TECNOLOGÍA

Computación del futuro: el 75 % será de ‘edge computing’. ¿Qué es?

El ‘edge computing’, o computación al borde en español, permitirá hacer cosas que hoy suenan a locura. La firma Intel presentó los resultados de un estudio sobre el tema.

3 de junio de 2021
Juan Carlos Garcés, Gerente de Intel en Colombia
Juan Carlos Garcés, Gerente de Intel en Colombia | Foto: Cortesía Intel

El mundo avanza rápidamente hacia un estado de cosas sorprendente por dos características: 1) la gran cantidad de datos que va procesar y a tener disponibles, y 2) la cada vez menor latencia en las actividades de cómputo y respuesta.

Eso significa que vamos a tener que convivir con un universo paralelo de información digital útil para muchos frentes de la vida y con una sensación de “tiempo real” en la toma de decisiones con base en esa data.

Por eso, cada vez son mayores las necesidades de almacenamiento y velocidad de procesamiento y respuesta de la tecnología. Una de las opciones que está ofreciendo soluciones frente a esta realidad es la computación al borde o, en inglés, edge computing. Se trata de llevar la potencia de cómputo hasta el margen donde se generan los datos. Esto significa capturar toda la información posible para procesarla y quedar lista para la toma de decisiones, pero en el sitio mismo en que se produce.

Por definición, la computación al borde es la contrapartida de la tecnología de la nube, diseñada para almacenar información.

Por esta razón, la firma Intel, la más grande compañía de chips en el mundo, realizó un estudio para determinar los beneficios, oportunidades y desafíos de esta clase de tecnología.

Juan Carlos Garcés, gerente general de Intel en Colombia, explicó que si bien hoy la nube está de moda, paulatinamente, todo se va a inclinar hacia la computación al borde.

“Una de las cosas que la gente se imagina con todo este movimiento es que el procesamiento de datos se va a mover 100 por ciento a la nube. Pero la realidad es otra: se proyecta que para 2025 la computación al borde representará el 75 por ciento del procesamiento de datos”, comentó Garcés.

En este contexto es necesario tener en consideración dos cosas: el altísimo volumen de datos que va a producir la humanidad y dos la necesidad de reducir los niveles de latencia (tiempo que demora la información en ser transmitida, procesada y utilizada en la toma de decisiones de los sistemas de cómputo).

Sobre el primer aspecto, Garcés explicó que el incremento en producción de información va a ser exponencial en los próximos años: se van a producir en 2025 alrededor de 90 zettabytes al día. “Hoy se produce en el nivel de los hexabits. Eso significa que en los próximos años la producción de información se va a multiplicar por mil o por 10 mil”, dijo.

Desde el punto de vista de la latencia la entrada de la tecnología 5G implica una mejoría evidente frente a la situación actual. “Es importante -dijo Garcés- en el escenario de la computación en el borde porque la tecnología 5G va a permitir aplicaciones que hoy no son desarrollables”.

Pero aún así, es claro que por los altos niveles de producción de datos, las 5G no van a poder digerir tales cantidades de data.

“Estamos recorriendo un camino en el que la latencia de las tecnologías inalámbricas se va a acercar más a la de las alámbricas. Eso va a ser clave, por ejemplo, en casos de operaciones de misión crítica, que no pueden estar expuestas a interrupciones y en ciertas circunstancias requieren tecnología en el borde para que puedan continuar operando”, comentó.

Según Garcés, el estudio que desarrollaron busca llamar la atención de empresarios y reguladores sobre cómo utilizar todas las ventajas de la Edge Computing, ser más efectivos y habilitar el ecosistema necesario.

En el análisis se miraron las experiencias en el uso de esta tecnología en cuatro sectores.

El primero es el de “grandes superficies y retail”. Allí la computación de borde abre espacio para conocer mejor el comportamiento del consumidor tanto online como en punto de venta. “Se está produciendo información que se puede recabar para lograr una oferta más personalizada. Igualmente, se pueden diseñar soluciones para administración y operación del inventario. Con esta tecnología hemos evidenciado casos en los que se reduce el inventario desperdiciado y los desabastecimientos gracias a sensores de seguimiento”, explicó Garcés.

En el sector de salud los casos de éxito están asociados a telemedicina y cuidado en la casa de los pacientes. “Eso va a seguir despegando y eso implica sensores e interacción continua para ofrecer una mejor calidad de vida y respuesta en el tratamiento a los pacientes”, comentó.

También en el frente de salud, Garcés comentó que ya hay un caso de éxito de una empresa internacional que diseñó un robot que cuenta con unos emisores de rayos ultravioleta para desinfectar superficies. “De hecho, en Colombia hay también una empresa así. Y, por ejemplo, se puede ayudar a un gimnasio o a cualquier otro negocio a que esté con superficies libres de covid”, relató.

En el caso de las manufacturas también se puede aplicar Edge Computing, porque hay una gran cantidad de operaciones que se desarrollan en las plantas de producción y son susceptibles de intervenir con computación en el borde.

Es el caso de una fábrica donde se hacen procesos de soldadura a altas temperaturas. “Con Edge Computing, primero, se reducen los defectos en el proceso y eso baja la exposición de los empleados a altas temperaturas”, aseguró Garcés.

El cuarto sector analizado es el de las compañías de telecomunicaciones. “La cantidad de datos que producen es increíble y eso es clave para la toma de decisiones sobre el servicio. Tenemos un caso de una compañía que tiene la primera red 5G totalmente extendida con computación en el borde y que permite ofrecer mejores servicios a sus usuarios”, comentó.

La edge computing es el futuro en muchos aspectos de la vida de los seres humanos. Este estudio pone pistas sobre en qué frentes puede resultar importante su aplicación. Es hora de empezar a abordar este tema que es una de las tendencias de cambio profundo que nos trae la revolución tecnológica.