Nivel de precios
¿Cómo van a resistir las empresas el proceso inflacionario? Esto piensa Moody’s
Para la calificadora, en general, las compañías pueden superar un periodo de márgenes más apretados y costos de deuda más elevados. Sin embargo, una mayor inflación tiene efectos diferentes dependiendo de los sectores.
La inflación se ha convertido en una de las mayores preocupaciones en materia económica para el mundo. La crisis logística, la dificultad en la producción en países como China, con cierres totales de ciudades para enfrentar brotes de la pandemia, y una demanda creciente han llevado los precios al alza. Ahora la incertidumbre se cierne sobre el impacto que la invasión rusa a Ucrania pueda tener en la inflación, en productos clave como trigo, maíz, fertilizantes y energéticos (petróleo y gas).
Moody´s Investors Service, en un análisis reciente, plantea cómo impactará la inflación a las compañías y sectores, de acuerdo con la calificación que les entrega.
“En general, las compañías no financieras calificadas en América Latina pueden resistir un período de márgenes más apretados y costos de deuda más elevados, sin sufrir un fuerte impacto en su calidad crediticia”, señala Carolina Chimenti, vicepresidente de Moody´s. “La mayoría de las compañías calificadas mantienen cierta holgura en sus indicadores crediticios y de liquidez desde principios de 2020, antes de que comenzara la pandemia”, agregó Chimenti.
La asequibilidad de los alimentos, la electricidad y el combustible comprende una mayor proporción de los presupuestos familiares en los mercados y economías emergentes, incluida América Latina, intensificando los efectos de la inflación.
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Según el informe de la calificadora, las compañías minoristas, las de bienes de consumo y las inmobiliarias serán las más afectadas por las presiones inflacionarias, en la medida en que se incrementan los costos para los precios de los commodities, la mano de obra y el transporte, al tiempo que un menor ingreso disponible de los consumidores limita los precios a los que estas compañías pueden vender sus productos. “Estas empresas generarán menores márgenes si no logran compensar la inflación, cuando menos parcialmente, con ahorros de costos y generación de eficiencias”, agrega.
El informe destaca que los precios de los insumos ejercerán presión sobre los márgenes al menos durante la primera mitad de 2022 para las empresas de consumo que utilizan productos básicos como insumos. Por ejemplo, la demanda se mantendrá estable para Cencosud, que tiene una cartera de alimentos y abarrotes relativamente inelástica, en su mayoría de origen nacional. También la demanda se podría mantener estable para los productores mexicanos de alimentos empacados Grupo Bimbo y Sigma Alimentos incluso con un entorno de consumo debilitado y costos de insumos más altos.
Los costos más altos de los productos básicos seguirán superando el crecimiento de los ingresos en 2022 para el productor brasileño de bebidas Ambev, incluso con cierta capacidad para trasladar los costos a los clientes. “Si bien Ambev usa algunas coberturas que lo protegen de las fluctuaciones de los precios al contado, los costos de sus materias primas seguirán aumentando hasta 2022″, señala el estudio. Para la empresa de belleza Natura, los mayores costos de insumos y empaque ejercen presión sobre los márgenes operativos, mientras que la demanda disminuye debido a los menores ingresos disponibles para artículos discrecionales.
Los embotelladores mexicanos de Coca-Cola Arca Continental y Coca-Cola FEMSA seguirán cotizando sus productos por encima de los niveles de inflación, pero los costos de las materias primas aumentarán en 2022. “Ambas compañías administran los precios utilizando tecnología para tomar ventaja de las elasticidades de la demanda, especialmente en el mercado de América Latina, donde los consumidores tienen un poder adquisitivo relativamente bajo”, explica Moody’s.
Agrega la entidad que, con la reapertura de las tiendas físicas, el operador de tiendas departamentales Ripley ha informado un aumento en las categorías de mayor margen, compensando cualquier necesidad apremiante de pasar costos más altos a sus consumidores.
Asimismo, la industria de las aerolíneas tendrá cierta protección contra la inflación conforme resurja la demanda, aunque podría ver presionados sus costos por un aumento en el petróleo que pueda impactar el precio final de combustibles.
Las aerolíneas, dice Moody’s, se enfrentan a la reducción de la demanda corporativa, viajes internacionales y mayores costos hasta 2022 que limitarán los rendimientos, incluso cuando estas compañías reduzcan costos y busquen flotas más eficientes. Se enfrentarán a mayor inflación por mano de obra, combustible y otros costos denominados en dólares. El aumento de la inflación reducirá la renta disponible y la confianza del consumidor. “Aun así, Avianca vende cerca del 80% de los boletos en dólares estadounidenses, neutralizando en gran medida los efectos de la inflación en su mercado interno colombiano”, agrega la calificadora.
