Empresarios
David Vélez es el hombre más rico del país, según el listado de Forbes
Posee una fortuna de US$7.000 millones, de acuerdo con la publicación.
David Vélez, fundador y CEO de Nubank, una exitosa fintech con presencia en Brasil, Colombia y México, es el hombre más rico del país, según Forbes. Posee una fortuna de US$7.000 millones y supera los US$6.600 millones de Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien ocupa el segundo lugar de ese listado.
De acuerdo con Forbes, encargada de estos nuevos datos, el repunte de David Vélez se debe a los impresionantes resultados reportados por Nubank para el primer trimestre de 2023. La compañía obtuvo utilidades por US$141,8 millones, en contraste con las pérdidas de US$45,1 millones registradas en el mismo período del año anterior. Además, logró una facturación de US$1.618 millones, representando un incremento del 85% en comparación con el primer trimestre de 2022.
Estos datos positivos han generado entusiasmo en el mercado, lo que se ha reflejado en el aumento del valor de las acciones de Nubank. La acción de la empresa, que opera en Brasil, Colombia y México, ha experimentado un incremento del 13 % en la última semana, alcanzando un precio máximo de US$7 en la mañana de este martes (23 de mayo), el más alto registrado en el último año.
Cabe destacar que las acciones de Nubank habían sufrido una tendencia a la baja debido a diversos factores, como la incertidumbre económica, la alta inflación en los mercados en los que opera, el aumento de las tasas de interés y el desfavorable desempeño del sector tecnológico.
Tendencias
Además de su éxito empresarial, David Vélez y su esposa, Mariel Reyes, han demostrado un compromiso filantrópico significativo. VelezReyes+, una plataforma filantrópica que han fundado, tiene como objetivo donar la mayor parte de su fortuna a causas sociales, especialmente enfocadas en la educación y el liderazgo. Hasta el momento, han realizado donaciones a 11 organizaciones en Brasil, Colombia y Perú.
En cuanto a Nubank, Forbes destaca que la empresa cuenta con un impresionante número de clientes. A la fecha, reporta tener 79,1 millones de clientes en total, de los cuales 75,3 millones se encuentran en Brasil. En México han alcanzado los 3,2 millones de clientes y en Colombia cuentan con 635.000 clientes, siendo estas dos últimas operaciones las más recientes de la compañía.
Recientemente, Nubank ha celebrado su décimo aniversario, y durante esta celebración, David Vélez expresó su visión de democratizar aún más servicios financieros, como la asesoría financiera, con el objetivo de poner “un banquero personal en el bolsillo de cada consumidor” en los próximos años.
David Vélez, nacido en Medellín, fundó Nubank en Brasil en 2013 junto a Cristina Junqueira y Edward Wible, atrayendo inversiones de renombre mundial, como las de Warren Buffett. Su ascenso como el hombre más rico de Colombia es un hito significativo en la escena empresarial del país. Su trayectoria exitosa al frente de Nubank, junto con su enfoque en la filantropía y su visión de democratizar los servicios financieros, lo convierten en una figura destacada tanto en el ámbito empresarial como en el social.
El panorama económico en Colombia continúa evolucionando, con figuras como David Vélez impulsando el crecimiento y la innovación en el sector financiero. A medida que Nubank expande su presencia y diversifica su oferta de productos y servicios, se espera que su influencia en la economía del país siga en aumento.
Con información de Forbes, David Vélez y Nubank se consolidan como ejemplos de emprendimiento exitoso y compromiso social. Su capacidad para adaptarse a los desafíos del mercado y su enfoque en la inclusión financiera los convierten en actores clave en el panorama empresarial y económico tanto de Colombia como de la región.
Duras advertencias de The Economist para Colombia con el gobierno de izquierda de Gustavo Petro
Uno de los fenómenos políticos que ha caracterizado a América Latina durante las últimas décadas, sin duda tiene que ver con la transición ideológica que se está viendo en los gobiernos de los países que componen esta región, donde la izquierda política ha ganado cada vez más espacios, al punto de que ya se instaló en 12 de las 19 presidencias y actualmente trabaja de la mano para crear un frente común que les permita salir adelante y convertirse en una potencia económica.
