FARMACÉUTICO
El cannabis colombiano que llegó a México para tratar a un niño con epilepsia
Dos de los países más afectados por el narcotráfico se ponen de acuerdo para la primera exportación legal y comercial de cannabis psicoactivo. El propósito es mejorar la vida de un niño con epilepsia.
Un niño de Ciudad de México que sufre constantes episodios de epilepsia recibirá en los próximos días un medicamento cuyo componente principal de cannabis medicinal fue cultivado y procesado en Tocancipá, Cundinamarca.
Esta primera exportación comercial y legal del psicoactivo representa un hito para Colombia y México, luego del triste, violento y criminal historial de narcotráfico de las últimas décadas.
Dinero acompañó este proceso de exportación que se produjo el pasado 23 de enero y que fue liderado por la productora de cannabis medicinal colombo-canadiense Ikänik Farms.
La firma cuenta con certificaciones internacionales y locales para procesar cannabis de alta pureza para el sector farmacéutico. “Nuestro cultivo indoor (bajo techo) permite realizar un seguimiento detallado de las condiciones de humedad, temperatura y luz de cada planta de cannabis”, dice Borja Sanz de Madrid, presidente de Ikänik Farms.
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La compañía no solo contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes. También ve oportunidades comerciales muy importantes entre los dos países. Esta primera exportación de 125 gramos del psicoactivo legal abre la puerta para un volumen de negocios que el mismo Sanz de Madrid calcula en unos 20.000 millones de dólares. Unos 130.000 pacientes mexicanos con patologías como esquizofrenia, epilepsia o dolor crónico, entre otras, pueden beneficiarse con este tipo de medicamentos.
El THC, o componente psicoactivo del cannabis, puede ayudar a disminuir la gravedad y periodicidad de eventos de epilepsia, según el caso y tipo de enfermedad. También se está acumulando información científica sobre el uso del cannabis medicinal para algunos tipos de cáncer, incluso para inhibir la covid-19, aunque esta aplicación está en fase de estudios iniciales.
Así fue el proceso
Los familiares del niño mexicano que recibirá este medicamento en los próximos días acudieron a los tribunales de justicia de su país al ver que ningún tratamiento funcionaba para controlar la epilepsia.
El asunto escaló a tal nivel que el Gobierno mexicano se vio obligado a definir una regulación que abriera la puerta a este tipo de opciones que apenas empiezan a emerger en el mundo. Luego de que las autoridades mexicanas aprobaran la importación del psicoactivo se dieron a la tarea de buscar un proveedor que garantizara que el cannabis tuviera grado farmacéutico. Ahí es donde entró esta empresa, que lleva cuatro años en Colombia y que tiene su planta en un parque logístico de Tocancipá.
La Dian tuvo que desbloquear los códigos arancelarios, mientras que el Fondo Nacional de Estupefacientes estuvo pendiente de cada proceso para que el cannabis pudiera subirse a un avión de AeroMéxico. A diferencia de otras ocasiones, la Policía Antinarcóticos acompañó con su personal la correcta salida de este componente.
Esta es una oportunidad única para convertir un lastre en un motor de los negocios y la salud.