A su turno, agrega la entidad, los picos de precios de materiales de construcción como el cemento, el acero y el PVC se extenderán a los sectores que dependen de ellos. La inflación reducirá la rentabilidad a corto plazo de los proyectos de construcción bajo contrato, “lo que lleva a revisiones presupuestarias y márgenes tensos (…) y los constructores de viviendas no pueden pasar los costos más altos a los clientes”.
Las materias primas
Además, los altos precios de las materias primas seguirán beneficiando a sus productores y especialmente a los exportadores, generando un mayor flujo de caja en medio de la debilidad local.
Los productores de materias primas como metales, acero y productos químicos mantendrán una rentabilidad alta en 2022, incluso tanto como en 2021, advierte Moody’s. La inflación para tales sectores se traduce en mayores costos laborales y costos de insumos, incluida la coquización, el carbón y el mineral de hierro para los productores de acero y los precios del petróleo para los productores de productos químicos.
Los productores de commodities pueden compensar el incremento en los costos de sus insumos y transporte con precios de venta más altos en bienes como granos, azúcar, hierro, acero, químicos y petróleo, así como con tipos de cambio que favorezcan las exportaciones de América Latina. Con todo, las petroleras estatales enfrentan riesgos de escrutinio político que posiblemente restrinjan su capacidad de reflejar los mayores costos en el precio ofrecido a sus consumidores, especialmente en combustibles.
Las recientes tensiones geopolíticas han ayudado a elevar los precios del petróleo, lo que beneficiará a los productores de la región en países donde los precios siguen la paridad internacional, como Brasil, Chile, Colombia y Perú. “En 2022, salvo una prima de riesgo geopolítico, asumimos que los precios del petróleo promediarán alrededor de 75 dólares por barril y disminuirán a 68 por barril”, dice la calificadora.
Para las refinerías, los precios del combustible tienden a seguir los cambios en los precios del crudo, un factor importante en sus costos de producción, pero en tiempos de alta inflación, los gobiernos pueden crear mecanismos para limitar los aumentos de precios de los combustibles para los consumidores.
Los productos básicos agrícolas deberían seguir una tendencia de precios similar a la del petróleo, disminuyendo desde los precios máximos de 2021 y principios de 2022, pero incluso seguir relativamente altos. Los altos precios de venta en 2022 en comparación con los niveles históricos del azúcar, el etanol, la soja y el maíz también ayudarán a los grandes productores de materias primas agrícolas. Ellos se beneficiarán de mayores volúmenes de producción, diluyendo algunos de sus costos más altos después de un corte por sequía en 2021.
Según cálculos de Moody’s, los productores de materias primas agrícolas compraron fertilizantes antes de que los precios alcanzaran su punto máximo en la segunda mitad de 2021, favoreciendo sus márgenes hasta 2022, especialmente los productores de soja. Pero los costos persistentemente altos de los fertilizantes en 2022 pueden debilitar la rentabilidad de 2023 y reducir los márgenes, incluso si las empresas usan menos fertilizantes o aumentan sus opciones alternativas de nutrición vegetal. Los fertilizantes corresponden al 25 a 30 % del costo de siembra de soja y maíz.
Por su parte, los precios más altos del ganado y los alimentos reducirán los márgenes de 2022 para los productores de proteínas, aunque la presión debería disminuir durante el año, con una demanda de exportación más incierta y volátil que durante 2020-21, especialmente de China para carne de cerdo.
Otros sectores clave
En la región, el sector de las compañías públicas, a juicio de la calificadora, es el que enfrenta los mayores riesgos por inflación, debido a que las inquietudes de asequibilidad e interferencia política amenazan la protección que reciben las compañías de servicios públicos y de operación de carreteras de peaje mediante la indexación establecida en contratos en 2022 y en adelante.
Por el lado del sector financiero, los bancos latinoamericanos cuentan con varios mecanismos que los podrían proteger de la inflación. Los bancos protegerán sus márgenes de interés neto ajustando las tasas rápidamente en el lado de los activos a medida que aumentan las tasas de política. En general, los bancos más grandes de América Latina pueden transmitir mayores tasas a los clientes, compensando el efecto negativo de los costos flotantes de financiamiento, puntualiza Moody’s.