TRANSPORTE DE CARGA
Empresas de carrocerías, su papel en el traslado de comestibles
Resolver uno de los problemas logísticos más difíciles del transporte de alimentos es la misión de las empresas dedicadas a la fabricación de carrocerías especializadas en el traslado de comestibles.
Mucho ha evolucionado la historia del sector del transporte de alimentos desde 1881, cuando nació el primer semirremolque del mundo, tirado por un tractor a vapor. Este innovador vehículo fue vendido a Estados Unidos poco antes de comenzar la I Guerra Mundial y se refundió en medio de la modernidad por allá en 1896, año en que Gottieb Daimler –inventor del motor de gasolina– fabricó su propio camión de combustión en Alemania.
En Colombia, esa evolución ha sido relativamente larga, y comenzó el domingo 19 de octubre de 1899, cuando Carlos Coroliano Amador Fernández estrenó en Medellín un último modelo de la marca francesa Dion Bouton: el primer automóvil que llegó al país.
No se sabe cuándo el primer camión de carga se atrevió a desafiar la intrincada geografía colombiana, pero sí cuáles son hoy las empresas que han contribuido al desarrollo de este sector en los últimos años. Una de ellas es Carrocerías Nacionales de Colombia, Canacol, fundada en el año 2003 por Pedro Ujueta, en Itaguí, Antioquia.
Hoy, la firma ofrece carrocerías apropiadas para todo tipo de transporte y en este sector se destacan las de transporte de alimentos. “El proceso comienza desde la necesidad del cliente. No es lo mismo movilizar cajas de envases plásticos que balastro o huevos. Por lo tanto, hablamos con el cliente y entendemos su necesidad, y ahí generamos una cotización teniendo en cuenta la necesidad, el camión y la normativa vigente que aplique para cada caso”, explica Isabel Ujueta, gerente de la compañía.
De acuerdo con datos del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), las carrocerías que más demanda tienen en el país son las de furgones y estacas. “Hemos venido tratando de cambiarle el chip al mercado colombiano, acostumbrado al uso de la madera para que se usen materiales renovables que no generen un daño ambiental tan grande como el que causa el abarco de río, que es la más utilizada”, afirma Ujueta.
En Colombia existen 173 compañías carroceras legalmente constituidas, lo mismo que muchas informales. Y a pesar de varios esfuerzos que han hecho los carroceros por lograr una agremiación que los organice, lidere y de visibilidad ante el Gobierno nacional, no se han podido unir. Y eso que es un sector que genera alrededor de 12.500 empleos directos y más del doble en indirectos.
Aún no existe en Colombia una certificación como tal diseñada para empresas carroceras, pero cada una de ellas debe homologar y certificar sus productos, ya se trate de un furgón, estaca, plataforma, grúa, tanque, estibas, volqueta y/o cualquier otro para cada camión con el fin de poder matricularlo.
En este sentido, es necesario que el camión cumpla con toda la normatividad vigente, y que las medidas sean las correctas para el chasís elegido. También es importante la capacitación a los conductores en temas de seguridad de su equipo y en el manejo de la carga para evitar accidentes viales o daños en la mercancía.
Y, como a casi todos los sectores del país, la pandemia también ha afectado a las empresas carroceras, que han sufrido disminución en las ventas y en los ingresos, y han tenido retrasos en producción por causa de los colaboradores contagiados. También han sufrido los incrementos del dólar, la escasez de material y, por lo mismo, el incremento en las materias primas. Ha sido una época muy retadora para todos, pero no por ello este tipo de compañías han dejado de ‘carrozar’ los sueños de muchos emprendedores y también de los empresarios.