No obstante, si bien en su momento los gobernantes de esta corriente llegaron con promesas de cambio y discursos con los que prometían una reducción de la desigualdad social y la pobreza, esto no se ha cumplido, y muchos empiezan a preguntarse si en realidad podrán cumplir todo aquello con lo que se comprometieron o simplemente se convertirán en más de lo que las personas que habitan esta parte del mundo han vivido por años.
Para el caso de Colombia, esta transición de poder arrancó con Gustavo Petro, un reconocido político de izquierda, quien sucedió a Iván Duque (de derecha) en el poder y durante su campaña promovió un discurso de cambio y transformación social. No obstante, a poco más de nueve meses de haber llegado a la Casa de Nariño, los mercados se encuentran bastante inquietos y muchos inversionistas prefirieron mover sus capitales a otros países, luego de escuchar los mensajes e intenciones del mandatario nacional en materia económica.
Un reciente análisis del medio británico The Economist, titulado ‘El experimento de la izquierda en América Latina es una advertencia para el mundo’, revisa lo que hasta el momento ha sido el gobierno Petro y lo califica como un ejemplo “extremo”, destacando que en apenas ocho meses disolvió su gabinete y convocó “un gobierno de emergencia. Así mismo, habla sobre las reformas que adelanta en el Congreso, las cuales han enfrentado una gran oposición.
“El señor Petro es más extremo. A fines de abril, disolvió su gabinete y llamó a un Gobierno de emergencia después de que varios miembros no estuvieran de acuerdo con aspectos de su agenda, incluida la ampliación de la intervención estatal en el sistema de salud. También ha enfrentado resistencia a sus reformas de pensiones y laborales. El señor Petro reemplazó al gabinete, incluido José Antonio Ocampo, el moderado ministro de Finanzas, con sus aliados. Sin embargo, todavía enfrenta oposición en el Congreso”, reseña el artículo.
En su análisis, este diario también habla sobre el estancamiento económico que está viviendo la región y expone datos como los de “Goldman Sachs, un banco, el crecimiento anual del PIB en el grupo de los siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú) promedió el 3,4 % entre 2011 y 2013 y solo el 0,9 % entre 2013 y 2019″.
“Este año, Goldman Sachs estima que será del 1 %. En comparación, el FMI predice que Asia Oriental crecerá un 4,3 % este año. Durante la última década, el PIB per cápita en América Latina ha permanecido prácticamente estancado en términos reales”.
“Para financiar un mayor gasto social, América Latina necesita un mayor crecimiento económico. Sin embargo, no hay señales de que esté repuntando. La inversión, uno de los impulsores del aumento de los niveles de vida, es débil. Durante las últimas tres décadas, la participación de la región en los flujos globales de inversión extranjera directa ha disminuido. La burocracia, las políticas inconsistentes y la volatilidad política ahuyentan a los inversores, aunque no a todos: en 2021, las empresas chinas invirtieron $ 6 mil millones en Brasil, la mayor cantidad desde 2017, según el Consejo Empresarial China-Brasil”, se puede leer en el informe.
Por otra parte, resalta que la región actualmente enfrenta desafíos económicos, como un estancamiento del crecimiento y altos niveles de desigualdad. El bajo crecimiento económico ha llevado a una mayor desilusión entre la población y a un debilitamiento de la confianza en la democracia. Esto ha abierto el camino para que líderes de derecha y populistas ganen apoyo, como lo demuestra el caso de Jair Bolsonaro en Brasil y Nayib Bukele en El Salvador.
Los gobiernos de izquierda en América Latina, incluido el liderado por Gustavo Petro en Colombia, prometen reducir la desigualdad a través de mayores impuestos a los ricos y la implementación de programas de bienestar social. Sin embargo, existe preocupación sobre la viabilidad de estas propuestas y su impacto en la economía. Los altos impuestos a los ricos pueden desincentivar la inversión y limitar el crecimiento económico, lo que a su vez dificultaría la generación de empleo y el aumento del nivel de vida de la población.