NEGOCIOS
Con Justo & Bueno, Supersociedades anuncia audiencia pública sobre incumplimiento en pago de deudas
¿Y ahora qué viene? La cadena de tiendas de mercadería se acogió a un proceso de insolvencia, pero los acreedores reclaman que no están cumpliendo con las obligaciones y la empresa se vendió a un extranjero. ¿qué dice la compañía?
Justo & Bueno, la cadena de tiendas de mercadería que opera en el formato de bajo costo, no deja de causar desconcierto.
La empresa entró en proceso de insolvencia, pese a que el consumo de los productos que distribuye en sus estantes se incrementó en la época de pandemia y la lógica indica que las tiendas con precios más bajos eran los que más buscaban los ciudadanos en medio de la crisis económica del 2020-2021.
No obstante, la compañía se acogió al proceso de reorganización, argumentando que, para seguir operando, necesitaba llegar a acuerdos de pago con los acreedores que le proveían la mercancía y los servicios.
Pero se han presentado incumplimientos en dichos pagos, lo que llevó a la Superintendencia de Sociedades a anunciar este lunes que habrá una audiencia pública, prevista para el 28 de abril, a fin de escuchar los motivos de la cadena Justo & Bueno para no cumplir con sus obligaciones.
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Esto sucede en medio del anuncio, según el cual la compañía fue vendida al conglomerado chino Joining Futures Capital International Limited. ¿Qué está pasando?
Justo & Bueno es una cadena que creció rápidamente en Colombia. De tener 221 tiendas en 2016 pasó a 1.525, conquistando así un territorio geográfico de 308 municipios colombianos. Aunque ahora, según la información de la compañía, se registran 1.130 tiendas, desde la percepción, la disminución del consumo no parecía algo probable y mucho menos se esperaba que llegara a ser tan profunda como para requerir un proceso de reorganización.
Fue un empresario chileno, Michel Olmi, quien creó este negocio que ha tenido amplia acogida en Colombia, por el concepto que maneja: tienda de descuento duro. Es más, Olmi mereció titulares de prensa que lo han mostrado como el precursor de varios negocios de bajo costo, como D1 y Tostao.
Más que todo, por la popularidad de las tiendas Justo & Bueno, y teniendo en cuenta que en Colombia, antes de la pandemia el 80 por ciento de la población estaba ubicada en los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, lo que pudo haberse incrementado con la crisis, se estimaba que apuestas como la de Olmi, tendrían grandes resultados.
Pero en octubre 2021, se hizo público el anuncio de que se había solicitado ante la Superintendencia de Sociedades, la situación dificultosa, con la cual, se argumentó la petición de acogimiento a la ley de reorganización empresarial, bajo los preceptos de la norma contenida en la Ley 116 de 2006.
Durante ese mismo mes se habló de una fuerte inyección financiera que hizo un extranjero a la cadena, con una cifra de 75 millones de dólares, lo que, desde ese momento sonó a compra por parte de un inversionista internacional.
A comienzos de este año, en enero, la SuperSociedades dio su respuesta, según la cual, después de las revisiones a los libros de la cadena, le habían admitido la solicitud y empezaba así el proceso de llegar a acuerdos con los acreedores.
Posteriormente se conoció oficialmente la compra de la cadena Justo & Bueno, sobre lo cual, los antiguos dueños se refirieron así: “Para nosotros es motivo de gran alegría dar a conocer más detalles del Fondo que garantizará el salvamento definitivo de Justo & Bueno. Se trata de la empresa JFC - Joining Futures Capital International Limited, que desde 1990 realiza inversiones alrededor del mundo en compañías con enfoque social dentro de segmentos de tecnología, agricultura, consumo masivo, infraestructura y desarrollo de tierras”.
Lo que sostiene ahora la SuperSociedades
Según la SuperSociedades, los procesos de insolvencia son justamente para que los acreedores y la empresa logren de manera conjunta celebrar un acuerdo en el que se definan nuevas condiciones de pago de los créditos. En consecuencia, desde la fecha de admisión, la empresa ha debido atender de manera corriente todos los pasivos post-reorganización, sin embargo, de acuerdo con la información que obra dentro del expediente, se ha evidenciado por parte de los acreedores y del promotor, una situación de incumplimiento de estas obligaciones”.
Según la entidad de vigilancia, “el hecho debe ser valorado por el juez como director del proceso concursal en su función de protección de la empresa y del crédito”. Eso es justamente lo que se hará en la audiencia, en la que además, se tomarán decisiones”, indicó la Superintendencia.
Lo que dice la empresa
Según la información allegada a este medio, por parte de Justo & Bueno, “el apoderado especial de Justo & Bueno radicó comunicación ante la Superintendencia de Sociedades en respuesta al auto de la semana pasada. A pesar de que la Súper tenía información de la adquisición por parte de JFC, decidió citar a una audiencia no prevista en el marco regulatorio vigente comprendido en la Ley 1116 de 2006″.
Y agregan que: “Se cita en el documento radicado ante la Superintendencia que: ‘el modelo de negocio de Mercadería parte de la base de un sofisticado sistema de contratos comerciales debidamente articulados y coordinados que le permite operar sin activos fijos, y que la llevó antes de la pandemia a ser la más grande red de distribución de la industrial del retail en Colombia y una de las empresas más grandes y exitosas en ese segmento’. Esto supone que el mantenimiento de la empresa en marcha sea la única opción para pagar el pasivo reorganizable. En caso de una eventual liquidación de Justo & Bueno, esta no permitiría el pago ni del pasivo previo ni de los gastos de administración acumulados”.
Así las cosas, hay expectativa por lo que pueda pasar en adelante, principalmente, el 28 de abril, día previsto para la audiencia.