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Esto cuesta convertir un contenedor marítimo en una cómoda vivienda
La firma E-Containers transforma contenedores para todo tipo de inmuebles: desde cabañas de lujo y almacenamiento de explosivos, hasta piscinas, bibliotecas y morgues transitorias.
Un joven ingeniero industrial de Manizales fundó hace 10 años una empresa dedicada a transformar por completo los fríos y lúgubres contenedores marítimos en espacios cálidos, funcionales y duraderos.
Muchas de estas estructuras, símbolos de la globalización de la economía y protagonistas del comercio internacional, son desechadas por las empresas navieras luego de cierto tiempo o cuando no les resulta rentable moverlas de sitios apartados a los puertos.
La balanza comercial deficitaria le echó una mano a los sueños del emprendedor, teniendo en cuenta que el país importa más de lo que exporta se empezó a presentar una sobre oferta de contenedores en los puertos y empresas.
Ahí fue cuando se le ocurrió al ingeniero Andrés Valencia, que trabajaba antes para el sector financiero, convertir ese problema en una oportunidad para él y su país.
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“Era gerente de un banco e identificamos que ese era un problema para muchas empresas”, cuenta el fundador y CEO de E-Containers.
Desde hace muchos años, varias empresas en el país se dedicaron a convertir los contenedores marítimos en campamentos para petroleras, oficinas para ingenieros en obras o incluso, funcionaron muy bien para los dueños de restaurantes que querían imprimir un toque retro o industrial.
Sin embargo, esta compañía se destaca porque logró ampliar el espectro de posibilidades y usos de este cajón metálico.
El Nuevo Club San Andrés contrató sus servicios para unas cómodas cabañas campestres, mientras que las clínicas Country y Santa Fe y la Cruz Roja usaron estos espacios para practicar pruebas de covid-19 y Triage.
También se han usado para almacenar explosivos de las Fuerzas Militares, como laboratorio móvil de empresas procesadoras de cannabis medicinal, para una línea de producción de lácteos y hasta para subestaciones eléctricas en sitios remotos.
En una ocasión, un contenedor fue acondicionado como biblioteca y fue llevado en helicóptero hasta una zona de desmovilización.
Si un importador o empresario no sabe qué hacer un contenedor se lo puede alquilar a E-Containers por cerca de 300.000 pesos mensuales, nada mal, teniendo en cuenta que las navieras cobran 100 dólares al día sino se devuelve a tiempo una unidad de estas.
La compañía, que tiene plantas de acondicionamiento en Fontibón y Cota, ha encontrado nuevos usos en plena pandemia.
Por ejemplo, muchas de las flores que en estos días se van para San Valentín se almacenan en estos espacios refrigerados, también la carne que se exporta y los alimentos perecederos.
Pero una de las aplicaciones más sobrecogedoras es que estos contenedores están funcionando como morgues temporales por cuenta del alto número de personas fallecidas por covid-19. En un contenedor de 40 pies logran ubicarse unos 40 cuerpos a una temperatura de -30 grados.
Valencia afirma que dudó varias veces prestar este servicio, pero que se convenció luego de la utilidad de este servicio. En Ecuador, donde se vivió una situación crítica con los cadáveres covid, la empresa donó un contenedor y vendió otras unidades a ese gobierno.
Ahora la compañía trabaja muy de cerca con el gobierno nacional para adecuar un número importante de contenedores para almacenar las vacunas que llegarán en estos días al país.