Nación

Comenzó piloto para implementar la biometría facial y combatir la suplantación de identidad en Colombia

La biometría facial es un mecanismo de verificación que usa los datos biométricos del rostro.

19 de agosto de 2022
Seguridad Digital Olimpia IT
Esta tecnología se implementará a través del acceso a las fotografías que se han realizado para las cédulas de ciudadanía. | Foto: Getty Images

En Colombia ya se están haciendo pruebas piloto para la implementación de la biometría facial y así combatir la suplantación de identidad. La biometría facial es el mecanismo de autenticación que se basa en el uso de datos biométricos del rostro. Esta tecnología se implementará a través del acceso a las fotografías que se han realizado para las cédulas de ciudadanía, validando que la persona es quien dice ser a partir de la captación del rostro vivo.

Lo anterior, además de la actualización de datos por medio de canales virtuales o en canales físicos con posible combinación de biometría dactilar, y los desembolsos de líneas de crédito a través de App y Web.

La finalidad de esta prueba piloto es aumentar el número de transacciones de biometría en el país, de tal forma que los cotejos biométricos dactilares se mantengan en sus números actuales, y que la biometría facial crezca de manera exponencial.

En ese sentido, se busca generar entre cinco y ocho millones de transacciones anuales para los próximos años y masificar el uso de esta tecnología. Se espera que el piloto termine en diciembre de 2022 y que desde el próximo año se pueda implementar la nueva tecnología con diferentes entidades del sistema financiero.

Estos pilotos fueron desarrollados por Certicámara, proveedor de biometría dactilar del sector financiero, en convenio con Asobancaria, y fue aprobado por la Registraduría Nacional del Estado Civil (RNEC).

Asobancaria propondrá al Gobierno quitar 4 x 1.000 a todas las cuentas

Por muchos años, en Colombia se ha hablado del 4 x 1.000 o gravamen a los movimientos financieros, como algo perverso, pues afecta la decisión de los ciudadanos de bancarizarse. Sin embargo, una vez el Gobierno propuso generalizar la exención del impuesto, para montos hasta 13,5 millones de pesos, para todas las cuentas y no solo para la que está marcada, como sucede ahora, el gremio Asobancaria se refirió al tema.

La 56.ª Convención Bancaria que se realiza en Cartagena fue el escenario en el cual el presidente del gremio de banqueros, Hernando José Gómez, presentara la posición del sector financiero y avanzó en propuestas que le harán llegar al Gobierno en medio del debate.

En la reforma tributaria que hace curso en el Congreso de la República está planteado lograr que las personas utilicen más plenamente esa exención, pues hoy solo aplica para una sola cuenta, según recordó Gómez. “Ahora quisieran que sea más flexible, que sea una especie de cupo para que la persona lo utilice donde quiera”, argumentó.

El asunto es que, según sostuvo el presidente de Asobancaria, “eso nos genera un reto operacional y operativo muy grande, porque cada banco tiene su contabilidad y seguimiento en tiempo real de lo que pasa con sus clientes, pero el banco X no sabe lo que tiene el banco Y. Lo que se plantea en la tributaria es como si hubiera alguien, de manera centralizada, conociera los movimientos de todo el mundo, y no diario, sino en tiempo real lo que se requeriría”.

Según sostuvo Gómez, en ese escenario lo que quieren plantear al Gobierno es “cómo podemos lograr eso que se quiere adelantar, pero sin generarle un costo adicional gigantesco operacional al sistema financiero”.

Desde la banca también abogarán para que las medidas tributarias relacionadas con los dividendos y las ganancias ocasionales no terminen frenando las inversiones, lo que a la larga terminaría por poner una talanquera al dinamismo de la economía.

En general, el gremio de banqueros señala que la reforma tributaria “está bien orientada”, en el sentido de que busca cambiar la realidad invertida que existe hoy en el país, en donde es más pesada la carga impositiva para las empresas en relación con la de las personas, lo que es al contrario en países de la Ocde y naciones desarrolladas.

“El ministro ha sido razonable y sensato con el desmonte de los beneficios tributarios, al decir: ‘si me argumentan que la exención X genera más beneficios sociales que los costos del menor recaudo, la dejamos’, si no sigue insistiendo en que la quitará y eso es un buen criterio”, dijo Gómez.