Macroeconomía
Expertos advierten que el boom de la construcción en Colombia está llegando a su fin
Un nuevo informe del sector advierte una fuerte desaceleración de esta industria para 2023.
Durante los últimos años, el sector de la construcción en Colombia ha sido uno de los mayores generadores de crecimiento económico y desarrollo de las diferentes industrias en el país, especialmente después de la pandemia. Ya sea porque ha generado nuevos puestos de trabajo, ha incentivado el endeudamiento en los hogares para adquirir vivienda o simplemente mediante la compra de materias primas, que ayuda al crecimiento de las firmas productoras; esta rama de la economía ha jugado un papel fundamental.
Junto a las compañías petroleras y el comercio, las constructoras se han caracterizado durante los últimos años por impulsar el proceso de reactivación económica. Esto sin contar los beneficios que han llegado a las diferentes regiones del país por cuenta de obras como las vías 4G, la modernización de algunas obras de infraestructura y el fortalecimiento y renovación de la red de vías terciarias que ha traído beneficios para poblaciones que hasta hace algunos años se encontraban en el olvido.
Sin embargo, a esta locomotora parece que ya se le está acabando el combustible y el 2023 no apunta a ser un año tan boyante como los anteriores o por lo menos así se aprecia en el informe Rasec para el mes de diciembre, elaborado por el Centro de Estudios Económicos - Anif, que también sostiene que hay un panorama de incertidumbre en esta rama de la economía y pide acciones concretas por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Antes que nada es bueno tener presente que este reporte contiene información estadística y soporte gráfico de todas las variables que permiten analizar mensualmente el desempeño del sector construcción, en particular el componente de edificaciones. Allí se destaca el análisis de indicadores relacionados con: ventas, precios, costos, licencias, capacidad de adquisición, políticas de vivienda, entre otros.
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“En el tercer trimestre de 2022, el sector creció un 13.4%, por encima de la media de la economía y destacándose como uno de los sectores impulsores del crecimiento en el trimestre. Por subsectores, el desempeño más destacable lo tuvo edificaciones con un crecimiento del 19.4% anual, superando a las actividades relacionadas y a obras civiles por más de 6 puntos porcentuales”, arranca diciendo este informe.
El Rasec advierte que, visto como un todo, el sector constructor vislumbra un 2023 con más retos que elementos a favor, ya que, por un lado, aunque se ha moderado en meses recientes, los precios de los insumos de construcción siguen afectando la viabilidad de proyectos y su cierre financiero, y por el otro, todavía hay puntos que valen la pena ser aclarados por parte del Gobierno Nacional.
Así mismo, destaca que tanto el Icoced (Índice de Costos de la Construcción de Edificaciones) como el Icociv (Índice de Costos de la Construcción de Obras Civiles) del Dane presentan variaciones año corrido por encima del 9 %, dificultando de manera importante la situación para el sector como un todo.
“A su vez, tanto el sector de la infraestructura como el edificador están a la espera de la política de gobierno alrededor del sector constructor los próximos cuatro años. Para el sector de la infraestructura será de suma importancia conocer el futuro de las APP y del cupo de vigencias futuras, de las decisiones estratégicas de los proyectos de la nación, la capacidad de endeudamiento, seguridad jurídica entre otros elementos que serán claves para que la infraestructura recupere su nivel previo a la pandemia y ayude a jalonar a los distintos sectores de la economía”, advirtió el Rasec.
¿Se acaba el combustible?
Este análisis destaca que el PIB del sector de edificación continuó presentando un crecimiento favorable en el tercer trimestre del 2022 al ubicarse en 19.4 % (vs. 10.4 % un año atrás), cifra superior al crecimiento general de la economía (7,0 %) y que continúa la dinámica favorable que ha venido teniendo este subsector. Las edificaciones representaron un 53.3 % del PIB sectorial y continúa siendo el principal impulsor del sector constructor.
“En línea con lo observado en el primer semestre, la vivienda continuó apalancada por el mayor gasto de los hogares en este tipo de bienes, en la continuación de los estímulos por parte del gobierno nacional aunque ya se vislumbra el final de ambos vientos de cola. El ritmo de crecimiento ha superado a los grandes sectores de la economía (7.0 % industria y 8.1 % comercio) y en este trimestre solo ha quedado rezagado por detrás de actividades artísticas (36.9 % anual)”, explicó.
Frente a esto último advierte que los elementos que habían impulsado a las edificaciones están llegando a su fin, haciendo referencia a la incertidumbre sobre los cupos de subsidios de demanda que se han tratado en ediciones anteriores, el fuerte incremento en tasas para la compra de vivienda y la persistencia del incremento de los insumos para el sector.
También dice que la inflación sigue en niveles altos lo cual diluye la capacidad de los hogares para comprar bienes inmuebles, hecho que comienza a observarse en la fuerte reducción de las ventas en el presente trimestre.
“Se dificulta el panorama para el segmento de viviendas de interés social aunque la reducción de las ventas es una realidad para prácticamente todos los segmentos de precios. Frente a un 2022 y un 2021 de cifras positivas para el sector, se vislumbra un 2023 de menor actividad marcando así el final de la bonanza del sector edificador”, agregó.
Ante todo este panorama, el informe Rasec sostiene que es necesario estar preparado para lo que se viene o de lo contrario las afectaciones podrían ser mucho mayores. También sugiere que se debe realizar un seguimiento detallado a cada uno de los sectores de la economía, no solo el de la construcción, para estar atentos a cualquier cambio que requiera una atención urgente.