Empresas
Cuatro consejos para disminuir el impacto de la alta inflación en microempresas
La pandemia de la covid-19 y de la alta inflación que se registra en el país han impacto fuertemente a los negocios colombianos.
En estos tiempos es común encontrar locales comerciales en arriendo, donde anteriormente funcionaba algún negocio pequeño y formal que no logró sobrevivir a los estragos de la pandemia de la covid-19 y de la alta inflación, esta última con gran impacto en la estructura de costos de los negocios colombianos y en el bolsillo de miles de personas.
En junio, la inflación anual en Colombia alcanzó su nivel más alto en lo que va de 2022: 9,67 %. Además, es la cifra más alta de los últimos 22 años (desde el 2000), debido, principalmente, al incremento en los precios de los alimentos, alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
“Muchos de los microempresarios del país han quebrado y otros han pasado de la formalidad a la informalidad, es decir, eran empresas registradas en Cámara de Comercio, pagaban sus impuestos y generaban empleo, pero se vieron obligados a salir de los locales comerciales donde operaban, realizar despidos de empleados y seguir adelante con el negocio a través de las ventas digitales y producir y/o comercializar sus productos gracias a la colaboración familiar”, aseguró Alba Zulay Cárdenas, directora de la Especialización y Maestría en Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Tecnológica de Bolívar.
Ante este panorama, la experta presenta una serie de recomendaciones y medidas para que los pequeños empresarios se puedan sostener y no se aumenten los indicadores de informalidad y el desempleo en el país.
Reestructuración de deudas
La reestructuración de la deuda consiste en agrupar las deudas en una nueva obligación financiera con nuevas condiciones de plazo, con la finalidad de obtener un alivio financiero temporal en el flujo de caja, que le permita al empresario mejorar su liquidez, es decir, el dinero disponible.
Esta opción debe manejarse con prudencia, pues ante una reestructuración de deuda, la entidad financiera aumentará la calificación de riesgo, lo que impacta el historial crediticio.
Así mismo, se recomienda prudencia al realizar nuevos préstamos, ya que el Banco de la República viene haciendo fuertes alzas a la tasa de intervención, que actualmente se encuentra en 7,5 % con el fin frenar la inflación. De esta manera, las tasas de financiación para los empresarios de capital de trabajo, libre inversión y en general, son más altas, impactando los gastos no operacionales de las empresas y con ello reduciendo su margen neto.
Revisión y ajustes de la estructura de costos
Debido a que la energía es el servicio público que más ha aumentado su precio, el empresario debe realizar esfuerzos de racionamiento del uso de la energía eléctrica. Además, debe poner la lupa en su estructura de costos fijos y ajustarla en rubros como arriendo de local comercial, como muchos ya lo han hecho.
Es por ello que se recomienda el uso de las redes sociales como vitrina para la venta de los productos y servicios de manera online, manteniendo, al mismo tiempo, control sobre los costos variables que están indexados al volumen de la clientela.
Innovar en el portafolio de productos o servicios
Con la pandemia de la covid-19, las personas adoptaron nuevos hábitos de consumo, lo cual permite crear o mejorar productos o servicios de cara a estas nuevas tendencias ligadas al bienestar personal y familiar y a lo saludable. Por ello, los empresarios deben crear productos novedosos que sean atractivos para las personas y así lograr mantener un rango de ventas que les permita mantenerse en el mercado.
Uso de materias primas o insumos sustitutos
Muchos pequeños empresarios han logrado sobrevivir recurriendo al uso de sustitutos de materias primas por otras más económicas que no afecten la calidad del producto final. Por ejemplo, algunas panaderías optaron por comprar marcas de insumos como la mantequilla y harina de trigo, más baratas y también innovando en el uso de nuevas materias primas, con la finalidad de mantener y/o disminuir los costos de producción.