Proyectos
El viacrucis del edificio Bacatá en Bogotá: esta es la cruda realidad, de puertas para adentro, que hallará la nueva liquidadora. Muchos perdieron una millonada
Ante la salida de Alejandro Revollo, el liquidador que estaba tratando de cotejar las cuentas para recuperar algo de lo que queda, llegará Mónica Alejandra Macías. El proyecto fue planteado como la joya inmobiliaria del centro de Bogotá. Vea aquí las imágenes del vandalismo.
Pasados casi dos años desde que se decretó la liquidación de los fideicomisos alrededor del Edificio Bacatá, que iba a ser el mayor complejo inmobiliario en la capital del país, el viacrucis no termina.
Lo que mejor quedó puesto en esta edificación, que iba a ser la joya más preciosa incrustada en el corazón de Bogotá, fue el nombre: Complejo BD Bacatá. Complejo será para la nueva liquidadora, Mónica Alejandra Macías, resolver todas las aristas del caso.
El liquidador, Alejandro Revollo, quien venía adelantando los trámites para rescatar lo que más se pueda, como sucede en un proceso de cierre de capítulo, renunció.
Aunque Revollo ―quien había sido el liquidador en el complicado caso del Fondo Premium (Interbolsa)― sustentó que se hacía a un lado para dedicarse a atender su propia salud, es claro que un proceso como el que se surte con el edificio Bacatá le saca canas a cualquiera.
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Macías, por su parte, también tiene amplia experticia. En la actualidad, es quien lleva el caso de la llamada ‘pirámide de los millonarios’, la Sociedad Agropecuaria Achury, proceso en el que está involucrado Felipe Rocha, por afectación a 67 personas que invirtieron en compra de ganado.
Pese a que Macías ha resuelto sendos casos de liquidación de sociedades, con BD Bacatá no la tendrá fácil.
Los avances en resolver este proceso han sido demorados, pero los hay. Luego de que fracasara la petición de reorganización empresarial que fue solicitada ante la Superintendencia de Sociedades, por un cúmulo de deudas que llevaron a estancar el proyecto, la entidad de vigilancia ordenó la liquidación.
Así empezó el calvario
Desde 2008, con la llegada del español Venerando Lamelas, despegó el contrato inicial del proyecto Bacatá, el cual fue suscrito entre BD Promotores, una empresa española; la constructora Prabyc Ingenieros, y Acción Fiduciaria, para el desarrollo del cual, fue demolido el antiguo edificio donde funcionaba el Hotel Bacatá.
La obra que haría Lamelas dejaría a la Torre Colpatria en la capital del país, que por décadas ha sido la más alta en esta ciudad, como un enano, pues con el proyecto BD se vendió la idea de un rascacielos de racamandaca: 67 y 57 pisos en dos torres, de 240 y 216 metros.
Luego de las palabras y los planos, todo el mundo tenía la expectativa de ver los 396 apartamentos, las 117 oficinas y los 30 locales en el famoso complejo inmobiliario.
Los inversionistas colombianos se fueron apuntando, sin saber lo que se les venía encima. Empezando por los enredos jurídicos que había tenido sobre sus hombros el constructor español (Lamelas): investigaciones en la fiscalía española por administración desleal, estafa y falsificación en documento mercantil, entre otros.
El proyecto para construir el complejo BD Bacatá arrancó y se inauguró con bombos y platillos en 2013. Pero cinco años después, la Superintendencia de Sociedades empezó a tener preocupaciones. La obra, que originalmente iba a ser concluida en 2017, se había estancado y las deudas de la constructora en Colombia eran exorbitantes. La admitieron en reorganización, intentando poner un salvavidas para que se pusieran al día con los acreedores. Prabyc, ante los constantes incumplimientos con los pagos, renunció y entró la firma Aluman, con la misión de completar la construcción.
Ordenan la liquidación
En febrero de 2021, la Superintendencia de Sociedades ordena la liquidación de la sociedad BD Promotores Colombia S.A.S. Pero había una pandemia que también retrasó los procesos y siguió presionando los sobrecostos. No han faltado las voces que expresan que con BD Bacatá se planteó un proyecto en el centro de Bogotá, que para muchos sigue empeorando, sin que se hagan los desarrollos que varias administraciones han prometido, como si estuviéramos en el centro de Nueva York.
Aún así, el esquema fiduciario ha permitido proteger parte del activo. Acción Sociedad Fiduciaria anunció en septiembre de 2022 que habían conseguido un interesado en adquirir y culminar las áreas del proyecto de la torre sur.
¿Qué queda hoy?
Para medir el efecto que tiene el caso del BD Bacatá hay que señalar que el monumental proyecto fue concebido para usos mixtos. Por ello, en la torre norte se diseñaron los planos para ubicar allí la vivienda y las oficinas. Entre tanto, en la Torre Sur, el plan contiene “3 hoteles: un hotel de larga estancia, de 63 habitaciones, un hotel 5 estrellas, con 319 habitaciones más 16 suites hoteleras adosadas, y un tercer uso hotelero formado por 51 suites hoteleras de lujo, junto con una plataforma de 5 niveles donde se encuentra un centro comercial”, según los informes del proyecto
Una fuente cercana al proceso contó en SEMANA que el problema principal es la culminación de la obra, ya que lleva una década de embrollos, lo que implica que terminarla demandará más recursos y habrá que ver si los que invirtieron están dispuestos a seguir en ello. De hecho, en algún momento hasta se habló de la posibilidad de irse a remate.
La fiduciaria que representa los patrimonios autónomos, dueños de los edificios, concluyó una negociación con unos constructores, con lo cual se busca la terminación de la torre sur (la más grande y la que podría ser rentable) y lograr algún remanente para terminar lo que queda pendiente de la torre norte y el centro comercial (donde están los ciudadanos a la espera de su vivienda).
Vandalismo hace más compleja la liquidación
La fuente consultada señala que uno de los temas más complejos en este caso es concluir la liquidación en las condiciones que hay.
En uno de los edificios del complejo funcionaba el Hotel Agusta, que funcionaba en arriendo y permitía una fuente de ingresos los gastos básicos del BD Bacatá, como servicios públicos, nóminas y aportes a seguridad social de sus empleados.
Luego de decretada la liquidación, la entrega de la edificación no fue realizada voluntariamente por el constructor español, sino “después de mucha brega”, dijo una fuente.
En el momento en que la SuperSociedades finalmente pudo entrar, tras el cierre de operaciones del hotel, debido a la orden de liquidación, halló el edificio, en el que estaban las oficinas administrativas del proyecto, totalmente vandalizado, lo que fue puesto en conocimiento de la Fiscalía. “Todos los pisos, las escaleras, los techos, no hay una sola zona del edificio que no haya sido vandalizada. Las paredes rotas, los pisos, los ascensores. Es algo aterrador”, comenta una fuente que pidió el anonimato.
No hay soportes contables
Lo peor es que, en las oficinas en las que se encontraban la administración de BD Bacatá, los soportes contables y la contabilidad de toda la operación desapareció.
Estos serán los desafíos que tendrá que enfrentar la nueva liquidadora.