que exporta y lo que importa (somos más compradores en el exterior y no tan vendedores).
De la producción de café dependen más de 550.000 familias colombianas. Las estrategias que despliegue la Federación son claves, por lo que hay expectativa por la elección del nuevo timonel del gremio. Este 23 de febrero se vence el plazo para que los aspirantes a ocupar la gerencia de la Federación, presenten sus candidaturas.