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Con inversión de 100 millones de dólares, esta cementera colombiana busca reemplazar importaciones de clínker
La firma se convirtió en la empresa número 570 por ventas en el país. Su nuevo proyecto lo desarrollará en el municipio de Galapa (Atlántico).
Pese a la fuerte caída que ha tenido el sector constructor, algunas de las compañías que forman parte de esta cadena productiva han logrado sortear las dificultades y terminar con buenos resultados. Una de ellas es Ultracem, una productora y comercializadora de cemento y concreto premezclado que inició operaciones en 2013.
Esta empresa logró vender el año pasado 520.270 millones de pesos, de acuerdo con los reportes de la Supersociedades, lo que implica un crecimiento de 24,4% anual y la ubica en el puesto 570 entre las más grandes del país.
Su gerente general, Julián Vásquez, atribuye los buenos resultados al hecho de que empezaron a exportar, lo cual les permitió mitigar la caída del mercado local. “Entendemos, además, que la turbulencia que está ocurriendo en estos momentos en el país también obedece a un proceso natural por los cambios de gobierno nacionales y regionales, que todavía están adaptando sus planes de inversión, principalmente a nivel de alcaldías y gobernaciones, porque están en el primer año de ejecución. Eso siempre ha generado algún tipo de traumatismo, pero la expectativa es que en el segundo semestre la inversión va a repuntar”, explica y agrega que también están pendientes del cambio en el tipo de consumo que hay en el país. Actualmente está basado en la construcción vertical e industrializada de vivienda y en grandes obras de infraestructura, pero el Gobierno busca un modelo de corte más social, en el que se premia más la mano de obra informal a través de las acciones comunales y de las asociaciones populares de vivienda.
“Lo que se busca en cierta forma es integrar el desarrollo de la construcción con el desarrollo social que genera el empleo de la mano de obra menos calificada de las regiones. Entonces, aquí el reto está realmente en saber interpretar ese cambio en el modelo de consumo para que las compañías preparen la logística y puedan estar tanto en lo muy formal y estructurado a como en lo comunitario y asociativo”.
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Operación externa
Las exportaciones de Ultracem (que van a Aruba, Curazao y Guyana), se suman a las plantas que tienen en Honduras y Guatemala. En Colombia, cuentan con una fábrica de cemento y otra de mortero en Barranquilla, así como plantas de concreto en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla. Vásquez anunció que planean montar un horno para fabricar clínker, en el cual invertirán unos 100 millones de dólares con el objetivo de reemplazar el 100% de la importación de dicha prima.
El clínker básicamente es la calcinación de la caliza en unos hornos de cocción y se usa para retardar el fraguado del cemento (tiempo que tarda en endurecerse luego de mezclarse con agua) o para mezclarlo con yeso y transformarlo en productos para construcción. Actualmente, Ultracem importa clínker de Turquía, Vietnam y España y la idea es que con el nuevo horno (que estará en el municipio de Galapa) ya no lo tendrán que traer más del exterior.
El plan es que el horno entre en funcionamiento aproximadamente en dos años. “Esto nos dará ventajas competitivas e implicará aumentar la mano de obra de los 1.200 empleos directos e indirectos que generamos hoy a un 20% más”, precisa el empresario.
Apuesta ecológica
Otro de los anuncios de Vásquez fue el lanzamiento de un producto ecoamigable, al que bautizaron Ecosac, que básicamente es un saco que se desintegra en la mezcla directamente al momento de hacer concreto por medios mecánicos. “Esto reviste particular importancia en la medida en que el saco se dispone dentro de la mezcla sin afectar las propiedades del producto y el constructor tiene la ventaja de ahorrar tiempo y costos en el manejo de los residuos en obra, pues por ley, los sacos se deben recoger en las obras para darles una disposición adecuada”, aclara.
Ultracem desarrolló el producto junto con un proveedor chileno. Usualmente, los sacos son de papel Kraft, que es biodegradable, pero el procedimiento actual es muy extenso y se busca agilizarlo. Para eso se usan unas fibras especiales que se separan rápidamente. “El saco está hecho con una cantidad de fibras unidas que, al momento de la mezcla con piedra, cemento, arena y el mezclador mecánico, se van separando hasta que desaparecen”, comenta el gerente de la compañía, pero aclara que no pueden poner toda su producción es este tipo de sacos, pues no sirve para los procesos con morteros, que no llevan piedra, dado que las fibras no se desintegrarían.
Actualmente entre 50% y 60% de la producción de concreto en el país se hace con medios mecánicos, el resto utiliza morteros.
De otro lado, Fitch Ratings mejoró la perspectiva de la calificación de largo plazo de Ultracem de negativa a estable. Su nota fue ratificada en AA para sus bonos ordinarios de 77.500 millones de pesos, los cuales cuentan con garantía parcial de 70% del Fondo Nacional de Garantías S.A. (FNG).